sábado, 9 de enero de 2010

LECTORAS CON ARTE. ENERO. G.D.LESLIE

Dejando atrás el trasiego de estos días poco a poco voy encontrando de nuevo el sosiego y algunos ratitos de paz. Todavía queda algún polvorón en la despensa o algún muñeco abandonado en el sofá, pero deseadas ya toda la felicidad del mundo es hora de volver a retomar todo aquello que aunque cambiemos de año no quiero olvidar, como es este rinconcito que a algunas, como a Alicia, nos hace soñar.



Alice in Wonderland

Oil Painting
England. c1879


George Dunlop Leslie

(Londres: 1835-1921)

Hijo del pintor Charles Robert Leslie.

Pintor de la era Victoriana. Estudió en Bloomsbury en Cary’s art School y luego en la Real Academia, donde empezó a exponer en 1857 y cada año a partir de 1859, llegando a ser académico asociado y posteriormente miembro de la mísma. Fue apoyado y ayudado por Edwin Landseer y amigos prestigiosos como el ilustrador Frederick Walker y el pintor Henry Stacy Marks.

Leslie fue también parte de la asociación libre de artistas St John's Wood Clique que estaba en su apogeo entre 1879 y 1880, y de la que también eran miembros Philip Hermogenes Calderon, William Frederick Yeames, George Adolphus Storey, Fred Walker y Marcus Stone.

El propio Leslie indicó que su objetivo en arte “ha sido siempre pintar cuadros del lado soleado de la vida doméstica inglesa”. De hecho, en su trabajo son típicos los interiores agradables con gente agradable.

Parece que sus opiniones fueron bastante conservadoras, estando en contra de la presencia de estudiantes femeninas en la Real Academia y habiendo acusado a Lord Leighton de diluir el carácter británico de la academia.





leslie, george dunlop �

3 comentarios:

Cristina dijo...

-Escucha esta parte, Mary, que te va a encantar: "No había nada muy extraordinario en esto, ni tampoco le pareció a Alicia muy extraño oír que el conejo blanco se decía a sí mismo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡no tengo tiempo, no tengo tiempo! ¡Voy a llegar tarde!» (Cuando pensó en ello después, decidió que, desde luego, hubiera debido sorprenderla mucho, pero en aquel momento le pareció lo más natural del mundo). Pero cuando el conejo se sacó un reloj de bolsillo del chaleco, lo miró y echó a correr, Alicia se levantó de un salto, porque comprendió de golpe que ella nunca había visto un conejo con chaleco, ni con reloj que sacarse de él, y, ardiendo de curiosidad, se puso a correr tras el conejo por la pradera, y llegó justo a tiempo para ver cómo se precipitaba en una madriguera que se abría al pie del seto.
Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir"...

-Mami, ¿y por qué no tenía tiempo el conejo blanco? ¿no dices tú que hay tiempo para todo si se pone ilusión? ¿es que el conejo no tenía ilusión? ¿eh, mami?

isabel dijo...

Gracias María por este cuadro, me ha gustado muchísimo, reconozco que este tipo de pintura me apasiona, los detalles pequeños, la luz de la tarde o de la mañana, esa ternura de contar un cuento a un niño... me recuerda a una estampa de esta Navidad contando mi hijo un cuento a mi sobrina nieta (3 años) y ella quedarse tan quietecita con lo puro nervio que es, muchas gracias de verdad me ha enternecido muchisimo, me encanta.

País de las maravillas dijo...

Querida hija:

Me gustaría creer que cuando pasen muchos inviernos, tú te encargarás de que siga luciendo bellos vestidos y me ayudarás a peinar mi pelo blanco, que en algún atardecer me leerás los libros recomendados por Hoy Libro, que seguiremos haciéndonos regalos, como esta muñeca o tus flores, que cuando la vida se te ponga de frente, sigas contando con mi pecho para apoyarte, pero si en el camino perdemos esto y el destino no deja que se cumplan estos deseos, no importa, solo pido que no se borre nunca de mi memoria este momento.

Mamá.