Dicho y hecho. Después de mucho pensar, vendí parte de mis pertenencias, regalé el resto, me compré tres perros y cuatro percebes, un trineo sin GPS y me piré a Laponia. Vendo castañuelas suecas y enseño ortografía a unos lugareños que, a cambio, me enseñan su lengua. ¿Ha visto alguien algo más absurdo y más maravilloso? Pues así vivo yo.
Sus amigos alegres como castañuelas y frente a una fuente de percebes, regado con buen vino de Alvariño, la contaban su viaje a Laponia, la maravilla de la Aurora Boreal, los renos, la casa de Papá Noel, pero ella estaba ausente, acababa de tomar una decisión díficil y muy dolorosa, decir al veterinario que acabara con la vida de su fiel perra "Salsa", compañera de los últimos años y que dejaba un recuerdo entrañable en cada rincón de su casa y de su corazón. Y de repente se acordó, en su lista de buenos propósitos ya no podría enseñar a Salsa a cerrar las puertas, pero sí a mejorar su ortografía y manera de escribir, porque una buena samaritana le había abierto el camino para conseguir por lo menos ese propósito.
Pues yo me he quedao con cara de PERRO, y sin palabras ni ORTOGRAFÍA, cuando he descubierto que tan contenta ella y alegre como unas CASTAÑUELAS, mi tocaya del norte en vez de invitarme a unos PERCEBES a la “Corunia” me ha mandao a la LAPUNIA. ¡Y se ha quedao tan fresca!
-LAPONÍA, a ella LAPONÍA comer PERCEBES, no lo podía evitar, se ponía como unas CASTAÑUELAS y caliente como un PERRO cada vez que sorbía su sabor a mar.
-chiquilla, que no se dice Laponía, tienes que repasar la ORTOGRAFÍA.
Una corrige la ortogafía, otra dice que no la invito a percebes, pues yo alegre como unas castañuelas me voy a Laponia el día 11 a montarme en un trineo tirado por perros, cual esquimalita feliz.
Ella siempre había vivido en LAPONIA. Sus ojos estaban acostumbrados al blanco de la nieve, y no conocía más que ese color. Pasaba meses y meses con la única compañía de su perro "PERCEBE", regalo de un explorador gallego, que estuvo alojado con ella mientras investigaba sobre el cambio climático.
Él le habló de su remoto país, España, y le enseñó a dibujar esa Ñ que no existía en la ORTOGRAFÍA Lapona y que tanta gracia le hacía a ella "tiene bigote, decía, esa N tiene bigote".
Los días que no salía a medir la temperatura, le tocaba las CASTAÑUELAS, y el riá riá pitá resonaba en el iglú tanto que ella pensaba que se derretiría el hielo. Le describió los colores de su tierra, el verde del bosque, el azul del mar y el rojo de las camelias.
Desde que él se fue su vida volvió a ser blanca y silenciosa. Pero ya no le gustaba LAPONIA.
Nací en LAPONIA, aunque allí parezca que no nace nadíe, no es verdad, allí nacemos unos cuantos cada año. Vivo sóla en un iglú acompañada de mi PERRO, que es uno de esos cuantos que nacemos aquí cada año. Hasta hace poco yo era la única nieta de mi abuela, ella ha fallecido, por lo que yo seguiré siendo siempre su única nieta. Aunque nazcan más nunca serán verdaderos nietos, al menos no de mi abuela. Me dejó en herencia unas CASTAÑUELAS preciosas que le había regalado un amante secreto. Lo de secreto no lo digo por ella, que ella sí lo sabía, era secreto para los demás. También me dejó unos folios escritos en español con muchas faltas de ORTOGRAFÍA,cosa,por otro lado,bastante normal, ya que ella había nacido y se había criado en Laponia, formando parte de esos cuantos que ya dije al principio. En sus escritos hablaba de unos bichejos de extraña apariencia y de extraordinario sabor que se llamaban PERCEBES.
- ¿Un iglú con tejado de juncos y pasto de CASTAÑUELAS?... ¡Pero mira que eres PERCEBE! - ¡Sois unos PERROS!... Y tomando la ORTOGRAFÍA del iglú que durante años había soñado embarqué para LAPONIA.
(Y aunque hoy les confieso que de CASTAÑUELAS, nada de nada, no encuentro razón para que piensen, porque se que lo están pensando, que ahora me he vuelto loco, o tal vez que ya sólo hablo en sami.
¡Vale! ¡Yo, en el Circulo Polar Ártico! Pero cuerdo, muy cuerdo,¡eh! Tanto que recuerdo, todavía y muy bien, mi idioma y aquellas palabras. ¡Y todos sus significados!
Aún se me despierta una sonrisa cada vez que los recuerdo...¡pero qué digo, si me muero de la risa!
Y es que desde que volvió de Alemania, feliz y casado con la tia Ingrid, todas las tardes era lo mísmo. Llegando las cinco, el tio Cefe, un andaluz muy resalao, LA PONÍA a dar clases de flamenco. Mientras, yo, desde la salita contigüa, los escuchaba (y perdonen la ORTOGRAFÍA):
- (Riá, riá, pitá). Ceferrino, querrido, clarro que me gustan mucho las CASTAÑUELAS, PERRO es que ahorra ... - ¡PERCEBErancia Ingri! ¡PERCEBErancia! ¡Vamos! Riá, riá, pitá...¡Otra vez! Riá,riá, pitá...
-Maruxiña, Maruxiña, qué alegría, estoy más contento que unas CASTAÑUELAS, me han puesto un 9'5 en ORTOGRAFÍA, vamos a celebrarlo, mientras te vistes saco yo al PERRO, que te invito a un ribeiro y unos PERCEBES. -Pero Xurxo, ¿un 9'5? ¿por qué no te han puesto un 10? -Oh! puse vizco en vez de bizco
La otra tarde, despues de mi clase de ortografía, me fuí al cine, para intentar olvidarme de que mi perra ya no estaba conmigo, era una película sobre Laponia, se titulaba " Los percebes no saben lo que son las castañuelas", que pérdida de tiempo. No entendí nada
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
Al empezar, siempre, siempre, arriba. Al empezar. ¿Y al terminar? Abajo, siempre abajo.
Que no es de sexo de lo que hablo, más bien de ORTOGRAFÍA, aunque tratándose de exclamar, igual me serviría.
El puntito, mujer, el puntito de la exclamación, bien arriba, bien abajo, según pinte la ocasión. ¿Y el ge?... Pues igual, chiquilla, igual...¡vaya con la pasión!
¡Ay, ay, ay, ayayay! ¡Que hasta el cielo subiría con mi exclamación! Y si por aire no pudiere, ¡por tierra, por tierra que me fuere! Trineo de PERROS y renos ¡hasta la mismísima LAPONIA cuando menos!
¡Alegría, alegría y ayayayay! Y que suenen ya las palmas y CASTAÑUELAS ante tanta tentación. ¡Ay,ay,ay, ayayay! ¡Y es que comer PERCEBES es toda una sensación!
19 comentarios:
Dicho y hecho. Después de mucho pensar, vendí parte de mis pertenencias, regalé el resto, me compré tres perros y cuatro percebes, un trineo sin GPS y me piré a Laponia. Vendo castañuelas suecas y enseño ortografía a unos lugareños que, a cambio, me enseñan su lengua. ¿Ha visto alguien algo más absurdo y más maravilloso? Pues así vivo yo.
Sus amigos alegres como castañuelas y frente a una fuente de percebes, regado con buen vino de Alvariño, la contaban su viaje a Laponia, la maravilla de la Aurora Boreal, los renos, la casa de Papá Noel, pero ella estaba ausente, acababa de tomar una decisión díficil y muy dolorosa, decir al veterinario que acabara con la vida de su fiel perra "Salsa", compañera de los últimos años y que dejaba un recuerdo entrañable en cada rincón de su casa y de su corazón. Y de repente se acordó, en su lista de buenos propósitos ya no podría enseñar a Salsa a cerrar las puertas, pero sí a mejorar su ortografía y manera de escribir, porque una buena samaritana le había abierto el camino para conseguir por lo menos ese propósito.
Pues yo me he quedao con cara de PERRO, y sin palabras ni ORTOGRAFÍA, cuando he descubierto que tan contenta ella y alegre como unas CASTAÑUELAS, mi tocaya del norte en vez de invitarme a unos PERCEBES a la “Corunia” me ha mandao a la LAPUNIA. ¡Y se ha quedao tan fresca!
-LAPONÍA, a ella LAPONÍA comer PERCEBES, no lo podía evitar, se ponía como unas CASTAÑUELAS y caliente como un PERRO cada vez que sorbía su sabor a mar.
-chiquilla, que no se dice Laponía, tienes que repasar la ORTOGRAFÍA.
-¡Ya salió la lista!
Una corrige la ortogafía, otra dice que no la invito a percebes, pues yo alegre como unas castañuelas me voy a Laponia el día 11 a montarme en un trineo tirado por perros, cual esquimalita feliz.
En LAPONIA no hay PERCEBES,
ni tampoco CASTAÑUELAS,
pero si tienes un PERRO
te puedes ir con tu abuela,
y si sabes ORTOGRAFÍA
te puedes ir con tu tía
Ella siempre había vivido en LAPONIA. Sus ojos estaban acostumbrados al blanco de la nieve, y no conocía más que ese color. Pasaba meses y meses con la única compañía de su perro "PERCEBE", regalo de un explorador gallego, que estuvo alojado con ella mientras investigaba sobre el cambio climático.
Él le habló de su remoto país, España, y le enseñó a dibujar esa Ñ que no existía en la ORTOGRAFÍA Lapona y que tanta gracia le hacía a ella "tiene bigote, decía, esa N tiene bigote".
Los días que no salía a medir la temperatura, le tocaba las CASTAÑUELAS, y el riá riá pitá resonaba en el iglú tanto que ella pensaba que se derretiría el hielo. Le describió los colores de su tierra, el verde del bosque, el azul del mar y el rojo de las camelias.
Desde que él se fue su vida volvió a ser blanca y silenciosa. Pero ya no le gustaba LAPONIA.
Nací en LAPONIA, aunque allí parezca que no nace nadíe, no es verdad, allí nacemos unos cuantos cada año. Vivo sóla en un iglú acompañada de mi PERRO, que es uno de esos cuantos que nacemos aquí cada año. Hasta hace poco yo era la única nieta de mi abuela, ella ha fallecido, por lo que yo seguiré siendo siempre su única nieta. Aunque nazcan más nunca serán verdaderos nietos, al menos no de mi abuela.
Me dejó en herencia unas CASTAÑUELAS preciosas que le había regalado un amante secreto. Lo de secreto no lo digo por ella, que ella sí lo sabía, era secreto para los demás. También me dejó unos folios escritos en español con muchas faltas de ORTOGRAFÍA,cosa,por otro lado,bastante normal, ya que ella había nacido y se había criado en Laponia, formando parte de esos cuantos que ya dije al principio.
En sus escritos hablaba de unos bichejos de extraña apariencia y de extraordinario sabor que se llamaban PERCEBES.
- ¿Un iglú con tejado de juncos y pasto de CASTAÑUELAS?... ¡Pero mira que eres PERCEBE!
- ¡Sois unos PERROS!...
Y tomando la ORTOGRAFÍA del iglú que durante años había soñado embarqué para LAPONIA.
(Y aunque hoy les confieso que de CASTAÑUELAS, nada de nada, no encuentro razón para que piensen, porque se que lo están pensando, que ahora me he vuelto loco, o tal vez que ya sólo hablo en sami.
¡Vale!
¡Yo, en el Circulo Polar Ártico! Pero cuerdo, muy cuerdo,¡eh! Tanto que recuerdo, todavía y muy bien, mi idioma y aquellas palabras. ¡Y todos sus significados!
¡Y ustedes...en Babia!)
Aún se me despierta una sonrisa cada vez que los recuerdo...¡pero qué digo, si me muero de la risa!
Y es que desde que volvió de Alemania, feliz y casado con la tia Ingrid, todas las tardes era lo mísmo. Llegando las cinco, el tio Cefe, un andaluz muy resalao, LA PONÍA a dar clases de flamenco.
Mientras, yo, desde la salita contigüa, los escuchaba (y perdonen la ORTOGRAFÍA):
- (Riá, riá, pitá). Ceferrino, querrido, clarro que me gustan mucho las CASTAÑUELAS, PERRO es que ahorra ...
- ¡PERCEBErancia Ingri! ¡PERCEBErancia! ¡Vamos! Riá, riá, pitá...¡Otra vez! Riá,riá, pitá...
-Maruxiña, Maruxiña, qué alegría, estoy más contento que unas CASTAÑUELAS, me han puesto un 9'5 en ORTOGRAFÍA, vamos a celebrarlo, mientras te vistes saco yo al PERRO, que te invito a un ribeiro y unos PERCEBES.
-Pero Xurxo, ¿un 9'5? ¿por qué no te han puesto un 10?
-Oh! puse vizco en vez de bizco
La otra tarde, despues de mi clase de ortografía, me fuí al cine, para intentar olvidarme de que mi perra ya no estaba conmigo, era una película sobre Laponia, se titulaba " Los percebes no saben lo que son las castañuelas", que pérdida de tiempo. No entendí nada
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
Yo, Laponia lópez Pérez,vecina del barrio del Percebe, nº0, en ausencia total de sus facultades mentales, declara ke, visto su total fracaso en su relación con humanos, ha decidío de forma unilateral, comenzar una convivencia con unas castañuelas en forma de perro.
(Disculpen las molestias x mis faltas d ortografia pero dicha relación con mis congéneres mayevao a ser autodidata)
¡Ay, ay, ay, ayayay!
Al empezar, siempre, siempre, arriba. Al empezar.
¿Y al terminar? Abajo, siempre abajo.
Que no es de sexo de lo que hablo, más bien de ORTOGRAFÍA,
aunque tratándose de exclamar, igual me serviría.
El puntito, mujer, el puntito de la exclamación,
bien arriba, bien abajo, según pinte la ocasión.
¿Y el ge?...
Pues igual, chiquilla, igual...¡vaya con la pasión!
¡Ay, ay, ay, ayayay!
¡Que hasta el cielo subiría con mi exclamación!
Y si por aire no pudiere, ¡por tierra, por tierra que me fuere! Trineo de PERROS y renos ¡hasta la mismísima LAPONIA cuando menos!
¡Alegría, alegría y ayayayay!
Y que suenen ya las palmas y CASTAÑUELAS ante tanta tentación.
¡Ay,ay,ay, ayayay! ¡Y es que comer PERCEBES es toda una sensación!
No se me ha pegao el dedo a la tecla. Es ke ya estoy mu jarta de tó y kiero ke kede clara mi decisión de vida pal futuro.
FIMADO: papá noel, ahora, tras su intervención de kirúrgik, "La loca del trineo"
no me entero de ná...a ésta se lan congelao las neuronas...
¡¡Si sólo fueran las neuronas hija!! Es ke se lo he contagiao a mi ordenador, de tants hors como pasamos juntos. ¿T lo pues creer?
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