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PRESENTS
ALAIN DELON AND MAURICE BONET
IN “A PLENO SOL”
¡¡¡AY OMA QUE RICOS!!!!
¡Jajajajaja! con el estrepitoso sonido de nuestras carcajadas no hizo falta llamar al timbre, y rauda y veloz apareció una cabeza —todo labios y pelos rosas y monísima de la muerte— dándonos la bienvenida con su sonrisa de oreja a oreja.
Al cruzar el umbral, como si fuera el día de los reyes magos, tres zapatillas nos esperan con un regalito dentro... "aquí todo el mundo entra sin zapatos... es por el suelo de corcho, ¿sabes, cariño?", nos dice la Pili. Obedecemos, mirando de reojo con avaricia los regalitos. Perdemos mucho glamour, eso sí, pero todo sea por el corcho de la chiquilla.
Con las zapatillas puestas (las mías eran rosas de ganchillo) abrimos los regalos: unas pulseritas ideales. Nuevo alboroto. “A ver la tuyaaa”, “la mía me queda chica ¿me la cambias?” “buenoooo, valeeeeee”.
Visita guiada a los aposentos de nuestra anfitriona, alterando el ritmo de sus dos muchachos, que hasta que entramos nosotras estaban cada uno tranquilitos con sus ocupaciones.
"¡Ayyyy qué moniiiiisiiiimaaaa estás en esta fotoooo, hijaaa, pero qué fotogénica que ereees!" "qué mono lo tienes todo, y tan ordenaditooo"…
Bueno, chicas, al salón, que Alain nos espera.
Marga se metió en la cocina para preparar los gintonics mientras yo trajineaba con los cables y los mandos a distancia del dvd… De pronto, el silencio fue roto por un lastimoso quejido procedente de la cocina:
—¿que no hay hieloooooooo? ¿en tu casa no hay hielooooo? ¿cómo es posible esooooo?
—Ayyy, cariñooo, pues nooo —dijo la abstemia Pilar— ¿y no os lo podéis tomar sin hielo?...
En fin, que nos apañamos con unas cervezas que milagrosamente estaban en la nevera y muchos frutos secos. La botella de gin… ¡a la bolsa otra vez!...
A PLENO SOL
DURACIÓN: 115 min.
DIRECTOR: René Clément
MÚSICA: Nino Rota
REPARTO: Alain Delon (Tom Ripley), Maurice Ronet (Philippe Greenleaf), Marie Laforêt (Marge), Elvire Popesco (Madame Popova), Erno Crisa (Riccordi), Ave Ninchi
Sinopsis: ¡Nada que ver, pero nada que ver con la novela!
Entonces suena mi móvil, con el pollo aún rebotando sobre el suelo de mármol del lujoso pero cursilísimo apartamento de Tom en Roma... tintiiin, tintiiin... Le damos a pause, y al leerlo digo ¡ooooooh! Mensaje desde Oxford city de nuestra Mary:
"Dear everyone: echándoos de menos y hoy en especial... Por aquí todo very very great pero mi ensueño termina en pocos días... no problemas, sólo circunstancias. Tengáis buena velada, mientras yo acabo de tomar el té con el Gauguin en la Tate Modern... Kisses para todas"
Ayyy léemelo otra vez, Sam... y otra... y otra... ufff... reenvio el mensaje a las asistentes para que se lo aprendan de memoria y poder seguir con la peli.
Y lo peor, el final. Os lo cuento porque no creo que después de esta crítica os queden ganas de verla:
Marge hereda tó lo de Philippe (¡hereda ella!, ¿que por qué? ni ideaaaaaaaa, porque a él lo vimos escribir el testamento a su favor y mandarlo por correo al señor Greenleaf). Entonces Tom se la liga y catapumchimpum, se la cepilla en Mongibello, donde antes vivían los tres en amor y compaña y ahora viven los dos también en amor y compaña. Venden el barco para tener cash y largarse con viento fresco los dos juntos, y hasta viene el señor Greelanf de los Estates Unites para la venta. Un poli con una cara mu larga también ronda el puerto (¿será la moja de gafas de culo de botella?).
Alain aprovecha para tomar el solail en un chiringuito mientras la heredera se va al astillero a pillar la pasta.
Sacan poco a poco el barco en el astillero, y con todo el mundo mirando, se fijan en una soga que está enganchada en la hélice... a medida que va saliendo el barco, Philip-Dickie, cual momia egipcia, también sale a la superficie. Lo mejor. Una mano de esas que se ponen los niños en halloween, saliendo de la loma de la momia como pidiendo limosna. Total, que el poli de la cara agria se va al chiringuito donde estaba Alain a pleno sol en su hamaca tan tranquilito y lo pesca. ¡Al trullo con él, hombre! ¡no hay derecho!
En fin, que nos quitamos las babuchas comentando los detalles y nos vamos a plena noche al lugar de la cena... pero esa ya es another history... que contará Marió cuando acabe su mudanza...
Eso sí, Alain muy guapo, pero para nuestro gusto, un poco ñoño.
2 comentarios:
¿Queda algo por decir? Pues no. Salvo que, a pesar de que nos decepcionó la película, disfrutamos mucho con los comentarios, la compañía, los regalos, los frutos secos, las zapatillas…
Que bien sabes contarlo tó, es como si estuviera viendo otra vez la película.....!
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