domingo, 15 de marzo de 2009

LAS CALLES TAMBIÉN ENSEÑAN


Propongo esta nueva entrada porque
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Algunas de las cosas que sé las sé por el nombre de las calles
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Y porque...

Esta tarde, disfrutando del té en los jardines de monsalvete-p.aguilera con los señores idem, se ha presentado ante nosotros el PADRE MARCHENA y bien que lo hemos pasado con él... aunque él con nosotros no sé. Yo, mirándole todo el tiempo como si de "una calle" se tratara, el otro hablándole de la revolución francesa, y la otra... ¡la otra no hacía más que comer bizcocho!


¡Padre Marchena, Padre Marchena ya sabemos quién es
así que disculpe usté
y venga de nuevo a tomar el té!
(¡ Y además a nuestra "sor" conocé!)


Humanista astrónomo y cosmógrafo, fraile franciscano y Custodio de la orden, que recibió a Cristóbal Colón en el monasterio de la Rábida y le apoyó y recomendó ante los Reyes Católicos.
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Por error de los primeros cronistas,
Fray Antonio y Fray Juan quedaron unidos en un solo personaje, amigo fiel de Colón en La Rábida, al que llamaron Fray Juan Antonio Pérez de Marchena, hasta que Martín Fernández de Navarrete en el siglo XIX demostró que eran dos frailes distintos..

Fray Antonio de Marchena se encontraba en La Rábida a fines de 1484 o comienzos de1485. Está allí, en su calidad de Custodio, accidentalmente, de visita canónica, como es ley y costumbre de la Orden de San Francisco y lo era entonces aún más, pues debían hacerla todos los años.
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Por eso el alcaide de Palos le llama Guardián, equivocadamente por supuesto, pero con su fundamento, ya que él no estaba obligado a saber distinguir las diferencias de oficio y, por otra parte, los "visitadores" solían asumir la autoridad local durante el tiempo de su permanencia oficial en el convento.
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Y por eso, Colón pudo ser recibido y vivir dentro del claustro con verdadera excepción de la ley y de la costumbre establecidas en general para huéspedes y peregrinos.

Y por eso, en fin, ha quedado en la tradición del pueblo la famosa CELDA DEL PADRE MARCHENA, que es sencillamente la habitación de honor, más amplia que las ordinarias, reservada en cada convento, por costumbre antiquísima de la Orden, a los Superiores mayores, Provincial o Custodio y General en el cumplimiento de sus oficios.

...

Estatua en piedra de Fray Antonio de Marchena,

obra de León Ortega.

La Rábida, Palos de la Frontera, Huelva, España.
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(La calle Padre Marchena está situada en el Distrito "Casco Antiguo" de Sevilla. Con unos 150 metros de longitud, discurre desde la calle Gamazo hasta la de Doña Guiomar)




7 comentarios:

Cristina dijo...

Gracias, María, pero tampoco comí tanto bizcocho, exagerá. Por cierto, Po la historia que nos contó mi Eli era otra ¿no? ¡qué confusión!

Anónimo dijo...

Verdá, un poco exagerá.
Y eso digo yo, ¿de quié nos habló tu Eli? Ahora estoy intrigá, Eliiiii!

Cristina dijo...

hago una pausa mientras acuesto a mi miguelito pa decirte una y otra vez, María Sur, ¡olé, olé y olé! pero qué cosas más bonitas se te ocurren! mira que la muñequita de la calle que se te ha ocurrío ¡olé!

Cristina dijo...

José Marchena Ruiz de Cueto(Utrera, 18 de noviembre de 1768 - Madrid, 31 de enero de 1821) es más conocido por el sobrenombre de Abate Marchena... se confundió e hizo un gazpacho marchenero...

Anónimo dijo...

Vale, vale, por un momento pensé que nos habias "colocao" algo en el té

Cristina dijo...

La criaturita confundió "Abate" con "Padre" ¡como estudió en colegios públicos, hay que entenderlo! a nosostras, que somos abadesas, esas cosas no nos pasa.

Pilar dijo...

Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.

La calle (Octavio Paz)

¡Qué entrada bonita, María!