jueves, 12 de enero de 2012

SEGUNDA ESTACIÓN

Reina de la clarividencia, guíanos.
Azote de la oscuridad, ilumínanos.
Estrella del amanecer, condúcenos.
Madre de la luz del día…
¡muéstranos la golondrina
que acabará con nuestra soltería!

SEGUNDA ESTACIÓN: EL BAUTISMO

“Tened compasión de mí al menos vosotros mis amigos", piden unas angustiadas ánimas desde el purgatorio en un azulejo que franquea la puerta de la Iglesia donde fue bautizado nuestro protagonista. Hasta ese momento, no existía la creencia de que existía un lugar donde las almas de los difuntos redimen sus pecados. Impertérrita en una esquina observa la escena una golondrina, firma del artesano Juan Oliver. Tendrás que encontrarlo, María, una vez que estés delante.


Diego, el mayor de los 8 hijos de Juan Rodríguez Silva y Gerónima Velázquez, fue bautizado el 6 de junio de 1599 en esta IGLESIA DE SAN PEDRO, uno de los templos gótico-mudéjares que tanto abundaban en el centro urbano. Sus orígenes se remontan al siglo XIV, pero estaba terminando de consolidarse en los años en que Velázquez la conoció. En esos años se estaba concluyendo la portada, aunque la imagen de San Pedro será realizada en 1624 por Martín Cardino, cuando el pintor ya vivía en la Corte, con una inscripción latina se dirige a San Pedro de la siguiente manera: "Tú eres el pastor de las ovejas, príncipe de los Apóstoles; a ti han sido dadas las llaves del reino de los cielos".


La torre también ya estaba, pero su cuerpo de campanas se culminó en 1593, aunque posteriormente será muy restaurada tras el terremoto de Lisboa que tantos daños causó en la ciudad.

En su interior aún se conserva en el baptisterio la pila bautismal en la que Diego Velázquez fue bautizado, como consta en los libros de bautismo custodiados en el Archivo de la parroquia. Pese a que la actual decoración de la iglesia ha sido muy modificada, se pueden contemplar algunas piezas que él pudo contemplar de joven. La escultura más conocida es la del Cristo de Burgos, realizada por Juan Bautista Vázquez "el viejo" en 1573. Interesante por la importancia de su autor son las pinturas sobre tablas firmadas por Pedro de Campaña en 1540, que están en un retablo recompuesto en el siglo XIX situado a los pies de la nave del evangelio.

Son interesantes las cuatro pequeñas pinturas fechadas entre 1617 y 1620 y realizadas por Francisco de Herrera, que se ubican en el banco del retablo de las Animas. En la misma nave de la epístola, en la última capilla, hay un notable cuadro realizado por Juan de Roelas en 1612, cuyo tema iconográfico recoge la liberación de San Pedro.

2 comentarios:

Cristina dijo...

hemos puesto el azulejito bien chico, para que no encuentres el pajarito antes de tiempo

Maria-Norte dijo...

Primera estacion: Buen calzado
Segunda estacion: Las gafas