sábado, 16 de octubre de 2010

¡ME GUSTA ESTE PLANETA!


Yo no sé vosotras, pero a mí los premios Planeta siempre me decepcionan, aunque éste… no sé… creo que voy a disfrutarlo, tengo yo esa intuición. ¡Estamos teniendo suerte con los últimos premios…! primero Mario, y ahora Eduardo Mendoza, otro de mis escritores favoritos, desde los años 70 cuando me paseé de su mano y de la de su amigo Savolta por las calles de Barcelona. Hace pocos días terminé de releer "Sin noticias de Gurb", y lo pasé tan bien con las aventuras de esos extraterrestres como la primera vez. Eso no pasa con muchos libros, que envejecen mal.
Cuando me entero que ha salido una obra nueva suya me entra como una ansiedad por largarme a la librería más próxima a buscarla entre sus estanterías. Me gusta, me entretiene, me divierte, y me entran unas ganas locas de invitarlo a merendar, porque es de esas personas que me apetecería horrores tenerla entre mis amigos, con esa mirada entre tierna e irónica y sus comentarios inteligentes.

Anoche, cuando le dieron el Premio, dijo que este es "un libro serio que plantea dilemas morales al lector, que deberá posicionarse sobre muchas cosas". Riña de gatos; Madrid, 1936 es una novela de "intrigas, misterios y aventuras", pero que también supone "una reflexión sobre un momento histórico", los meses anteriores al estallido de la Guerra Civil.

O sea, más en la línea de La verdad sobre el caso Savolta y La ciudad de los prodigios que en la de Pomponio Flato, con el que tantos nos reímos cuando nos tocó leerlo.

Riña de gatos nos trasladará hasta la primavera de 1936, momento en que se intuye la tragedia que estallará el 18 de julio. Justo cuando el Frente Popular gana las elecciones de la Segunda República, un joven inglés, Anthony Whitelands, especialista en pintura española antigua, llega a Madrid para tasar obras de arte, entre ellas, un probable óleo de Velázquez. Pero lo que encuentra es un país extraño, en tensión. Durante sus visitas a coleccionistas conocerá a personajes históricos, como José Antonio Primo de Rivera o Francisco Franco. «En esta obra –dice el escritor– hay un personaje real, que no quiero desvelar, y otro ficticio». Sobre la vigencia de la contienda del 36, indicó: «Todavía interesa. Es algo que tenemos que asimilar de una vez. No sólo como una referencia, sino como algo histórico a encajar en nuestro pasado para entender nuestro presente».

La finalista ha sido la periodista y escritora valenciana Carmen Amoraga con su obra El tiempo mientras tanto. Amoraga se convierte así en la finalista en los dos premios literarios españoles más importantes, el Nadal y el Planeta. Carmen Amoraga, con su primera novela ganó en 1997 el premio Ateneo Joven con la obra Para que nadie se pierda. Nacida en 1969, es autora de Todas las caricias, La larga noche y Algo tan parecido al amor, con el que quedó finalista del Nadal hace tres años. Ahora repite segunda clasificación, ya en el gran premio del grupo Planeta, con La primera vez no te conocí, un trágico repaso a las relaciones de una madre con su hija en coma tras un accidente de tráfico. El tiempo mientras tanto se centra en la historia de una mujer cuya hija ha sido víctima de un accidente automovilístico y está en coma. A partir de ese momento, la protagonista comienza a recordar el pasado y lo complejas que fueron la relación que mantuvo con la joven.

5 comentarios:

pilar dijo...

A mi también me ha gustado este Planeta, Cristina. Es un autor de prestigio por su calidad de escritor y ese es para mi el punto principal.
¿Será que el premio quiere recobrar ese prestigio perdido?
Será interesante leer la novela.

María MD dijo...

¡Uyuyuy! ¡Que ganas de leerlo ya!
“Riña de gatos” (un Goya) presentado como “La muerte de Acteón” (un Tiziano) donde se busca un Velázquez...¡Cómo lo van a disfrutar nuestras “Lectoras con arte”!

María MD dijo...

Y esas casualidades o no, que andaba yo ayer buscando y rebuscando sobre la guerra civil en torno al padre de una paisana a cuyo padre mataron entonces...
La mujer en cuestión, es teóloga y monja que en su día tuvo problemas con su orden y la invitaron a marchar...Recuerdo aún esas tardes en que mi madre y sus amigas se reunían con ella una vez por semana y charlaban de lo humano y lo divino. Pero ésto es otra historia que recordé la otra tarde mientras mis amigas y yo charlábamos con alguien que también fue monja.

Cristina dijo...

en cuanto salga me lo compro, a ver si repetimos con Mendoza en nuestras cenas. ¡ayyyy que ganas! (hija, Marysouth, me ha entrado una curiosidad con la historia de tu monja, que no sé si organizar otra merienda para que me la cuentes)

pilar dijo...

Yo, considerando que me he perdido a la primera monja, me apunto a la sugerencia de la Cristi.
Acabo de darme cuenta que el verbo que la forma verbal que más estoy usando hoy domingo es "me apunto".
Es más: me apuntoooooooooooooooooooo