miércoles, 30 de marzo de 2011

La despedida de Manouchian

Mientras elaboro el acta, esta carta de despedida antes de ser fusilado del poeta armenio Manouchian, a quien nombra Eva en su libro.

Carta de Missak Manouchian

Translated jeudi 1er octobre 2009, par J.A.Pina
i Querida Mélinée, mi amada pequeña huérfana”
“L´Affiche rouge” está actualmente en las pantallas con el filme de Robert Gueridian, “L’ Armée du crime”, que narra la historia de un grupo de partisanos en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Este grupo de resistentes al ocupante alemán estaba formado por inmigrantes, los FTP-MOI (Francotiradores partisanos- Mano de obra inmigrante). Se les atribuye principalmente la ejecución del general Julius Ritter. Su líder es Missak Manouchian. Fue detenido el 16 de noviembre de 1943, torturado, y fusilado junto a 22 de sus compañeros de lucha. La miembro nº 23 del grupo, Olga Bancic, será decapitada en la prisión de Stuttgart. Poco antes de su ejecución, desde su celda en la prisión de Fresnes, Manouchian escribe una carta a su esposa Mélinée…

Missak Manouchian y su grupo rechazaron tener los ojos vendados antes de ser fusilados

Prisión de Fresnes (Seine) 21 de febrero de 1944
Mi Querida Melinée, mi amada pequeña huérfana.
Dentro de unas horas, ya no estaré en este mundo. Vamos a ser fusilados esta tarde, a las 15 horas. Esto es un accidente de la vida, parece mentira, sin embargo sé que ya no veré nunca más.
¿Qué puedo escribir ? Todos es confuso en mí y muy claro al mismo tiempo. Entré en el ejército de liberación como soldado voluntario y muero muy cerca ya de la victoria y del objetivo. Felices aquellos que van a sobrevivirnos y disfrutar de la dulzura de la libertad y de la paz de mañana. Estoy seguro de que el pueblo francés y todos los combatientes de la libertad sabrán honrar nuestra memoria dignamente. En el momento de morir, declaro que no tengo ningún odio contra el pueblo alemán ni contra nadie, cada uno tendrá lo que merezca como castigo o como recompensa. El pueblo alemán y todos los pueblos vivirán en paz y en fraternidad después de la guerra, que ya no durará mucho tiempo. Felicidad para todos… Tengo un pesar profundo por no haberte hecho feliz, habría querido un hijo tuyo, como tú siempre querías. Te ruego por tanto que sin falta te cases después de la guerra y que tengas un hijo para mi felicidad, y para cumplir mi última voluntad. Cásate con alguien que pueda hacerte feliz. Todos mis bienes y todas mis cosas, te las dejo a ti, a tu hermana y a mis sobrinos. Después de la guerra, podrás hacer valer tu derecho a una pensión de guerra como mi esposa, porque muero como soldado regular del ejército francés de la liberación.
Con la ayuda de amigos que querrán honrarme, harás editar mis poemas y mis escritos que merezcan ser leídos. Dales recuerdos míos, si es posible, a mis padres en Armenia. Moriré con mis 23 camaradas muy pronto, con el valor y la serenidad de un hombre que tiene la conciencia muy tranquila pues, personalmente, no he hecho mal a nadie y si lo he hecho, lo hice sin odio. Hoy, hace sol. Mirando al sol y a la bella naturaleza que tanto he amado, diré adiós a la vida y a todos vosotros, mi muy querida esposa y mis muy queridos amigos. Perdono a todos los que me han hecho daño o que hayan querido hacérmelo, salvo al que nos ha traicionado para salvar su piel y a los que nos han vendido. Te abrazo muy fuerte, a tu hermana y a todos los amigos que me conocen mucho o poco, os abrazo a todos de todo corazón. Adiós. Tu amigo, tu camarada, tu marido.
Manouchian
Posdata : tengo quince mil francos en la maleta de la calle Plaisance. Si puedes, cógelos, salda mis deudas y dona el resto a Armenia.

2 comentarios:

Cristina dijo...

Gracias por ponerlo, Rocío, es muy emocionante, y una manera de honrar a una persona que dio su vida por la libertad, nosotras, que somos del grupo de "Felices aquellos que van a sobrevivirnos y disfrutar de la dulzura de la libertad y de la paz de mañana".

marga dijo...

Estremecedor, Rocío. Increíble tanta serenidad horas antes de su ejecución, tanta esperanza en que los tiempos venideros van a ser mejores y ese gran convencimiento de que su lucha no ha sido en vano. Testimonios así hacen que nos paremos a pensar en la actual falta de ideales y en este conformismo y comodidad en los que nos hemos instalado sin querer mirar hacia ese otro lado en el que hemos tenido la suerte de no nacer.