domingo, 3 de abril de 2011

HOLA SIEMPRE, MARÍA

Desde que comencé la lectura de la novela de Eva Díaz Pérez, pensé en crear una entrada dedicada a María Moliner. Después, la falta de tiempo, el olvido intermitente, el recordatorio a destiempo, ha hecho que no sea hasta hoy, que lo lleve a cabo. Siento que estemos ya en Abril, fuera del mes donde se sucedieron las entradas sobre esa época en la que se desarrolla la novela de Eva. Pero, jamás es tarde para recordar a aquellos que merecen seguir vivos en el reconocimiento y el recuerdo, ¿no creéis?
La mujer que escribió un diccionario, titularía Gabriel García Márquez un artículo publicado tras su muerte en 1981.
Cuando María Moliner empezó a escribir su Diccionario de Uso del Español, tenía 51 años, una máquina de escribir, unas cuartillas que, divididas en cuatro, convertía en fichas, dos atriles donde las iba acumulando y, muy probablemente, cómo declarara uno de sus cuatro hijos, “la necesidad de emplear sus energías después de años zurciendo calcetines a hijos y nietos”. La mujer que se propuso escribir el diccionario más minucioso y más completo. La mujer que lo terminó diecisieis años después, que fue propuesta para entrar en la Academia pero no fue admitida porque cómo ella misma declaró: Sí, mi biografía es muy escueta en cuanto a que mi único mérito es mi diccionario. Es decir, yo no tengo ninguna obra que se pueda añadir a esa para hacer una larga lista que contribuya a acreditar mi entrada en la Academia. (…) Mi obra es limpiamente el diccionario. Desde luego es una cosa indicada que un filósofo entre en la Academia y yo ya me echo fuera, pero si ese diccionario lo hubiera escrito un hombre, diría: ‘¡Pero y ese hombre, cómo no está en la Academia!.
Pero María Moliner tenía un pasado que el resultado de la guerra civil le había “obligado” a olvidar: La dictadura la depuró, degradándola 18 puestos en su escalafón profesional, convirtiéndola en una oscura y anodina archivera. Su dolor le hizo castrar su pasado para seguir viviendo.
Hoy os invito, a aquellas que no conocéis su historia, a que os acerquéis a una mujer, a un ser humano, que como tantos otros, merecieron mejor suerte en el reconocimiento y la memoria colectiva de sus congéneres agradecidos.
Un beso a todas.






LAS VOCES Y LOS ECOS
Miguel Delibes: “Es una obra que justifica una vida”
Carmen Ramón Moliner: “Mi madre quería organizar el mundo a través de las palabras, de las familias, buscando siempre un punto de equilibrio”
Gabriel García Márquez: “Hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, (...) el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana".
Mª Antonia Martín Zorraquino: “Emprendió la elaboración de uno de los diccionarios más originales, renovadores y valiosos del siglo XX”
Victoria Kent: "Fue una de las más fecundas en las actividades culturales, más positiva y más modesta”
Colin Smith: Un gran diccionario; el mejor en su género que conozco. Su diccionario es muy superior al de la Real Academia Española: es un diccionario de definiciones, mucho más precisas y ricas; de sinónimos; de expresiones y frases hechas; de familias de palabras. Además, anticipó la ordenación de la Ll en la L, y de Ch en la C; y agregó una gramática y una sintaxis con numerosos ejemplos. Es una obra imprescindible, de referencia.


3 comentarios:

Cristina dijo...

Nunca es tarde si la dicha es buena, Pilar, es una preciosa historia que no conocía, con la de veces que he tenido en mis manos su diccionario. Creo que deberíamos nosotras también tener nuestro Rincón de la Memoria en este blog, y sacar en él todas estas historias de personas que trabajaron tanto por el bien común.

marga dijo...

Gracias, Pilar. Me ha gustado mucho este paseo por la vida de María Moliner. Parece que nos resistimos a dejar atrás las misiones pedagógicas; quizás no sea mala idea seguir profundizando.

María MD dijo...

Contra el memoricidio. Gracias Pilar.