viernes, 13 de noviembre de 2009

ACTA DE NOVIEMBRE

La reunión de Noviembre tiene lugar en el restaurante Beliche, sito en la avenida de Cádiz. Asisten Ángela, Elena, Rocío, Cristina, Marga, Isabel, Mª del Mar, Pilar, que trae a una invitada, Adriana, argentina que cumple con los topicazos de su nacionalidad (psicóloga, judía, aunque le falta el origen italiano para cumplirlos todos), de origen ruso, y una servidora, Ángeles, que organizó el evento. Faltaron pues Adela, Marió, María Norte y María Sur (¡ay esos puntos cardinales!) y Pepa.



Comenzamos los comentarios sobre nuestra novela del mes, “El filo de la navaja” de Somerset Maugham, y como buenas anfitrionas le cedemos la palabra en primer lugar a nuestra invitada, Adriana, a la que le gustan las historias de entreguerras. El papel que desarrolla el autor, el de autor-narrador, le provoca distintas sensaciones: ambigüedad, soledad, etc. Se pregunta si se podría escribir este libro hoy día y piensa que no puesto que los valores no son los mismos. En conjunto, el libro le resultó curioso.

A Ángela le ha gustado el libro, aunque no maravillado. El papel de Larry, en teoría papel protagonista, le parece insustancial porque el libro gira alrededor de él y ese protagonismo no tiene razón de ser.

Pilar ha encontrado muchas faltas de puntuación y de concordancias que pueden ser por la traducción. Se pide que a la hora de recomendar un libro se tome en cuenta quien hace la traducción, punto clave para su buena lectura. Le gustan los libros que le aporten conocimientos históricos. Le costó trabajo meterse en él. Coincide con Ángela en la percepción del personaje de Larry, pues la guerra no deja impasible a nadie. La homosexualidad del autor le traiciona en ciertos pasajes y frases. Comentamos entre todas diferentes aspectos de su biografía.

A Elena le fascinó la primera vez que la leyó (hace años) y ahora, en esta segunda vez, tiene una visión más crítica. Coincide con Pilar en que el papel de autor-narrador destila su visión homosexual, cosa que le chocó en un principio, pero que después de leer su biografía, entendió perfectamente. Cree que el autor se describe en todos los personajes, hecho con el que estamos de acuerdo todas. Algo que echó en falta es el hecho de que a pesar de estar escrita en la etapa de entreguerras, época convulsa política, económica y socialmente, no se perciba realmente nada de este maremagno. Pero le gustan las novelas y considera que ésta es un novelón.

A Rocío le gustó. Piensa que Larry no es el protagonista sino el hilo conductor. Retrata muy bien la alta sociedad de la época. Tiene frases geniales de todos los personajes y cree que son esas las que los definen. Piensa que es una novela completa, con una estructura densa y profunda.

Siguiendo el turno de palabra me tocó a mí. Me gustó muchísimo la descripción del París de la época, el mismo que se vende hoy día (bohemia, glamour, sofisticación, lujo...). Pienso que hace un retrato pictórico con tanto detalle que parece que estás viendo tanto los paisajes como los personajes. Creo que todos los personajes renuncian a algo y el título se refiere más al dolor de esa renuncia y al riesgo que hay que correr para obtener lo que realmente quieren los personajes. He disfrutado aunque al principio me costó meterme.

A Cristina le enganchó desde el principio. Los personajes describen todos la búsqueda de la felicidad de manera diferente y piensa que todas las fórmulas son válidas. Los momentos más felices de algunos personajes están relacionados con Larry (Suzanne e Isabel), pero no actúa como protagonista propiamente dicho, es la excusa para contar la vida de los demás. Le parece una novela redonda.

A Marga le gustó como trata a los personajes, como los describe físicamente. Piensa que todos ellos tienen una evolución menos Larry, que está en búsqueda constante. Cree que es el personaje menos cuidado, menos descrito. Todos ellos tienen más protagonismo, incluso el autor-narrador y el título se le puede aplicar a todos menos a Larry, que no ha renunciado a nada porque nunca tuvo algo importante a lo que renunciar. Mención especial al personaje de Suzanne, simplemente genial.

Isabel defiende el papel de Larry del que dice que sí tiene profundidad. La novela entera le ha enganchado y gustado.

Mª del Mar, sin embargo, piensa que Larry es insustancial, nunca encontró el sentido de su vida y que no renuncia a nada. Su papel no le gusta. El de Elliot, Sophie e Isabel le parecen geniales.

Hay constantes referencias a la película y como en la mayoría de los casos, la novela la supera con creces, aunque hay que decir que hay escenas y personajes que están bordados.

Pero lo “mejón” es la descripción que hace Cristina de la boda de la niña de uno de “Los del Río”, todo muy fino y natural. Sin desperdicio, señoras (después he visto el reportaje y creo que te quedaste corta Cristi).

Se procedió a las recomendaciones de lecturas para el próximo mes y su votación (que están en otra entrada).

La próxima cita está prevista para el miércoles 9 DE DICIEMBRE (un día después del puente, para que no se junte con las múltiples comidas de Navidad), y la organizará Marió. Allí debatiremos COSMÉTICA DEL ENEMIGO, de Amélie Nothomb. Trae invitada: Elena.

Cerca de la una de la madrugada salimos del restorán todas con el estómago a reventar y algunas con el paquetito de atún o solomillo sobrante, que la cosa está mu mala.


HAN VOTADO EN EL BLOG: 10

muy bueno: 4

bueno: 6

29 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola chicas!: perdonad la intromisión pero recuperado ya el aliento espero tan ansiosa como María N. el acta...sólo que en esto de la espera, por suerte, no tengo tanta experiencia como ella y así no he podido evitar que aunque sea sobre un espacio en blanco comentar lo que no pude el otro día.
Con tu permiso,Ängeles, decirte que por dió no me hagas de sufrí y cuéntame de verdá cómo fueron las niñas ¿es verdad que estuvieron muy formalitas?

Eché mucho de menos estar con vosotras y comentar el libro...al que, por cierto como la mayoría, le dí mi voto de “bueno”.
Me ha gustado la historia y he tenido la sensación de asistir en directo a todos los lugares y eventos que se describen así como de conocer a los personajes tan bien como Somerset. Cómo si del brazo de éste, yo también convertida como él en personaje de la novela, hubiera vivido lo que él en primera persona nos cuenta.

Por ponerle un pero, me han sobrado en algunos momentos tanta chippendale y alfombra de savonnerie. Y otro pero, me revientan ciertas “consideraciones” que se permite a modo de cortesía para con el lector y que yo interpreto como un poquitín de...¿soberbia? No sé si es la palabra adecuada, o si tal vez la que peque de ello sea yo, pero me “molesta” que diga por ej. en la pág 12: “el lector inteligente podrá descubrir, sin gran esfuerzo, cuando he utilizado este recurso, y está en su derecho de rechazarlo”; o en la pág. 114: “para descanso del lector voy a comenzar un nuevo subcapítulo...lo hago exclusivamente por consideración hacia él...”; o cuando al comienzo del capítulo sexto dice “me parece honrado advertir al lector que puede saltarse este capítulo...”

De lectura placentera, amena y fluida, a veces incluso divertida, me incita a leerle más...sin dejar de preguntarme –algo hemos comentado en otra entrada- en el papel “fundamental” que juegan los traductores a la hora de que nos gusten más o menos el estilo de escritores no “hispanoescribientes” (con permiso de la RAE)

Cristina dijo...

¡esa es mi niña! ¡quitándome el título de impaciente oficial del blog! Pues mientras llega el acta, y ya que has roto el hielo, te diré que yo te eché muchíiiiiisiiiiiimoooooo de menos, y que sí, fuimos buenas, menos Marga, que se olvidó de hacer esas magníficas fotos del evento, y que, y que... me callo. Hasta que llegue el acta.

Marga dijo...

¡Eh, que yo también fui buena! Un poco despistadilla, eso sí, pero me apliqué en los últimos cinco minutos.

Cristina dijo...

no, si tú, por llevarme a mi la contraria...

oh, la lá la lá dijo...

Por cieeerto... ¿sabe madame Angelique que el acta la debe escribir aquí? oh, la lá!...

La impacientilla dijo...

tictactictac... va a hacer ya una semana hace ya que nos reunimos... tictactictac... ¡echo de menos el acta! ¿tardará mucho?

Pilar dijo...

1. María-sur, yo también te eché de menos, pero mucho, mucho y, si hubieras estado, habría coincidido contigo en los "peros" que le has puesto a la novela.

2. ¿Ya está mejor tu padre? No me he atrevido a llamarte por si andabas muy liada entre trabajo, casa, padre y te pillaba en mal momento. He preguntado en el blog pero cómo no había respuesta...

3. Ángeles me dijo la noche de la cena que escribiría el acta vía mail.

Anónimo dijo...

Pilipili, disculpa...mi padre, convaleciendo, pero muy requetebien. Gracias pelirosa.

Anónimo dijo...

Angeles, y disculpa tú también, pues acabo de darme cuenta que tengo yo el libro de actas ¡qué cabeza!, aunque no creo que esto te sirva de atenuante...!

Cristina dijo...

Acabo de mirar el email. Sin novedad.

Cristina dijo...

¡HABEMUS ACTAAAAA!

Pilar dijo...

Gracias Ángeles por la organización y el acta. Has evitado que más de una se muerda las uñas de los pies, una vez acabado con las de las manos, ante la espera.

¡¡¡¡AY!!!! ¡¡¡Ay!!!! ¡Me voy corriendo al baño que me está sangrando la uña del dedo gordooooooo!

Cristina dijo...

Ea, pues ya se puede hablar largo y tendido:

1. Eché mucho de menos a las ausentes, pero a María Sur más que a ninguna, porque se estrenaba en esto de faltar y por los motivos que la obligaron a hacerlo. Noté mucho tu sillita vacía.

2. Nuestra invitada de primera. Y una cosa que comenté luego: si yo fuera de invitada a un grupo como el nuestro me costaría trabajo ser la primera en hablar, aunque las dos que hemos tenido han salido gloriosas. Es un gustazo tener caras nuevas en las cenas, porque llega un momento en todas las relaciones en que ya sabes lo que va a decir el de al lado sólo con mirarle a los ojos.

3. Cada día somos más buenas. Dentro de poco hasta diremos: "perdona que te interrumpa, cariño"... (espero sinceramente no llegar a ese nivel de santidad, me gustáis más un poquito locatis).

4. El paquetito que me llevé, aparte dejar sus efluvios en el coche, se me olvidó que lo tenía en la nevera. Total, que lo podía haber tirado allí mismo. Debemos intentar pedir menos comida, porque da pena dejar tantas cosas ricas en los platos.

5. La boda inigualable e inenarrable. Hay veces que una imagen vale más que mil palabras.

6. La fotógrafa estupenda, como siempre. Por fotógrafa y por todo lo demás.

Maria-Norte dijo...

Gracias Angeles, por haberme llevado a la cena y por permitir, como dice Pilar, que me queden algunas uñas, pocas, enteras.

Anónimo dijo...

Y yo te doy las gracias, Ángeles, por haberme traido la cena a casa ¡! y a la fotógrafa por las fotos, y a nuestra master por los libros recomendados y a las impacientes por sus comentarios y por acordarse de mí. Gracias a todas por tanto.

Pilar dijo...

Yo iba a escribir algo pero... pero... la emoción ha podío conmigo y me he puesto a llorar como una magdalena cántabra. Lo siento, pero tengo que dejaros u oxidaré las teclas de mi ordenador y mis emociones. Mua, mua, muuuuaaaaaaaaaaaa.

Marga dijo...

Y ahora, ¿qué vamos a hacer?. Ángeles, tenías que haber esperado un poco, chiquilla, que con la escusa del acta el blog ha estado muy concurrido estos días. Gracias por plasmar tan bien nuestro encuentro, y por ser tan buena moderadora.

Cristina dijo...

y ahora ¿qué vamos a hacer?, dice ella clavando sus pupilas en mi pupila azul... ¿y tú me lo preguntas? pues nada, hija, a esperar al siguiente acta, como siempre ¿no? (qué querrá ella que hagamos, ¡las cosas que tiene!)

marga dijo...

Mira que lo borré porque sabía yo que iba a herir susceptibilidades, pero me dije, no, que no pasa nada, que capta la broma, que va a dejar pasar tan ricamente la oportunidad que le brindo en bandeja de echarme en cara mis ausencias...y lo volví a escribir. Y hete aquí que (tras una rápida visita a Ikea, donde no sabía yo que ya vendían lentillas de colores) ,nuestra Cris, que tan divertido, ameno, completo, enriquecedor, provocador, tiene siempre este su blog, que no querría que fuera de ella, entra al trapo. ¡Alma de Dios!, que era eso, una broma, que no nos dejas descansar ni un momento, que cuando entro furtivamente y no dejo huellas de mi paso me siento fatal por no corresponder a tanta dedicación. Y aprovecho y te doy las gracias de nuevo por eso, por tu dedicación, por intentar conseguir que seamos unas dignas, aunque muchas veces desagradecidas, compañeras de viaje.

Cristina dijo...

¿has ido a IKEA sin mí? ¡eso sí que me molesta!

Lo otro, querida Margui, era broma también, parece mentira que con la de comentarios que llevamos en nuestro cuerpo bloguero te creas que no voy a entrar al trapo ¡con lo que a mí me gusta un trapo sobre todo si lo llevas tú! ¡Ah! y el blog no es mío.
Adiós, hasta el mes que viene... (eso no te lo crees ni tú)

marga dijo...

¡Que no! ¡Que la que has ido a Ikea has sido tú! ¿No te acuerdas? ¿De dónde si no vas a haber sacado una pupila azul?

Pilar dijo...

Perdonad. A ver si hablamos con propiedad: a que he ido a Ikea soy yo y el blog es mío. ¡Dios Santo! ¡Cuán despistadas andas estas mozas en el preotoño de sus díscolas vidas!
Daos un beso y tan amigas

marga dijo...

¿Preotoño? ¿Preotoño dices? ¿No te gusta más "primaverón" para definir esta efervescencia juvenil que nos inunda?.

EL SUECO dijo...

Chicas, tranquilidad, que IKEA no es de Pilar ni de Marga ni de Cristina.....¡IKEA es mio! ¡Y las lentillas de colores están de saldo!

Pilar dijo...

Margui, lo de "primaverón", no sé por qué me ha concordado con "subidón". ¿Sabes tú por qué me habrá pasado eso?

SUECO querido: cundo quieras decir algo hazlo por favor en la lengua de los vikingos, o de lo contrario resultas poco creible.

Me voy a sentar en la tapa del vater para intentar averiguar yo solita quién se esconde detrás de tal cornuda identidad. ¿LO conseguiré? ¿No? ¿Sí? ¡Si sólo fuera primavera para echar mano de una margarita que me ayudara a deshojar el misterio!

marga al rescate dijo...

Pilar, yo creo que es muy fácil. ¿De qué color tienen los ojos los suecos? Azules, ¿verdad?. Pues nuestro sueco es Cristina con sus nuevas lentillas de Ikea.

marga dijo...

Y respecto a lo de relacionar primaverón con subidón, les pasa a todas las que se sientan a pensar en la tapa del váter. A mí, como pienso debajo de la mesa camilla, se me vienen a la cabeza Agamenón y torrijón. Debe ser cuestión de ubicación. Resignación.

Cristina dijo...

Pues no es por hacerme la sueca pese a ser rubia platino, Margaretta, pero "el sueco" no soy yo. Y como yo las raras veces que pienso lo hago en la chimenea, se me viene a la cabeza troncón, calorón y, lógicamente, cervezón...

Cristina dijo...

p.d. y ya, como ves, estoy en mi casa, sana y salva. Gracias por el transporte. He estado a punto de coger el primer vuelo, pero como su destino era muy vulgar, he preferido volver, sumisa, a mi hogar.