martes, 28 de febrero de 2012

Camino a Mendieta 10. Fernando de Szyszlo

"El arte no es un concepto ni una idea, es una experiencia. No hay nada que entender, hay que sentir." (Fernando de Szyszlo)


Me alejé ayer de la ciudad y los perros y entré en Ikea como pez en el agua acompañada de la tía Julia y el escribidor. Me paré a ojear unos cuadernos que me recordaron a los de don Rigoberto. “¡El paraíso en la otra esquina!”, me gritaron Pantaleón y las visitadoras, que por un día se habían alejado de los jefes y corrían de acá para allá emulando las travesuras de un niña mala. Aquello parecía la guerra del fin del mundo. Rodeada de hemnes, ektorp y vanstrum me acordé de Szyszlo: ¡vaya nombre raro, más que una casa verde! Y claro, pensando en Szyszlo, se me vino a la cabeza el cuadro del citado autor que aparece en el libro de su gran amigo Vargas Llosa. Me pregunté por qué yo había tardado tanto en ver el erotismo que emana de esta obra, con lo claro que está. Tan claro que hasta un angelical e inocente niño de 10 años puede captarlo. ¿Cómo no fui capaz de mirar con lujuria a través de esas oquedades prohibidas y de esas tres ventanas indiscretas; de ver que alguien más miraba desde fuera, desde dentro, desde arriba, y que gozaba al mirar y miraba al gozar? ¿Por qué no percibí de inmediato el olor del semen, de la sangre, de los jugos una y otra vez mezclados? ¿Qué me impidió oír los jadeos que escapaban de la tela? ¿Por qué no me percaté de que éste es el único cuadro con el que Lucrecia se permite tomar las riendas y llevar a esa alcoba gozosa la imaginación, la historia, la sensualidad, y de que entra en esta fantasía de la mano de Fonchito, introduciéndole en un laberinto en el que sólo debían haber entrado dos amantes, ya que el lúbrico triángulo era el presagio de una catástrofe?
Tuve que pararme detenidamente ante el cuadro para ver y sentir todo esto, pero no me resultó fácil localizarlo. Camino a Mendieta 10. Encontraba otros caminos con el mismo destino: Vargas y Szyszlo lo recorrieron juntos muchas veces. Pero ninguno era el 10. Me entretuve en una entrevista realizada a la mujer de Vargas Llosa... ¡y por fin di con él! Allí estaba, agazapado detrás de Patricia, colgando de la pared del salón de su casa de Barranco.




Fernando de Szyszlo Valdelomar (Lima, 1925) es un artista plástico de renombre, conocido principalmente por su trabajo en pintura y escultura. Es uno de los más destacados artistas de vanguardia del Perú y una figura clave en el desarrollo del arte abstracto en América Latina. Actualmente tiene 86 años.
De Szyszlo está comprometido con la promoción de las ideas liberales en su país, lo que se concretó en la formación del Movimiento Libertad, que fundó junto a su amigo Mario Vargas Llosa. Estuvo casado con la poetisa peruana Blanca Varela.





Os dejo algunos cuadros que también llevan por título "Camino a Mendieta", tan impúdicos como el que hemos visto en "Elogio de la madrastra" (espero que no nos cierren el blog por contenido inapropiado).






















Y un vídeo donde Fernando nos explica su obra:



domingo, 26 de febrero de 2012

Juan José Millás


Ya sabéis de mi debilidad por muchos de los artículos de Juan José Millás. Comparto con vosotras/os (estoy ensayando para cuando seamos asociación) algunos de los últimos, y os recomiendo visitar su web, en la que acabo de entrar. El “Bienvenidos” me encanta, así como los anticuentos que he leído. En cuanto vea otras pestañas, como la de sus poemas, os mantendré al día: voy a declararle autor del mes.

Retórica

Juan José Millás 24 FEB 2012

Si en los días anteriores a la consumación de la reforma laboral Rajoy predicaba de ella que sería amplia, profunda y equilibrada, una vez perpetrada ha dado en calificarla de justa, buena y necesaria. La tríada adjetival es la vaselina destinada a reducir los desgarros que la violación ha comenzado a provocar en el cuerpo social. ¿Que por qué siempre tres adjetivos y no uno o dos? Por una cuestión de ritmo, desde luego, pero también por un problema de carácter técnico con la verdad. Si hubiera afirmado de la reforma que era justa, y solo justa, siendo tan obvio su desafuero, éste habría resultado aún más evidente. Podría haber dicho solo que era buena, pero quizá se habría puesto rojo de vergüenza ante una mentira tan palmaria. De haberse quedado en que era necesaria, muchos nos habríamos preguntado para quién. Recitando que era justa, buena y necesaria construía una letanía en la que lo que se escuchaba, más que su significado, era su sonido, su cadencia, su música (su sonido, su cadencia, su música, ¿verdad que suena bien?). Pura trampa retórica al servicio de ocultar la basura. Observen la diferencia con De Guindos cuando se limitó a calificarla de extremadamente agresiva. Frente a la verdad, la retórica desaparece. Nada de tríadas que pudieran confundir o despistar. Podría haber dicho que era extremadamente agresiva, extremadamente belicosa y extremadamente pendenciera, pero la carga adjetival habría puesto en guardia a su interlocutor (¿de qué me quiere convencer?). Algo extremadamente agresivo es algo extremadamente agresivo y punto, al modo en que un cuchillo corta o no corta. Reparen también en el ejemplo de Rosell, el jefe de la patronal, cuando le dijo a su segundo que se aguantara la risa ante las cámaras. No le dijo aguántate la risa, reprime la alegría y disimula el contento. Entendemos por qué.

El champú

Juan José Millás 10 FEB 2012

Te mueres si haces cuentas, mejor no saber. Así, de entrada, fíjate, está el recibo de la luz, el del teléfono, el del agua, el recibo del gas, el de la comunidad de vecinos, el de la hipoteca, también el impuesto sobre bienes inmuebles, sobre la recogida de residuos urbanos, por no hablar del IVA de la carne, del de las verduras, del de los pañales del niño, por no hablar del IVA de la puta leche, y no te olvides de la letra del televisor, del coche a plazos, de la aspiradora a plazos, del ordenador chungo a plazos.

Te levantas de la cama, enciendes la lámpara de la habitación y ya está el contador dando vueltas dentro de la caja como una idea obsesiva dentro de la cabeza. Abres luego el grifo del agua y destapas el tubo del dentífrico para cepillarte los dientes, y sin haber puesto el pie todavía al pasillo has arrojado 30 céntimos por el sumidero del lavabo, como si en lugar de limpiarte las muelas las echaras. No hablemos de la espuma de afeitar ni del gel de baño ni del champú con acondicionador. El champú con acondicionador, fuera, sale más barato el anticaspa. Pero no tenemos caspa, dice ella. Como si la tuviéramos, dice él, y en cuanto al pasillo, desde hoy, a oscuras, lo conocemos de memoria. Pero a mí me da miedo, dice ella, por las apariciones.

¿Y quién se te aparece?, dice él. Tu madre, dice ella, la he visto dos veces en camisón corto, me hace un gesto así con la mano, como pidiéndome que me acerque para enseñarme una herida. Pues a mí se me aparece Ángela Merkel, dice él, y me echa el aliento en las narices. ¿A qué huele el aliento de Ángela Merkel?, dice ella. A chucrut podrido, dice él. Será que tiene caries, dice ella. Será, dice él, pero sigamos con las cuentas, a ver por dónde recortamos. ¿Y si nos liamos un porro y vemos una peli? dice ella. Vale, concluye él, pero el champú, anticaspa.

A quién creer

Juan José Millás 5 ENE 2012

El problema con el conductor suicida no es que se mate él, es que mate a una familia que va tranquilamente a Cuenca en su Skoda Octavia respetando todas las señales de tráfico. No sabemos cuántos huesos se rompió Zapatero (parece que ninguno) aquel día de mayo de 2010 en el que se puso a conducir, contra su propio código, a 200 por hora. Pero a nosotros, sus votantes, nos reventó literalmente. ¿Dónde va ese loco?, decíamos mientras él hacía señas de que éramos nosotros quienes conducíamos en la dirección equivocada. Lo malo de estas conductas indeseables es que provocan enseguida imitadores. Ahí tienen ahora a Rajoy saltándose todos los stops y cedas el paso que había jurado respetar, y con los mismos argumentos que su antecesor: el de escuchar voces que le impelen a tomar las direcciones prohibidas de la autopista. Las voces obligaron a Zapatero a ciscarse en su programa como obligan a Rajoy a cagarse en el suyo. Lo raro es que las voces que escuchan los políticos son siempre de derechas, al modo en que las órdenes que escucha los locos son siempre las de matar. Si no lo hacemos, dicen, nos obligarán a hacerlo. ¿Quiénes?, preguntamos. ¿Las mafias financieras, los especuladores bursátiles, los pistoleros de los unos y de los otros, quizá el mismo Dios? Tanto nos da. Un político que oye voces debería dimitir, convocar elecciones y volver a presentarse con el programa de las voces. Eso sería lo decente, pero la decencia, en La Moncloa, dura menos que un porro a la puerta de un instituto. Algún beneficio personal obtendrán, aparte del de salvar a la patria, que tampoco, porque la patria era la familia que iba a Cuenca en el Skoda Octavia. En poco menos de un año, entre unos y otros, han convertido la política en un burdel. Gracias, querida Narbona, por decirnos lo que ya sabíamos. Pero llega un poco tarde. A quién creer.


http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/millas/


CABEZA I. BACON


"Perdí la oreja izquierda de un mordisco, peleando con otro humano, creo. Pero por la delgada ranura que quedó, oigo claramente los ruidos del mundo. También veo las cosas, aunque al sesgo y con dificultad. Pues, aunque al primer golpe de vista no lo parezca, esa protuberancia azulina, a la izquierda de mi boca, es un ojo.”



Perturbador empeño el de enlazar este cuadro con los anteriores: ¡cuánto cuesta pasar de lo bello a lo feo, de la sensualidad a la repugnancia! ¡Y qué difícil tarea encontrar erotismo en un cuerpo mutilado!

“Mi sexo está intacto. Puedo hacer el amor a condición de que el mozalbete o la hembra que hace de partenaire me permita acomodarme de tal manera que mis forúnculos no rocen su cuerpo, pues si revientan mana de ellos el pus hediondo y padezco dolores atroces”

Complicado también imaginar dónde se topó don Rigoberto con él. Es seguro que no en “The Nude”, ni en ninguno de los veintitrés tomos empastados de la colección “Les maîtres de l´amour” que guardaba bajo llave. Posiblemente fue el monstruo quien, sabedor de la condición de amante entregado de nuestro personaje, se le acercó sigiloso y le susurró al oído sus vivencias, hablándole del erotismo de la parte más oscura del mundo del deseo. Y don Rigoberto se dejó cautivar y quiso ponerse en su lugar, ser él quien, desposeído de prejuicios, enseñaba “…que todo es y puede ser erógeno y que, asociada al amor, la función orgánica más vil, incluidas aquellas del bajo vientre, se espiritualiza y ennoblece”.

“Mírame bien, amor mío. Reconóceme, reconócete”



Bacon ya era un mito antes de morir. Él fue su mejor obra de arte. Un hombre de extremos. Genio maldito. Un caballero educado, elegante, borracho, jugador, promiscuo y pendenciero. Un ateo que pintaba papas. Con obra en todos los grandes museos de arte contemporáneo del mundo. Dulce y agrio. Traje a medida de Savile Row y labios pintados.


Francis Bacon (Dublín, 1909-Madrid 1992) fue un pintor anglo-irlandés de estilo muy personal, que puede definirse como figuración expresionista.
Su infancia no fue fácil. Padecía de asma crónica y tuvo una formación escolar irregular porque la enfermedad le impedía acudir al colegio; cuando sufría ataques asmáticos fuertes le administraban morfina. Fue expulsado de casa por su padre cuando tenía 16 años, al manifestar sus inclinaciones homosexuales.
A partir de 1927 vive entre París y Berlín, donde comienza a trabajar como decorador de interiores y es en esta etapa cuando empieza a pintar, no alcanzando el éxito con sus primeros cuadros.
Bacon decidió que el tema de sus pinturas sería la vida en la muerte: debía buscar a su yo más vital, pero también al más autodestructivo.
Tras residir medio año en Chantilly, regresa a Londres en 1929, y de forma autodidacta comienza a pintar en óleo. No obstante no había logrado el reconocimiento, y cuando cumplió 35 años, por su carácter temperamental, destruyó casi todos sus cuadros.

Es hacia 1944 cuando finaliza el tríptico Tres estudios de figuras junto a una crucifixión, un cuadro que ganó la aceptación y fue recibido muy bien por la crítica, además de ser considerado como uno de los cuadros más originales en el arte del siglo XX.
A finales de los años 40 empezó a conformar su estilo más inconfundible.
Bacon descubrió que la forma más simple y más efectiva para crear la intensa emoción que quería que sus cuadros transmitieran, era hacerlo de una sola embestida, que todo lo que necesitaba era una cara o una figura, apenas esbozada, una jaula o una cortina partida.
A partir de estas consideraciones, todo movimiento humano y toda expresión serían de su incumbencia: los amantes en la cama, los bebedores en el bar, los cuerpos de los luchadores revolcándose en la arena.
Bacon va a representar icónicamente el cuerpo como un objeto mutilado que regresa a la animalidad, que se encierra y enfrenta a sí mismo. Durante más de medio siglo, fue creando una serie de cuerpos crucificados, contorsionados, mutilados, deformes, con rostros en el límite de la desaparición, criaturas que copulan, defecan, vomitan, eyaculan, sangran, y se desmoronan.
El cuerpo -en la obra de Bacon- se hace carne, se descompone, se vacía, se prolonga en los torrentes de semen, se dilata, se mezcla con otros cuerpos, se metamorfosea en su reflejo. Bacon disecciona el cuerpo como un cirujano, para enfrentarnos a la vulnerabilidad de la condición humana. Crea un texto fisiológico, marcado por lo más abyecto del ser humano, que nos lleva a una profunda agresividad y violencia hacia el propio cuerpo y el de los otros.
La animalidad está impresa en la carne grosera, innoble, sórdida y, también, en los seres desgarrados, inacabados y descompuestos que Bacon pinta.
La pintura de Bacon abrió heridas en la belleza, horadó el sentido iconográfico del cuerpo para someterlo a una pesadilla pictórica sin precedentes en la pintura de occidente. Supo como nadie retratar la soledad de seres desgarrados por la vida que tratan de limpiar sus pecados en sucios y desolados lavabos; seres alumbrados por un sol degollado y concentrado en una anémica bombilla la cual ilumina, de malas maneras. estancias huidizas.

sábado, 25 de febrero de 2012

más cositas de la madrastra en cuestión

En este libro he encontrado muchas palabritas nuevas, de esas que nos gustan como no podía ser menos de cualquier lectura vargallosiana que se precie, pero como todas hemos sacado nuestros libros del baúl de los recuerdos y había ediciones de todo tipo (algunas de ellas sin cuadritos ni ná), las pongo por capítulos en vez de por páginas, para que la que quiera añada las suyas a continuación. También he añadido alguna curiosidad o alguna frase que me he encontrado en mi deambular por los mundos de Fonchito y su curiosa familia.

1. EL CUMPLEAÑOS DE DOÑA LUCRECIA

"se le ocurrió que si lo estrechaba con mucho ímpetu el niño se quebraría como un CARRIZO" (17)
carrizo. (Del lat. *caricĕus, de carex, -ĭcis).
1. m. Planta gramínea, indígena de España, con la raíz larga, rastrera y dulce, tallo de dos metros, hojas planas, lineares y lanceoladas, y flores en panojas anchas y copudas. Se cría cerca del agua y sus hojas sirven para forraje. Sus tallos servían para construir cielos rasos, y sus panojas, para hacer escobas. / 2. m. Planta indígena de Venezuela, gramínea, de tallos nudosos y de seis a siete centímetros de diámetro, que contienen agua dulce y fresca.


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2. CANDAULES, REY DE LIDIA

"Cada hemisferio (de la grupa de Lucrecia) es un paraíso carnal" (28)

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3. LAS OREJAS DEL MIÉRCOLES

"Consiguió que esos ingraciados apéndices participaran, con la ALACRIDAD de la boca o la eficacia del tacto, en sus noches de amor"
Alacridad (41). (Del lat. alacrĭtas, -ātis). f. Alegría y presteza del ánimo para hacer algo.

"ACÁPITES de los ENTREVEROS conyugales, los llamaba “mis dumbitos” (41)
Acápite (41) (Del lat. a capĭte, desde el principio). 1. m. Am. párrafo (división de un escrito). / 2. m. Arg. y Cuba. Título, capítulo, epígrafe. / 3. m. Ur. Texto breve, posterior al título, que aclara el contenido del artículo que encabeza
entrevero. 1. m. Arg., Bol., Chile, Par., Perú y Ur. Acción y efecto de entreverarse (mezclarse). 2. m. Arg., Bol., Chile, Ec., Perú y Ur. Confusión, desorden.

"Flores abiertas, ÉLITROS sensibles, auditorios para la música y los diálogos"
Élitro (42) (Del gr. ἔλυτρον, estuche). m. Zool. Cada una de las dos alas anteriores de los Ortópteros y Coleópteros, las cuales se han endurecido y en muchos casos han quedado convertidas en gruesas láminas córneas, que se yuxtaponen por su borde interno y protegen el par de alas posteriores, las únicas aptas para el vuelo.

“Se le ocurrió entonces que doña Lucrecia, con sus blancos y parejos dientes, le ESCARMENABA, acuclillada, los crespos vellitos del pubis”
Escarmenar (42) (Del lat. ex y carmināre, cardar). 1. tr. Carmenar la lana o la seda. / 2. tr. Ingen. En las minas, escoger y apartar el mineral de entre las tierras o escombros. / 3. tr. El Salv. y Ven. Desenredar el cabello. / 4. tr. p. us. Castigar a alguien, por travieso, quitándole el dinero u otras cosas que puede usar mal. / 5. tr. p. us. Estafar poco a poco.

"Entre sus EBÚRNEOS pechos..."
ebúrneo, a. (Del lat. eburnĕus). 1. adj. De marfil / 2. adj. poét. Parecido al marfil.

"Aquí yace don Rigoberto, que llegó a amar el epigastro tanto como la vulva o la lengua de su esposa" (epitafio que quería poner don Rigoberto en su tumba)

"Ya que estaba oyendo los graciosos BORBORIGMOS de aquel flato…"
Borborigmo (46) (Del gr. βορβορυγμός) m. Ruido de tripas producido por el movimiento de los gases en la cavidad intestinal. U. m. en pl.

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4. OJOS COMO LUCIÉRNAGAS

"Pero el éxito mayor era su relación con el niño. Había sido su mayor desvelo, antes, algo que creyó un obstáculo insalvable “un ENTENADO, Lucrecia” (52)
entenado, da. (De antenado). m. y f. hijastro

“No, Fonchito no podía sospechar que aquello era jugar con fuego, esas efusiones se las dictaba sin duda un oscuro instinto, un TROPISMO inconsciente.
tropismo.
(Del gr. τρόπος, vuelta, e -ismo). 1. m. Biol. Movimiento de orientación de un organismo sésil como respuesta a un estímulo.


"a doña Lucrecia le entretenían esos DENGUES y aspavientos…" (57)
Dengue. (Voz onomat.). 1. m. Melindre que consiste en afectar delicadezas, males y, a veces, disgusto de lo que más se quiere o desea / 2. m. Esclavina de paño, usada por las mujeres, que llega hasta la mitad de la espalda, se cruza por el pecho, y las puntas se sujetan detrás del talle. / 3. m. Med. Enfermedad febril, epidémica y contagiosa, que se manifiesta por dolores de los miembros y un exantema semejante al de la escarlatina / 4. m. Am. contoneo.

"¿qué estás inventando ahora, ZONZA?"
zonzo, za. 1. adj. Soso, insulso, insípido. Apl. a pers., u. t. c. s. / 2. adj. Tonto, simple, mentecato.

"Magia simpatética" (60)

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5. DIANA DESPUÉS DEL BAÑO
"La liebre, las perdices y faisanes los cacé este amanecer, con las flechas que, retiradas de las presas y limpiadas por Justiniana, han vuelto a su ALJABA" (69)
aljaba. (Del ár. hisp. alǧá‘ba, y este del ár. clás. ǧa‘bah). f. Caja portátil para flechas, ancha y abierta por arriba, estrecha por abajo y pendiente de una cuerda o correa con que se colgaba del hombro izquierdo a la cadera derecha.

"Un instante después nos escuchará reír y CHACOTEAR..."
chacotear. (De chacota). intr. Burlarse, chancearse, divertirse con bulla, voces y risa.

“al vernos prisioneras del dios HIPNOS” (75)
En la mitología griega, Hipnos era la personificación del sueño. Su madre era Nix, la noche, que lo tuvo sin intervención masculina, aunque en alguna otra tradición su padre fue Érebo. Era hermano gemelo (o hermanastro) de Tánatos, la muerte no violenta. Su equivalente romano era Somnus.

Su palacio era una cueva oscura donde el sol nunca brillaba. A su entrada crecían amapolas y otras plantas hipnóticas. Según algunas fuentes, vivía junto con Tánatos en un palacio subterráneo cercano al de Nix. Según otras, lo hacía en una cueva bajo una isla griega, a través de la cual fluía Lete, el río del olvido.

En una ocasión Hera prometió a Hipnos la mano de una de las gracias, Pasítea, si le ayudaba a dormir a Zeus. El Sueño obedeció, pero Zeus se despertó iracundo y hubiera arrojado a Hipnos del monte Olimpo si no hubiera intervenido su madre Nix, que demostraba así el poder que ejercía tanto sobre los dioses como sobre los hombres.

Con Pasítea tuvo mil hijos, los Oniros. Los tres más importantes aparecían en los sueños de los reyes: Morfeo, Iquelo (o Fobetor) y Fantaso.

Según otro mito, Morfeo se ocupaba del contenido animado de los sueños de los seres humanos, mientras que los otros dos Oniros eran responsables de los animales y los objetos inanimados en los sueños. También Hera recurrió a Hipnos, a través de Iris, para que adoptara la forma de Ceix y, en sueños, se le presentara a su mujer y le explicara su muerte, pues la pobre Alcíone esperaba ansiosa el regreso de su marido ignorando que éste había muerto hacía tiempo. Endimión recibió de Hipnos el poder de dormir con los ojos abiertos, para poder así vigilar constantemente a su amada Selene (la primera representación de la Luna). En el arte, Hipnos era retratado como un hombre joven desnudo y con alas en los hombros o las sienes. También se le muestra en ocasiones con barba, parecido a su hermano Tánatos.

A veces es representado como un hombre dormido en una cama de plumas con cortinas negras a su alrededor. Sus atributos incluyen un cuerno de opio inductor de sueño, un tallo de amapola, una rama de la que gotea el rocío del río Lete y una antorcha invertida. Morfeo es su principal ayudante y evita que los ruidos le despierten. En Esparta, la imagen de Hipnos siempre se situaba cerca de la muerte.
"...al vernos prisioneras del dios Hipnos, tomando infinitas precauciones para no RECORDARNOS con el tenue rumor de sus pisadas..."
recordar.
(Del lat. recordāri).1. tr. Traer a la memoria algo. U. t. c. intr. 2. tr. Hacer presente a alguien algo de que se hizo cargo o que tomó a su cuidado. U. t. c. intr. y c. prnl. 3. tr. Dicho de una persona o de una cosa: Semejar a otra. 4. intr. Ast., León, Arg., Col., Ec., Méx. y R. Dom. despertar (‖ dejar de dormir). U. t. c. prnl.


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6. LAS ABLUCIONES DE DON RIGOBERTO
“algo sumiso se disponía a partir y ENRUMBABA ya por aquella puerta de salida… (81)
enrumbar. (De rumbo). 1. tr. Cuba, Hond. y Ven. encaminar (‖ enseñar a alguien por dónde ha de ir). / 2. tr. Hond. y Ven. Dirigir la conducta, la conversación o la educación de alguien. / 3. prnl. El Salv., Hond. y Ven. Dirigirse o ir a determinado lugar. / 4. prnl. Hond. perderse (‖ errar el camino).

"Te fuiste, CACHAFAZ, y nunca más volverás” (le dice don Rigoberto a su óbolo perdido)
cachafaz. adj. Am. Mer. Descarado, pícaro.

"Oyó, por fin, el discreto CHAPALEO con que el primer ÓBOLO desinvitado de sus entrañas…" (82)
chapalear. (Voz onomat.). 1. intr. chapotear (‖ sonar el agua batida por las manos o los pies). / 2. intr. chacolotear.
óbolo.(Del lat. obŏlus, y este del gr. ὀβολός).1. m. Pequeña cantidad con la que se contribuye para un fin determinado. / 2. m. Moneda de los antiguos griegos, que era la sexta parte de la dracma. / 3. m. En farmacia, medio escrúpulo, o sea doce granos.~ de San Pedro.1. m. Rel. Contribución económica de los fieles católicos de todo el mundo para el sostenimiento de la Santa Sede.

¿Sería cierta aquella anécdota según la cual el erudito bibliógrafo don Marcelino Menéndez y Pelayo, que padecía de CONSTIPACIÓN crónica…"
constipación.(Del lat. constipatĭo, -ōnis). f. constipado. / ~ de vientre.1. f. Med. estreñimiento.

“Y luego de secárselos, los espolvoreó con un talco semiinvisible que despedía un olor leve y viril, a HELIOTROPO de amanecer.”
heliotropo.(Del gr. ἡλιότροπος).1. m. Planta de la familia de las Borragináceas, con tallo leñoso, de muchas ramas, de cinco a ocho decímetros de altura, velludas y pobladas de hojas persistentes, alternas, aovadas, rugosas, sostenidas en pecíolos muy cortos, flores pequeñas, azuladas, en espigas y vueltas todas al mismo lado, y fruto compuesto de cuatro aquenios contenidos en el fondo del cáliz. Es originaria del Perú, y se cultiva mucho en los jardines por el olor de vainilla de las flores.2. m. Ágata de color verde oscuro con manchas rojizas.3. m. Helióstato en que, a mano y por medio de tornillos, se hace seguir al espejo el movimiento aparente del Sol.


"Debían ser evitados como la moneda FEBLE aunque esté impresa con muchos colorines" (90)
feble. (Del lat. vulg. *febĭlis, por flebilis, deplorable). 1. adj. Débil, flaco. / 2. adj. Dicho de una moneda o de una aleación de metales: Falta en peso o en ley. U. t. c. s.

"y sin que Lucrecia lo supiera, también combatía contra la decadencia “Como el Amadís por Oriana” (93)
Amadís de Gaula, la novela caballeresca más importante de Europa, está basada en la vida de un caballero cuyo nombre era Amadís, que realizó gran cantidad de aventuras para lograr el amor de una hermosa dama llamada Oriana.

La obra comienza con la narración de los orígenes del protagonista. Iniciándose con la presentación del Rey Perión de Gaula que en busca de aventuras penetra a un bosque en Bretaña, por medio de lo cual llega a conocer a quien posteriormente le dio un hijo, una mujer, una princesa que se avergonzó de sus amores con el rey, ya que estos habían sido a escondidas, frustrada y desconsolada que decidió encerrarse durante su embarazo, y al momento del nacimiento de su hijo lo coloca en un arca con la única identificación de una cinta con el nombre de Amadís, y fue lanzado al mar; este fue rescatado por un caballero de Gandales, quien le brindo todos los cuidados necesarios, criándolo como a su propio hijo. Y entonces por medio de dicho buen caballero, es presentado en la corte de Escocia, en donde conoce a la bella Oriana, surgiendo así el motivo por el cual Amadís realiza todas sus hazañas, “El amor hacia su doncella”.

Durante la vida de este caballero, fueron muchas las aventuras que vivió, las peleas y las batallas por las que tuvo que pasar. Incluso con sus propios hermanos, cabe destacar que eso sucedía sin que ambos conociesen su parentesco, esto se refiere al caso con su hermano Galaor que resulto secuestrado y dado al cuido de un ermitaño y es por ello que no conocían sus orígenes por lo cual fueron capaces de combatir a duelo. Es luego de tantas aventuras que vuelve a que su padre y es reconocido como hijo de Perión y Elisena, gracias a que su madre lo identificó con un anillo y una espada al momento que lo abandonó.

Entre sus hazañas, tuvo que rescatar a su amada y apreciada Oriana de las maléficas manos de su peor enemigo Arcalaus, quien además de secuestrarla intentó destronar al Rey Lisuarte, aprovechando la ausencia de Amadís.

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7. VENUS CON AMOR Y MÚSICA.
“Azuzada por mis SALACES ficciones, todo en ella se vuelve curva y prominencia, sinuosa elevación, blandura al temple.”
salaz.(Del lat. salax, -ācis). adj. Muy inclinado a la lujuria.

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8. LA SAL DE SUS LÁGRIMAS

"No, no es la hinchazón del bocio ni la manzana de Adán inflada por la acromegalia"
(122) acromegalia. (Del gr. ἄκρος, extremo, y μέγας, μεγάλη, grande). f. Med. Enfermedad crónica debida a un exceso de secreción de hormona de crecimiento por la hipófisis, y que se caracteriza principalmente por un desarrollo extraordinario de las extremidades.

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10. Tuberosa y sensual (127)
Que tiene tuberosidades (Del lat. tuberōsus, lleno de tumores). f. Hinchazón, tubérculo.

"Y recordó a José María Eguren, el grácil poeta nefelibata nefelibata". (Formación culta del gr. νεφέλη, nube, y βάτης, nombre de agente, de βαίνω, andar). adj. Dicho de una persona: Soñadora, que anda por las nubes. U. t. c. s.

"...(su nariz) era rotunda y AQUILINA..."
aquilino, na. (Del lat. aquilīnus). adj. poét. Dicho del rostro: aguileño


"se sonó fuerte, primero un lado y luego el otro, mientras con el dedo índice clausuraba el lado opuesto, hasta estar seguro de que su nariz se hallaba limpia de mucosidades y aguadija" (130)
aguadija. f. Humor claro y suelto como agua, que se forma en los granos o llagas.

“La manera de sustraerse momentáneamente a la ruin decadencia ya las servidumbres EDILICIAS DE LA CIVILIDAD, a las convenciones ABYECTAS del rebaño…”
edilicio, cia.(Del lat. aedilitĭus).1. adj. Perteneciente o relativo al empleo de edil. / 2. adj. Arg., Bol., Col., Par., R. Dom. y Ur. Perteneciente o relativo a las obras o actividades de carácter municipal, especialmente las relacionadas con la edificación.
Civilidad.(Del lat. civilĭtas, -ātis). 1. f. Sociabilidad, urbanidad. / 2. f. desus. Miseria, mezquindad, grosería.
abyecto, ta.(Del lat. abiectus, part. pas. de abiicĕre, rebajar, envilecer).1. adj. Despreciable, vil en extremo. / 2. adj. desus: humillado (‖ abatido en el orgullo).


"¿no es nuestra cama el espacio mágico del que habla el homo ludens?" (133)
Johan Huizinga filósofo e historiador holandés. En 1938 escribió su libro Homo Ludens, obra dedicada al estudio del juego como fenómeno cultural y no simplemente en sus aspectos biológicos, psicológicos o etnográficos, concibiéndolo como una función humana tan esencial como la reflexión y el trabajo, mostrando así la insuficiencia de las imágenes convencionales del homo sapiens y el homo faber.

Considerando el juego desde los supuestos del pensamiento científico-cultural, lo ubica como génesis y desarrollo de la cultura. En sus propias palabras: "Porque no se trata, para mí, del lugar que al juego corresponda entre las demás manifestaciones de la cultura, sino en qué grado la cultura misma ofrece un carácter de juego." (Introducción a modo de prólogo - Homo Ludens). Tras su publicación, no puede encontrarse ninguna obra en la que se pretenda un estudio del juego, desde cualquier perspectiva, que no se vea obligada a referirse a este magistral trabajo de Huizinga.

"El vasto colchón de tres plazas permitía a la pareja moverse con comodidad en una dirección o en otra y estirarse e incluso rodar en semoviente…" 134
semoviente. (Del lat. se movens, -entis, que se mueve a sí mismo o por sí). 1. adj. Que se mueve por sí mismo. Maquinaria semoviente. / 2. m. Animal de granja. Entre los semovientes, había mulas, vacas y ovejas.

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11. SOBREMESA
"Los geniecillos de las mil y una noches. Los spintria del libro de Suetonio" (142)
Gayo Suetonio Tranquilo (latín: Gaius Suetonius Tranquillus; c. 70 - post 126), comúnmemente conocido como Suetonio, fue un historiador y biógrafo romano durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano.

Formó parte del círculo de amistades de Plinio el Joven y al final, del mismo emperador Adriano, hasta que cayó en desgracia por enemistarse con éste.

La spintria, spintriae en plural, se postula que era una moneda para pagar en los prostíbulos romanos, y que la cifra marcada es el precio. Suetonio en las biografías de Tiberio y en la de Calígula, califica de spinther a los prostitutos y sus actos.

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13. LAS MALAS PALABRAS

"Ya no tardará -repuso don Rigoberto, cerrando apresuradamente "The nude", de sir Kenneth Clark"

El historiador del arte Kenneth Clark, considerado como uno de los grandes humanistas de este siglo, murió en su casa de Londres a los 80 años. Fue director de la National Gallery de Londres y uno de los historiadores y críticos del arte más prolífico. la fama le vino a Kenneth Clark por sus libros de divulgación, que constituyen una soberbia serie de análisis históricos sobre grandes temas artísticos, escritos en la mejor prosa inglesa. Entre ellos están los titulados El arte del paisaje, El desnudo, ¿Qué es una obra maestra? y Civilización -todos estos best-sellers traducidos a nuestra lengua-, además de Animals and mens, Looking at Pictures y el reciente Moments of vision.

"Con brusco sobresalto, retornaba a Lima, a su casa, a su escritorio, desde los vapores húmedos y femeninos del atestado Baño turco de Ingres"
Al final de su vida, Ingres crea la tela más erótica de su obra con esta escena de harén asociando el motivo del desnudo y el tema de Oriente. Para esta composición en la que reinan los arabescos, Ingres retoma figuras ya presentes en telas precedentes. Esta última obra sólo fue revelada al gran público después de su muerte. En la parte baja del cuadro, una inscripción latina dice: «J. Ingres lo ha pintado en 1862 en su 82º año.»

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EPÍLOGO
Miéchica, pensó, quién entiende a este mocoso” 190
miéchica. 1. interj. eufem. Chile. mierda.

"Y se ha vuelto un beato y un cucufato como no he visto" (192)
Cucufato o Cucufate, santo cristiano que predicó por la Península Ibérica alrededor del siglo III. Nacido en Scilium (Provincia romana de Cartago) en el año 270, predicó el cristianismo en Cataluña (donde es conocido como Sant Cugat), entre otras en la ciudad de Ampurias, hasta que el imperio romano le condenó a muerte. La leyenda dice que primero le abrieron el vientre y le sacaron las tripas, pero que él se las metió de nuevo dentro del abdomen que se cosió con un cordón. Luego el emperador Galerio lo condenó a la hoguera, pero supuestamente el soplo de Dios apagó las llamas. Después lo encerraron en una mazmorra, pero los carceleros se convirtieron al Cristianismo. Finalmente la leyenda dice que Dios permitió a San Cucufato -cuyo deseo era acceder al cielo por la vía del martirio- que lo degollasen. En su nombre se han bautizado la localidad de San Cugat del Vallés (Provincia de Barcelona, Cataluña, España) y el Monasterio de San Cucufato de la mencionada localidad. Se dice de San Cucufato que es un santo que concede deseos o al menos un santo al que hacerle peticiones. La forma de hacerlo es coger un trozo de tela, hacerle un nudo y guardar el trozo anudado. Entonces se dice "San Cucufato, los cojones te ato...". Seguidamente hay que decir lo que se desea y, tras esto, seguir con la fórmula diciendo "Si no me lo concedes, no te los desato". El nudo seguirá en el trozo de tela hasta que se haya cumplido el deseo formulado.