jueves, 19 de febrero de 2009

4. CADENA DE PALABRAS

INSTRUCCIONES: hay que leer detenidamente todo lo escrito antes de ponerse a escribir, porque consiste en que entre todas hagamos un relato completo, ya sabéis: con comienzo, nudo y desenlace
En este caso os cuento un hecho tan real como autobiográfico para que lo continueis como mejor os parezca:

Aquella tarde, hace ya unos años… yo bañaba a mi niña y Belén recogía el tendedero. Ella era la novia de mi hermano y quería estudiar en Sevilla. Yo ya no era novia de nadie y mi nuevo trabajo me obligaba a trasladarme también a Sevilla. Vivíamos juntas.
Han pasado, como decía, unos años, tantos que la niña ya se baña sola y es ella quien recoge la ropa, y hasta Belén, la “grassiosa” de Belén, lleva ya casada un tiempo con mi hermano.

¿Por qué digo “grassiosa”? –y que conste que la quiero mucho- pues porque…..….a la mañana siguiente viajaba yo en el coche con mi jefe, y en animada charla, cuando eché mano al bolso para coger un pañuelo y…
¡aún recuerdo los ojos de él mirando, incrédulo, lo que yo acababa de sacar entre mis manos!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

entre mis manos bailaba graciosamente aquel tanga que mis amigas me regalaron en mi último cumpleaños. Era un tanga aleopardado, tipo tirachinas, con unas pequeñas cuentas de color rojo....

Cristina dijo...

...rojo como la cara que se me puso a mí cuando vi la cara de sorpresa de mi jefe. Su mirada iba del tanga a mi rostro. ¿Quizás pensaba que me estaba insinuando?...

Pilar dijo...

¿O tal vez reconoció en aquella minúscula prenda el olor aún reciente de un encuentro secreto?

-Si quieres, paso a recogerte por casa- me había propuesto la tarde anterior en la oficina.Un ofrecimiento que, en las últimas semanas repetía con sospechosa frecuencia.

Cristina dijo...

...frecuencia que marcaba siempre él, con ese egoísmo propio del amante felizmente casado, que debía coincidir con las clases de taichi o la manicura de su amante esposa...

Pilar dijo...

Mujer a la que, por cierto, nunca conocí mientras trabajé para él y con la que, algún tiempo después, coincidí, por casualidades de la vida, en un retiro en Las Alpujarras.

Cristina dijo...

...en las Alpujarras la reconocí a primera vista, recordé la foto que él no se molestaba en quitar de la cómoda de su dormitorio, y en aquella casa cueva donde las dos nos alojábamos, en una noche de confidencias, me contó todos sus secretos de alcoba, sin saber que yo era una de las muchas de las que me contaba que habían retozado entre sus sábanas...

Anónimo dijo...

entre sus sábanas había llegado a encontrar todo tipo de prendas íntimas olvidadas y ,aunque con resignación, llevaba años retirándolas en silencio y fingiendo. Estaba segura, que a pesar de ello, ambos se amaban.

Solo que ahora, desde hacía ya unos meses, todo parecía haber cambiado. Sentía que su marido se alejaba y esta vez, estaba segura, que a pesar de tantas, ese tanga aleopardado, tipo tirachinas, con unas pequeñas cuentas de color rojo, tenía mucho que ver…

Anónimo dijo...

¡Ver para creer!, le oí gritar cuando entraba en el baño de mi habitación. Ella había entrado a buscar unos vasos mientras yo rebuscaba en mi maleta la petaca de whisky; ambas necesitábamos un trago.
¡Puta!...¡cerda!....y tirándome a la cara la prenda que acababa de encontrar colgada en la barra de la ducha huyó corriendo entre los pasadizos de la cueva…
Y yo me acordé de mis amigas. ¿Por qué todos los años me regalaban el mísmo tanga?

Cristina dijo...

¡FIN!

Pilar dijo...

And the Oscar to best original script goes to...


¡¡¡¡HOY LIBRO FOR "El tanga que nunca debió estar allí"