Destaca la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de la Granada, cuyo largo proceso constructivo arranca de principios del siglo XIV y finaliza en el XVIII. De la primitiva iglesia mayor de estilo gótico mudéjar, con multitud de capillas particulares adosadas a sus naves, sólo se conservan los dos primeros cuerpos de la torre, la capilla de los Zapata o de San Juan Bautista y la capilla del Prior. Se sitúa en el corazón de la ciudad, en la Plaza del Ayuntamiento.
El interior del templo es renacentista con planta de tres naves y estructura de salón, es decir, de igual altura todas ellas. La división de las naves se lleva a cabo mediante grandes pilares cilíndricos.
Entre los elementos más interesantes del templo está la Puerta del Perdón, del siglo XIV, con cinco arquivoltas apuntadas -una con leones rampantes, y otra con una cruz flanqueada por dos castillos en la clave, aludiendo a la provincia de San Marcos de León-. Ocupa el cuerpo inferior. El arco apuntado de la puerta queda perfilado exteriormente por el motivo decorativo de las puntas de diamante. En el segundo cuerpo se dispone una hermosa ventana geminada de arcos trilobulados, que se enmarca a su vez por otro gran arco apuntado. Por su parte la fachada Sur esta conformado por una parte por el exterior de la capilla de San Juan y por otro por la llamada Puerta de San Juan que es una copia exacta al nivel inferior de la portada Norte, de estilo barroco.
Símbolo de la iglesia y de Llerena es su portentosa torre campanario de ladrillo, de base mudéjar y alzado completamente barroco del siglo XVIII.
La capilla del Licenciado Zapata se encuentra junto a la cabecera del templo, ocupando varios tramos de la nave de la Epístola. Es de estilo gótico-renacentista, fundada originariamente por Hernando de León, Contador mayor de Castilla en 1498 y que, tras ser condenado por el Tribunal del Santo Oficio por hereje, fue subastada, siendo adquirida por el licenciado Luis Zapata. Es de planta poligonal, con sacristía propia, coro y sotocoro a los pies, y se abre al resto del templo mediante tres arcos, uno de medio punto y otro rampante a la nave central y otro apuntado a la nave de al Epístola.La Capilla del Prior, fundada por el Prior Gonzalo de la Fuente en 1580, es una edificación plenamente renacentista, de planta rectangular, con arcos de medio punto sobre pilares sobrios y elegantes pilastras de orden toscano, y con cubierta mediante bóveda vaída con decoración de casetones. En su interior destaca la portada que da acceso a la sacristía con la siguiente inscripción: “ESTA CAPILLA DOTÓ Y FUNDÓ DON GONZALO DE LA FUENTE, PRIOR DE LA PROVINCIA DE LEÓN. AÑO 1580”. La portada se remata con un frontón con el blasón del fundador.
Adosado a la cabecera del templo, se encuentra el de la Granada, habitáculo especialmente consagrado a la imagen de la Virgen, muy común en las iglesias de advocación mariana de Andalucía y Extremadura.
El segundo nivel es de estilo mudéjar, probablemente del siglo XVI, y está compuesto por dos pisos con sucesión de arcos de medio punto enmarcados por alfiz sobre pilares octogonales, dotando a esta fachada de gran originalidad. Por su parte la fachada Oeste se compone por los dos primeros cuerpos de la torre de estilo gótico mudéjar y del siglo XIV. Del siglo XVIII es la curiosa balconada doble. La función de esta galería con arcos es poder contemplar los espectáculos que se celebraban en la plaza, mayoritariamente taurinos.
La torre de la iglesia Mayor, elemento más destacado del edificio y construcción emblemática de la ciudad, tiene cinco cuerpos, los dos primeros ya descritos, y el resto de estilo renacentista construido en ladrillo en la segunda mitad del siglo XVI. El tercer y cuarto cuerpo presentan al exterior doce grandes machones de sección rectangular que enmarcan diez vanos con arcos de medio punto peraltados, dos en los lados menores de la torre y tres en los mayores. Se enmarcan por finas columnas y multitud de molduras que producen un determinante efecto de claroscuro. En el tercer arco de la torre los arcos arrancan de un antepecho abalaustrado y se coronan por frontones rectos, cuyos tímpanos se adornan con discos de cerámica vidriada. En el cuarto cuerpo la balaustrada se sustituye por placas rectangulares rehundidas y sobre las columnas se dispone un entablamento con triglifos y metopas, eligiéndose en esta ocasión el frontón curvo. Por último, sobre una terraza abalaustrada se levantan cuatro torrecillas de planta circular en los ángulos cubiertas por cupulines de cerámica vidriada y una linterna en el centro de tres cuerpos que reiteran a escala más reducida el alzado de al torre.
Excepcional muestra de la arquitectura de estilo hispano-flamenco, la parroquia de Santiago Apóstol, otro de los edificios de un valor histórico artístico más destacados de la localidad. Fundada por el último Gran Maestre de la Orden de Santiago, Don Alonso de Cárdenas, hacia 1475, para que le sirviera de lugar de enterramiento. A su fallecimiento sólo se había construido la cabecera del templo, haciéndose cargo de las obras su yerno Pedro Portocarrero, que modifica el proyecto original, que preveía la construcción de un templo de tres naves con torre a los pies, para disminuir el coste de la misma. También cambia el material, sustituyéndose el sillar de piedra por el mampuesto, reservándose el primero solamente para los vanos y líneas maestras. A consecuencia de estas modificaciones en el proyecto original, nos encontramos con una iglesia de una sola nave, con el coro a los pies y cabecera muy desarrollada. La cubierta de la capilla mayor es una bóveda estrellada, y en el resto de la nave se soluciona mediante bóvedas sexpartitas sustentadas por pilares de baquetones adosados al muro, con capitel de hojarasca. La iluminación se hace a través de sencillas ventanas geminadas, ligeramente abocinadas. Al exterior presenta estribos, que en la parte de la cabecera se decoran con pináculos y gárgolas, y el blasón de los fundadores junto con una lapida conmemorativa de la fundación del templo con caracteres góticos, todo ello enmarcado por un rico entramado de tracerías, así como cornisa volada de modillones. Posee tres portadas construidas en cantería, que responden a un mismo diseño, aunque la del lado Norte se destaca sobre el resto por su mayor decoración. Presentan arco apuntado y abocinado perfilado por gablete sostenido por ménsulas y coronado con cruz florenzada. El tímpano no presenta decoración y el vano de entrada es adintelado. Las arquivoltas descansan en finas molduras que siguen el mismo modelo descrito en las ventanas. La portada Norte presenta además dos pináculos escalonados y florenzados, que enmarcan la puerta junto con un gran alfiz sobre ménsulas. También aparecen en este portada Norte los escudos de Don Alonso de Cárdenas y su esposa Leonor de Luna.
Al exterior, presenta dos portadas gemelas de ladrillo de tres cuerpos, el primero conformado por arco de medio punto sobre el que se levanta el segundo cuerpo conformado por dos arcos similares, flanqueados por pilastras y que dan lugar a hornacinas. Nuevamente aparece un entablamento que además se remata por un frontón roto que alberga el tercer cuerpo, idéntico al anterior, pero de un solo arco, rematándose por un frontón triangular en cuyo tímpano se alberga el escudo de los fundadores.
Junto al convento de Santa Clara, el único espacio monacal con una función religiosa en la ciudad es la iglesia del desaparecido convento de la Concepción. Aunque su fundación se fecha en 1537, el edificio que hoy conocemos es barroco del siglo XVII en el que tan sólo se conserva de la primitiva fábrica una sencilla, aunque hermosa, portada plateresca y un púlpito de cantería policromado. La iglesia es también de planta de cajón, con capillas hornacinas y con cubierta de bóveda de cañón con lunetos. El presbiterio se cubre con cúpula semiesférica con linterna, y cúpula en el ábside. Las capillas hornacinas se conforman por arcos de medio punto sobre pilastras toscanas. A su vez estas capillas quedan encuadradas por pilastras de orden gigante que sostiene un entablamento recorre todo el templo.
La portada se compone de dos cuerpos de cantería sobre los que se dispone una espadaña de ladrillo de tres pisos. La entrada se organiza mediante un arco carpanel sobre jambas apilastradas decoradas con candelieri. Queda enmarcada a su vez por dos pilastras decoradas también con elementos típicamente renacentistas sobre el que se dispone un entablamento con friso corrido con la inscripción "AVE MARÍA". El segundo cuerpo queda enteramente ocupado por un vano rectangular flanqueado por dos semicolumnas adosadas de orden toscano.
También se conserva aún en pie la iglesia del Colegio Jesuita. El edificio, fundado a iniciativa del cabildo de la ciudad para dotarla de centros de enseñanza en 1631, sería traspasado con posterioridad los padres Mercedarios, tras la expulsión de la comunidad jesuita de los reinos de España, tomando el nombre de Convento de la Merced. El templo del mismo, uno de los más grandes de la ciudad, es barroco y planta de cruz latina con crucero muy desarrollado y capillas entre los contrafuertes. Se cubre con bóvedas de cañón en la nave principal y bóvedas de aristas en las capillas laterales. El crucero se cubre con un cimborrio octogonal al exterior y cúpula semiesférica con linterna en el interior. Son muy destacadas las tres portadas de cantería por las que se accede al inmueble, dos de ellas de estilo barroco clasicista, con los escudos de España y la Orden Mercedaria. La tercera, gótico renacentista que debió pertenecer a una construcción anterior, con vano adintelado y almohadillado y logia con pretil de tracerías góticas.
Son numerosos los restos de otros conventos e iglesias pertenecientes a las distintas órdenes religiosas asentadas en Llerena, como el claustro del convento de Santa Ana, el tramo del coro de la iglesia del Convento de Santa Isabel o los muros y ábsides del de San Buenaventura. Todos ellos tienen su origen en el siglo XVII y estilísticamente han de encuadrarse en el estilo barroco.
El Hospital de San Juan de Dios es una fundación de 1672, siendo su iglesia barroca del siglo XVIII. Destaca su hermosa fachada, de cierto sabor hispanoamericano. La iglesia tiene planta de cruz latina, con cúpula lucernario sobre el crucero y bóveda de cañón con lunetos en el resto del templo. Todo el interior se recorre por un complicado entablamento con multitud de molduras sobre pilastras pareadas de orden gigante. Además el hospital mantiene intacto el refectorio, claustro porticado con arcos de medio punto sobre esbeltas columnas con capitel de castañuelas, y otras dependencias, así como la portada de acceso al mismo toda ella de cantería y de estilo clasicista del XVII.
También se conserva numerosos ejemplos de casas señoriales, blasonadas, en su mayoría de estética barroca, aunque aún son más numerosas las muestras de arquitectura mudéjar de los siglos XVI, XVII y XVIII, casas de dos plantas y patio porticado en el interior. El uso del ladrillo y el yeso combinado con elementos decorativos tales como el alfiz, el arco de herradura y el modillón dotan a estos edificios de una estética especialmente atrayente por su preclaro sabor popular.
10 comentarios:
No nos dará tiempo a ver todo, pero sin duda sabemos lo que hay que ver en Llerena y sabemos muy bién a donde vamos.
Gracias Cristina
Hoy me pillas románticonaa, y para que comas a besos cuando me veas, te diré que, sin desmerecer todo lo demás, yo me conformo con que me de tiempo a verte a tí..
No sé si soy muy presuntuosa, pero si ese comentario va por mí, no dudes que tendremos tiempo y que te comeré a besos y abrazos y mimos y mas mimos y chuches y cariños y de todo lo güeno, güenísimo
Joer, ¡cómo está el ambiente! Angela, ¿se han contagiado después de lo nuestro?
BUENO, ME TENDRÉ QUE PEDIR UNA HABITACIÓN SINGLE, PORQUE VEO YO AQUÍ MUCHAS PAREJITAS...
Yo creo que si, que todas se estám contagiando. Está pasando como pasó al final en la novela "EL PERFUME"...veremos a ver como acabamos en LLerena!
Alto, alto, alto, no alarmarse que hay tiempo, besos, abrazos, mimos y chuches, para todas.
os va a coger el licenciado Zapata y os va a mandar de cabeza al tribunal de la Inquisición ¡pecadoras! ¡menos mal que queda alguien sensato en este grupo! ¡mantendré el pabellón alto, a pesar vuestra!
Chicas del blog; ya le dije a Cristi por mail que no puedo ir a Llerena el fin de semana previsto. Contacté con María del Mar para ver si ella quería ocupar mi puesto en la habitación triple -puesto que ella aún no había resrvado, según dijo en la cena de Hoy Libro- pero me ha dicho que no puedo ir pues tiene un compromiso.
Llamaré a LLerena para que dejen la habitación triple en doble.
c.ñ. ¡que no he leído el email! llevo unas semanas de loca... ahora vuelvo
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