Exprimidas tengo yo las neuronas de tanto moverlas, engrasarlas... vamos, menearlas para que no se me atrofien. Como dicen que es bueno para la memoria, la agilidad.... en fín que así tengo yo el blog, abandonaito. Y el señorito protestanto por que la cena no está servida, la cama sin hacer... y de ésta me echan.
la casa parece vacía sin su presencia, aunque su aroma a naranjas sigue perdurando, se la echa de menos. Quien lo iba a decir, deslenguada, respondona, mal hablada......pero sin ella nada parece igual. Ahora todo huele a rancio, a ventanas sin abrir, a ropa sin orear..., la echamos y nadie sabe cuanto nos arrepentimos. Llegó la señorita Rotermeller y con ella la ´corrección más absoluta, la comida a su hora, las camas siempre a punto de revista.....pero
loca, loca estamos todas, y con el olfato loco también, a veces el olor a rancio se mezcla con las naranjas ¿y qué dá? ¡olor a naranja amarga! qué triste dios mío... esto está siendo un bucle...
un bucle que me niego a seguir enrollando…..porque el aroma a naranjas recién exprimidas solo me pudo recordar a Margarita ( sor margarett va por tí) Aquella noche llegaba tarde a nuestra cena, desconozco si al salir de casa había dado un portazo ni lo que dejó tras de sí. Solo se que al besarla el aroma y su sonrisa me hicieron presagiar una bonita velada, como así fue. Ahora espero con ansiedad nuestro próximo encuentro…
que no, que mis chuletitas van hornaeándose a buen ritmo en el horno....solo que creo que con este nuevo juego hemos estao un poco más....¿salchuchadas?... ¿No crees que deberíamos darle una oportunidad más? Como veais...
Nuestro próximo encuentro llevo un año esperándolo.¿Qué fue lo que pasó? Aquella noche nadie advirtió nada en particular, aunque yo ahora añorándola recuerdo que tal vez un rayito de tristeza escapaba de su mirada.
13 comentarios:
Exprimidas tengo yo las neuronas de tanto moverlas, engrasarlas... vamos, menearlas para que no se me atrofien. Como dicen que es bueno para la memoria, la agilidad.... en fín que así tengo yo el blog, abandonaito. Y el señorito protestanto por que la cena no está servida, la cama sin hacer... y de ésta me echan.
me echan... pero de menos. En cuanto la casa se llene de otro olor, más agrio, dirán ¿antes no olía a naranjas? ¿dónde se fue ese olor?
...olor? ¿realmente alguna vez ese olor impregnó la casa?
la casa parece vacía sin su presencia, aunque su aroma a naranjas sigue perdurando, se la echa de menos. Quien lo iba a decir, deslenguada, respondona, mal hablada......pero sin ella nada parece igual. Ahora todo huele a rancio, a ventanas sin abrir, a ropa sin orear..., la echamos y nadie sabe cuanto nos arrepentimos. Llegó la señorita Rotermeller y con ella la ´corrección más absoluta, la comida a su hora, las camas siempre a punto de revista.....pero
pero...¿en qué quedamos?,¿ahora mismo a qué huele,por dió, a naranjas o a rancio?
Creo que me quereis volver loca
loca, loca estamos todas, y con el olfato loco también, a veces el olor a rancio se mezcla con las naranjas ¿y qué dá? ¡olor a naranja amarga! qué triste dios mío... esto está siendo un bucle...
un bucle que me niego a seguir enrollando…..porque el aroma a naranjas recién exprimidas solo me pudo recordar a Margarita ( sor margarett va por tí)
Aquella noche llegaba tarde a nuestra cena, desconozco si al salir de casa había dado un portazo ni lo que dejó tras de sí. Solo se que al besarla el aroma y su sonrisa me hicieron presagiar una bonita velada, como así fue. Ahora espero con ansiedad nuestro próximo encuentro…
ME GUSTA MÁS EL JUEGO DEL MES PASADO.
¿¿...??
repito: me gusta más el juego de las 5 palabras. ¿qué te pasa, hijademiarma? ¿te se quema la tortilla a ti también?
que no, que mis chuletitas van hornaeándose a buen ritmo en el horno....solo que creo que con este nuevo juego hemos estao un poco más....¿salchuchadas?...
¿No crees que deberíamos darle una oportunidad más?
Como veais...
como queráis vosotras, yo estoy sumisa y dócil cual borreguillo palentino
Nuestro próximo encuentro llevo un año esperándolo.¿Qué fue lo que pasó?
Aquella noche nadie advirtió nada en particular, aunque yo ahora añorándola recuerdo que tal vez un rayito de tristeza escapaba de su mirada.
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