lunes, 24 de mayo de 2010

PRIMERA PARTE. VISITA TURÍSTICA

En el reparto de funciones me ha tocado la difícil tarea de resumir el primer día (hasta la cena, que le toca a María Norte). Tengo que hacer un ejercicio de austeridad lingüística, porque cada segundo del viaje me parece tan único e irrepetible que me da pena mandarlo al limbo del olvido... ¿cómo no poner los geniales chistes mejicanos de la políglota Ángela? ¿y la ironía de sor margaretta? ¿y las ocurrencias de la “disfrutona” gallego-palentina? ¿y los siempre inteligentes comentarios de su tocaya sureño-gaditana? ¿y las cosas de mi marileni, mi pareja de hecho en la suite nupcial?... ¿y el paseo por Zafra con nuestras amigas cacereñas?... ¡qué difícil, chachaaaa, qué difícil resumir! Bueno, no prometo nada...

A las 10 menos cuarto estamos con los últimos preparativos en casa de Marga, correteando vestiditas con los gorros de cocineras y los delantales, ante la atónita mirada de Agustín. Rocío-Julia Carlota viene a despedirse, en su mirada vemos las ganas que tiene de venir, así que le ponemos un delantal y bajamos al encuentro de las demás disfrazadas de cocineras. Elena se incorpora y le plantamos otro delantal. Se rajan. Quieren mantener su prestigio ante las vecinas: “claro, como tú no vives aquí”... María Norte, que no tiene vecinas cerca, va al encuentro de las demás con el atrezzo, y nosotras nos lo quitamos y vamos a recogerlas con el coche.


En la puerta ya nos esperan impacientes Ángela y María Sur, se montan y le decimos adiós a Rocío con la manita.

Elena ejerce de choferesa, porque nuestra madre superiora se ha turrado sus lindos deditos haciendo unos huevos fritos. Ella es de las que ora et labora. Decimos: ¿Seremos capaces de estar calladas un minuto?, pero eso inspira el primer chiste de Ángela. Entre risas vamos dejando atrás Sevilla la grande camino de Sevilla la chica.

Pon el aire, quita el aire, yo tengo el calor intrínseco, me da to el aire en la caraaa, es que tengo caloooor... Y yo, la copiloto, palanquita arriba, palanquita abajo para tenerlas contentas a todas.

Como el que no quiere la cosa ya estamos en Las Pajanosas. Paramos a desayunar. Al lado, un grupo de ciclistas también hacen una etapa en su camino: “oigaa... ¿nos puede hacer una fotoooo?”... y el ciclista, con sus “cullottes” apretadillos se levanta, alguna no puede mirarle a los ojos mientras él le pregunta a María sur: “¿usted trabajaba en el sevilla uno? yo era el camarero del bar de abajo”.

Seguimos ya con el estómago (que no la lengua) en calma. Los chistes en diversos idiomas de nuestra políglota Ángela se solapan. Imposible no reírse con ella aunque no contara ninguno, porque va tapada con su burka-klinnex por sus problemas de incompatibilidad con el aire acondicionado. La hermana serrana de Michael Jackson, dice que es.

Sin darnos cuenta estamos en Extremadura, aunque no vemos los cielos de barro por ningún lado, hace un día esplendoroso. ¡Zafra a la vista! Aparcamos extramuros y nos metemos por la primera calle que vemos... ¡Anda, la plaza del Pilar Redondo! ¡anda, la Colegiata de la Candelaria!, reconocemos lo que antes sólo estaba en un papel.

En la plaza Grande nos encontramos ya con la puntual avanzadilla cacereña. Abrazos, besos y una minidespedida para dejar nuestras maletas en el hotel PLAZA GRANDE. Un pipí y a la calle que no tenemos tiempo que perder. En un banco de la plaza nos esperan Bea, Marga, Emma, Isamari y Maite (Rosa y Rosalía llegarán por la tarde). Repartimos la carpetita que llevamos con una guía de Zafra con mucho corazón, el árbol genealógico de los Feria desde la antigüedad hasta Nati, la historia del tributo de las cien doncellas y un árbol genealógico-cuadro sinóptico con los personajes de cielo de barro.

Queda una hora hasta la comida y empezamos la ruta. Leemos la historia de la PLAZA GRANDE, con soportales para las transacciones comerciales, en el ARQUILLO DEL PAN saludamos a la Virgen de la Esperancita y medimos a nuestra palentina con la VARA DE ZAFRA, que se queda corta. De la preciosa PLAZA CHICA nos encaminamos a LA CASA DE AJIMEZ, del siglo XV, que fue botica, luego taberna y ahora centro de visitantes como nosotras. En una maqueta de Zafra amurallada vamos reconociendo espacios y calles. Conocemos con una muñeca la historia de Anita "La Nalga", una mujer que estaba al tanto de todo lo que sucedía en los hogares de la ciudad (vamos, la típica cotilla), que era vendedora de lotería, recadera, asistenta de difuntos, que instituyó en Zafra "nalguear" como sinónimo de cotillear.

Aprieta el calor y el hambre, y vamos a LACASABAR, lugar de la comida de confraternización. Paco, el dueño, nos tiene una mesa preparada bajo una instalación de escobas y palillos de la ropa... (¿una indirecta por abandonar este fin de semana de nuestras tareas de amas de casa?). La decoración es muy original, y con una animada charla y anécdotas varias vamos degustando la torta del zújar, tres salmorejos diferentes: con jamón, de remolacha y amarillo, setas con champiñones a la torta del zújar, ensaladas de migas de perdiz de campo escabechada y cuando llega el surtidito variado del postre estamos ya a punto de reventar. Cafelito y a la calle.

Entramos intramuros por la Puerta de Jerez, y nombramos santo patrón de nuestros encuentros al Cristo de la Humildad y la Paciencia que allí reside. Admiramos los geranios de la CALLEJITA DEL CLAVEL y volvemos a la plaza Grande. Algunas quieren sestear, pero supongo que puede más la curiosidad y las pobres siguen el ritmo de las imparables. Por la CALLE SEVILLA vamos al CONVENTO DE SANTA CLARA. En su iglesia, ante la tumba de Garci Lasso, La inscripción dice: "aquí llace García, Lasso de apellido, noble caballero y de ilustres padres nacido, terror de los moros y defensor de la patria. Murió ante su rey herido por una flecha que se le clavó en su garganta. La muerte nada respeta, pero él vive con perpetua fama"... Como perpetua fama tendrá Zafra en nuestros corazones.

Viene Ángel, un voluntarioso guía voluntario que nos cuenta cosas de la vida conventual y de los enterramientos de las monjas con todo lujo de detalles. Hay algo en su mirada que me recuerda a los ojos de mi padre, y me pongo tierna (obsérvese en la foto mi carita de cordero degollao). Recorremos el museo con sus historias, ajeno él de mi vuelta al pasado siguiendo su mirada. Tras escuchar con su voz la historia, que también me contaba mi padre, de la Porciuncula, pocilga donde San Francisco de Asís convenció a Santa Clara para que le siguiera, contemplamos con asombro la austera celda de Sor Celia, una mujer muy culta que impuso que las monjas que estaban allí deberían formarse. Vemos la cama cruciforme donde dormía con los brazos en cruz. En la planta de arriba vemos entre otras cosas el lignum crucis, reliquia de la Santa Cruz, y la Esperancita original. Ante cada pieza una historia, contada con tanta pasión que parece una película.

Parte del grupo huyó hacia el parador en busca de los gintonics, y cuando nosotras acabamos fuimos a su encuentro y aliviamos nuestra sed también bajo el artesonado mudéjar del palacio de los duques de Feria.

De vuelta a la plaza Grande paramos en una gran casona que está frente al Alcázar, donde hay una tienda de antigüedades. Compré unos sellos de madera, que se utilizan para grabar papeles y también se pueden usar para yeserías (espero llevaros una muestra en papel al próximo encuentro, la de yeso no que pesa más). Charlamos con el dueño que vivía en esa señorial casa. Salimos por otra puerta, pensando que las demás se habían ido ya a la Colegiata de la Candelaria, nuestro siguiente destino, pero por lo visto seguían con su santa paciencia esperándonos en una puerta distinta. Por fin se unió el grupo en la misma colegiata, entre el tumulto y la algarabía de familiares de niños que acababan de hacer la comunión. Sentadas en un banco vimos un retablo que pintó Zurbarán y entre las lápidas que cubren el suelo buscamos la capilla de la Virgen de Valvanera, cuyo magnífico y recargado retablo barroco observamos deprisa y corriendo porque nos iban a dejar encerrada en la Colegiata como si fuéramos malhechoras buscando derecho de asilo.

Vuelta a la plaza, las incombustibles se sentaron en un bar a seguir, pero eso que lo cuenten ellas, que yo me fui a mi suite a descansar un rato en compañía de Ángela.

Y ya... la cena, que la cuente María, que yo estoy agotá.

9 comentarios:

Una paparazzi dijo...

Estupendo reportaje, amiga.

(Si quiere ilustrarlo con alguna foto inédita de lo que algún vecino de santa clara se desayunó a las 1o de la mañana, póngase en contacto conmigo. Salvo que lleguen mejores propuestas desde Galicia, estoy dispuesta a negociar).

Chantajista number one dijo...

estimada paparazzi: si no quiere usted que publique unas comprometidas fotos suyas que se hayan en mi poder ya está usted arreando en mandarme las que guarda en su baúl. Más claro, agua, chachaaaa

Elena dijo...

la que no sabe ponerse un alias dijo....

Olé¡¡ Cristi, impecable diario de ruta.
En ese ratito que te perdiste, aunque vigilante desde nuestro nidito de amor, se gestó lo que posteriormente se convertiría en el lema del viaje,
"oiga, por favor, un gin tonic-uno, ... y yo una tónica, yo otra, un bourbon de malta, ... sí, sí, eso es todo, para el centro es que es para compartir"

(versión libre)

Paparazzi arrepentía dijo...

¡Por favor, por favor, noooooooooo!
Ya he colgado mis fotos y le prometo que ya no me he quedao con ná escondío...(¿o sí?)

Que nooo, que era broma.

Anónimo dijo...

Lenimari, si es que puestas a compartir...qué buenas que somos.

(Mira, cuando publiques no tienes más que darle al circulito de "nombre/URL" que verás debajo del cuadradito donde escribes, y te pones el alias que se te antoje)

unaquesienteenelalmanohaberestadoenZafra dijo...

¡Ay, pena, penita, penaaaa, penaaaa...! Me queda el consuelo de poder recrearme con este relato tan completo y detallado del fin de semana. ¡Estoy deseando que llegue la cena!
P.D. Muchas gracias por vuestros regalos, me los ha dado Emma esta tarde. Me hace muchísima ilusión tener esta recreación de los cielos de Dulce...Y no, Cristina, no lo pienso utilizar, me da muchísima pena. Lo pondré de adorno en mi cocina.

Marga dijo...

¡Cristina, se te olvidó lo más gracioso de la comida! ¿Te acuerdas del conjuro? Nosotras, las brujas de Zafra, te invocamos a tí, Javier Lacruz, para comunicarte que uniendo las escobas de Cáceres y de Sevilla resolvimos esa adivinanza que traía por la calle de la amargura a más de una. Así que ya sabes, Javier, manifiéstate y te damos la respuesta.

Maite F dijo...

Ya esta todo dicho (y muy bien dicho)
Aqui ando yo, intentando hacer un resumen (he completado 6 lineas hasta el momento ) aunque solo sea para que conste algo en nuestro blog. Sera cortito y pienso poner un enlace directísimo a esta entrada y al acta.

laqueparecíaseriaperonoloestaba(creo!) dijo...

Para que Javier Lacroix se manifieste creo que hay que mencionar el título de algún libro traducido por él..... "El cuerpo de Jonah Boyd". Es así cuando le suena el "chivato" en su mail. (¡Creo!)