Lolo es amigo mío desde primero de facultad, allá por 1983. Cuando acabamos el segundo curso, el día de mi cumpleaños, apareció detrás de la puerta de mi casa misteriosamente un gran paquete en el que unas picudas letras me señalaban a mí como la destinataria. Lo abrí con el nerviosismo propio de la curiosa patológica que soy, y entre el papel rasgado apareció un retrato que me había hecho de memoria. Allí estaba yo, o lo que Lolo veía de mí, con la mirada un tanto perdida delante de un ventanal, mi diadema roja y abrazada a una carpeta y a un libro. Desde entonces no ha faltado ningún año a su cita, durante la carrera siempre me felicitaba con un dibujo, un azulejo o un cuadrito, y cuando volvió a su Isla de San Fernando, con una llamada telefónica que me hacía la misma ilusión.
En mis sucesivas casas siempre reservaba para él una de mis paredes, e incluso me dibujó un letrerito que enmarqué para presidirla, que pone:
Pero tengo que entonar el mea culpa públicamente. Yo nunca me acuerdo de su cumpleaños. ¡¡Seré ingrata!!. En mi defensa diré que hasta el de mi Eli se me olvida, y gracias a Dios mis tres niños cumplen el mismo día, que si no... también se me olvidaría alguno. Mira que lo he apuntado veces en papelitos que luego se me pierden... ¡no tengo remedio!
Así que quiero aprovechar esta ocasión para comprometerme oficialmente a felicitarlo, a partir de ahora, en su nueva fecha de cumpleaños, y este es mi primer regalo (con un poco de retraso) para su re-nacimiento con un corazón nuevo, al que hay que ir enseñándole cómo es su nuevo propietario y en qué cuerpo se ha metido, e inauguro este "Rincón pal Lolo Pavón" con la historia de esta lectora con arte, que soy yo.
Érase que se era el último año de carrera (¡hace muuuuuchooooos años yaaaa!). Un día me dijo que me quería hacer otro retrato, así que me fui rauda y veloz al piso-estudio que tenía en la cuesta del Rosario. Por una empinada escalera se llegaba a su santuario, en la azotea de una casa con la maravillosa vista de los tejados de la Iglesia del Salvador. Nada más atravesar la puerta te encontrabas con un batiburrillo de lienzos y cachivaches que Lolo se encuentra por la calle y los convierte en obras de arte, y como si fuera un mago esos objetos deshauciados encuentran una nueva vida en sus manos. Pero hasta que esa transformación llega son sólo eso: cachivaches. Salimos a la terraza. Plantó una silla para mí, colocó su caballete y empezó la sesión con la banda sonora de los vencejos de la Iglesia cercana y el frotar de los pinceles contra el lienzo. Ese día no debía estar muy inspirado, porque cuando llevaba el cuadro más o menos planteado se arrepentía, y con una espátula lo embadurnaba todo y empezaba de nuevo. Mi cara, de repente, pasaba a ser un borrón multicolor.
Tengo que decir que posar es muy aburrido. Cuando veis esos maravillosos cuadros de mujeres lectoras no os podéis imaginar la de tiempo que se tiene que pasar la modelo sentada en la misma postura, sin poder hablar, porque los artistas están concentrados en su tarea y no se les puede dar palique. De vez en cuando te miran, pero es una mirada ausente con los ojos entrecerrados, como si miraran un árbol o un bodegón. En fin. Que me aburría. Y él venga a borrar y a empezar de nuevo. En un descansito, cansada de mirar cómo volaban los pajaritos, le pedí un libro con el que entretenerme, y me puse a leer. Cuando notaba que paraba el ronroneo de los pinceles y que giraba la cara del lienzo, volvía obediente a mi postura. Por fin se sintió satisfecho con el cuadro, y supongo que acabaría la sesión tomando cervecitas por los bares de la zona.
Pero para mi sorpresa ese año llegó un doble regalo. Por un lado el lienzo con mi retrato, sentada con un fondo multicolor, con la mirada baja y las manos cruzadas sobre la falda. Por otro, un azulejo que parece realizado por otra persona diferente, que nos estuviese observando de lejos, él con los pelos alborotados por el viento y reconcentrado en un lienzo donde estoy yo con otra postura diferente. Yo, sentada delante de las escobas leyendo mi libro. Y en el cielo, los vencejos. Cada uno a lo suyo. Dos miradas de una misma escena. Con ese azulejo me hice un exlibris que algunas habréis visto marcando mis libros.
En fin. Esta es mi historia sobre esta humilde lectora con el arte de Lolo Pavón, a ver cuál es la vuestra.
28 comentarios:
Lienzo del tiempo
volando los vencejos
en mi recuerdo
Llenan tus manos
mi rostro y mil colores
¡Lolo Pavón!
Del nombre del autor del cuadro me enteré, por la modelo una mañana de domingo.
Estaba angustiada, su amigo estaba enfermo, muy enfermo y ella no podía contactar, quería saber como estaba el y no conseguía noticias y utilizó el blog que ella misma había creado, para intentar quitarse la angustia que sentía contando su pena a las demás componentes del grupo. Pero nada la consolaba, quería saber como estaba el pintor y su mujer Pilar y sus hijas, siguió indagando con una angustia terrible.
De la modelo, sí que sé. La conoci hace un par de años, me la presentó mi hermana. Inmediatamente me abrió las puertas de su casa, de su grupo, de su familia.
Gracias a ella, leo mucho mas y mejor.
Me hizo saber de personas y artistas, que sin ella, probablemente nunca hubiera conocido ni a ellos ni a su obra, como su padre Miguel Perez Aguilera, Tejedor, Alfonso Zurro, Manolo Cuervo, Onda y su abuelo Adriano del Valle.
Me enseñó a crear historias viendo un cuadro.
Gracias a ella, tengo un diccionario de palabras hasta entonces desconocidas.
Me enseñó a hacer un árbol de Navidad único en el mundo.
Su casa la convierte en un cine-forum cada vez que se da la oportunidad de ver una película interesante.
Unió Caceres y Sevilla, por una vía muy, muy rápida.
El mejor regalo de cumpleaños que ha tenido y que tendrá mi marido para su cumpleaños, lo hizo ella.
Te entiendo Lolo, ya se porque ya hace años la pintaste en una azotea, en una habitación cerrada no cabe tanta generosidad.
Y mi enhorabuena, por tu nueva vida, por tu arte y por contar desde hace tantos años como una amiga como ella.
Vaya tela, vaya tela... (dijo la modelo sin referirse al lienzo). Este viento del norte me ha dejado la cabeza fatal (y no se refería al retrato).
Jo, Cristin. Precioso, emotivo, no tengo palabras... Tenía que hacer un pisto para almonzar antes de irme pero me he puesto a leer esto. De verdad, gracias. Yo no tengo cuadros , pero sí muchos recuerdo de aquel ático .Afortunadamente le hice aquellas fotos en blanco y negro, creo que las viste en el feísbu. De todas formas, a lo mejor a tus "niñas" les apetece verlas en este álbum
No se si te apetece que este maravilloso post dedicado al amigo Lolillo aparezca enlazado en el feisbu. Si quieres, yo lo haría en mi muro.
Bueno quisiera extenderme más pero tengo un pisto pendiente que por ahora es sólo proyecto y tengo que irme al curre.
Por cierto, el haiku de haikukristi (¿tuyo?) me ha gustado mucho con esa imagen de los vencejos sobrevolando la azotea , muy nítida y evocadora para mí.
Saludos.
Pues mira, me da reparo que salga en el FB, ya sabes, que eso de mezclar a mis primos, mis "niñas", mis compis de facultad... y que todo el mundo lea todo... como que no lo veo. Pero siempre tendrás este rinconcito para leerlo (incluso puedes dejar tu haiku o tu microrelato).
Y efectivamente haikukristi es la menda, me alegra que al maestro le guste esta osadía de una haikuaficionada.
Pisto quemado
por culpa de un amigo
muy pinturero
Lo suponía, Cristina.No problem. Mejor no mezclar y cada cosa y casa en su lugar. Aqui tienes un grupo , que sin conocerlo, parece la mar de majo. Tal vez me de pena que gente como Magdalena o Inma no puedan leerlo. El otro día lo hablaba precisamente con Inma :de cómo la movida que hemos montado en el feisbú alrededor de Lolo podría derivar un poco en un circo, cuadro del Mérida incluido, por muy loables que sean nuestras intenciones. Yo no me podía ni imaginar en qué iba a acabar ésto cuando empecé a subir al feisbú las primeras fotos del recuerdo de Lolo y mías y de algunos de sus cuadros, tal vez como forma de tenerlo presente en mi corazón y virtualmente. Lo mejor de todo esto: que nos hemos reencontrado y con ello, recomponienzo algunas piezas del puzzle de nuestras vidas que yo creía definitivamente perdidas, el reencuentro contigo ( virtual y físico) y todos/as los demás que ha hecho mucha ilusión. Ahora estos vínculos rodarán sólos y durarán lo que tengan que durar. Yo sólo espero y deseo que Lolo se recupere lo antes posible. Todo lo demás casi que me sobra.
Y para despedirme con sabor
Calabacines
cebollas y pimientos
pisto en el fuego
PD. ¿Habías visto mis foto del ático? La de recuerdo que te traerán...
Magdalena ya ha asomado su naricilla por esta azotea, la invité, a Inma todavía no, no me importa que lo lea, aunque reconozco que me sigue dando pudor que me lean, y en este blog tenemos la impresión (errónea pero apetecible) de que estamos es nuestro saloncito particular, en familia, y que como todas las familias, se nos acepta con nuestros errores. Eso hace que escribamos más relajadas que si pensáramos que ojos desconocidos nos observan sin compasión (¡¡zusssstoooo!!).
Sí, he visto tus fotos del ático. Sí, me traen muchos recuerdos.
Lo mejor de lo de Lolo es lo que tú dices. Ha servido de aglutinante, muchos éramos amigos de Lolo por separado, no tuvimos mucho contacto y ahora nos estamos descubriendo, otros éramos amigos, nos perdimos la pista, y ahora nos redescubrimos más mayores, más calvos, más... Eso, con todos mis respetos, no habría pasado si nos hubiera pasado a otros muchos y demuestra lo especial que es Lolo.
Yo lo que veo como un circo ambulante es el FB, correteas de muro en muro y encuentras escobas al lado de obras de arte, y charlas de café al lado de pensamientos más profundos... está bien para lo que está, pero sigo sin cogerle el punto.
Y para despedirme con sabor:
Soy más bloguera
y en este saloncito
tengo mi casa
buenas noticias
los vencejos se alejan
viene la brisa
Yo me alegro
amiga sevillana
eso es amor
"tendría que haber estado sentado más tiempo"... en la fría habitación resonó por primera vez su voz, ronca por el tiempo que no la usaba, y saliendo de un cuerpo que no parecía el suyo... "tendría que haber estado sentado más tiempo"... ¿sentado? no, hijo, ¡lo que tienes es que levantarte ya, por Dios! ¡que tienes aburridos a tus pinceles! si por lo menos tuvieras wifi en la uci, podrías ver los vencejos que vuelan por estos cielos, el revoltijo de cachirulos que tienes esperando en estos tejados y las emociones que has despertado... ¿sentado? ¡anda ya! ¡levántate y vuela!
Me sobrecojo con la fuerza y la inteligencia de la primera para quedar atrapada en los sueños de la segunda...Finalmente me recreo con tanta generosidad de la tercera…
¡Y siempre es ella!
(¡Ay, cuantas palabras bellas cabrían en estas formas y estos colores!)
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Ánimos para Lolo. Seguro que aún te queda mucho "color" por pintar.
He recordado otra historia. Estábamos acabando la carrera y teníamos que hacer prácticas en un instituto. A los dos nos tocó el mismo. Inexpertos e inseguros pero ilusionados nos enfrentábamos a una clase de adolescentes que podían con nosotros. Lolo tenía que dar una clase sobre el color, pero el día antes salió de marcha y no le dio tiempo a prepararla. Llegó por la mañana ojeroso y con la cara desencajada: ¿Qué digo yo del color?... se repetía una y otra vez. Sonó el timbre y los alumnos se fueron sentando expectantes. Lolo se sentó en la mesa del profesor, y muy serio empezó su disertación mirando al infinito: los colores… los colores… hay gente que ve la vida color de rosa… pero yo hoy lo veo todo negro…
No tengo que decir que la clase fue un éxito a juzgar por las carcajadas de los alumnos.
Hoy Lolo vuelve a ver la vida de color negro, pero estoy segura que cuando menos se lo espere el negro empezará a disolverse en una nube tecnicolor que inundará y calentará el frío cuarto donde se recupera, y los amarillos, y los rojos, y los azules de su paleta llenarán de alegres churretes su almohada y ahuyentarán a los vencejos que revolotean su mente.
¡Que sea pronto!
he colocado el libro que le vamos a regalar a Lolo muchos de sus compañeros de facultad, con regalos que le hemos ido haciendo en el facebook durante su convalecencia, y con las fotos que han aparecido en cajones abandonados. Espero que anime ese nuevo corazón.
ya está el libro impreso. Emocionante eso de ver pasar las hojas de algo hecho con tanto cariño por tanta gente... Arriba lo veréis.
Sé que no ha sido una "hora cortita", Cris, pero el retoño ha salido precioso.
Lolo Pavón. Si una no supiera que es pintor porque una amiga suya se ha encargado de gritarlo a los cuatro vientos de un blog muy pinturero, pensaría que, con ese nombre, Lolo Pavón, es el nombre de un legendario cantaor flamenco. O un guitarrista de rizo al viento y guitarra al pecho, intimista y genial. Tal vez, el nombre renombrado de un torero con duende contrahecho que sale al aplauso cuando el arte se le escapa descalzo por la borla de sus manoletinas.
Lolo Pavón. Aglutinador de amigos, corazones ajenos, donantes altruistas. Supervivencias a corazón abierto. Artista de la vida.
La vida es inexplicable, te sube y te baja con una velocidad de vértigo que te pone la piel de gallina. Ayer yo era feliz de artista protagonista. Hoy me despiertan vencejos negros, que picotean implacables el corazón
¡No puede ser! repito desde que sonó el teléfono... ¡no puede ser! ¡ahora no! pero la vida es una broma de mal gusto. Hoy una lectora con arte llora en medio de un arcoiris. Mi rincón de Lolo Pavón se ha quedado tan huérfano como tres niños. ¡No puede ser!... pero es.
Con la cara arrasada en lagrimas por el bofetón que nos ha dado esta perra vida, quiero mandaros un abrazo de CORAZON a todos los que le conocisteis
Gracias, Dani, no te conozco, pero un abrazo también para ti. Hoy hay que mirar fijamente las pinceladas de sus cuadros para no pensar en lo injusta que es la vida. Color, color, color, como el que él nos dejó en el alma.
Siempre he pensado que la muerte no existe mientras exista el recuerdo. Lolo tendrá siempre un rincón en nuestros corazones, y seguirá vivo en él. Hay un vacío enorme cuando gente como él desaparece, pero si cerramos los ojos lo veremos como si lo tuviéramos delante, si tocamos sus lienzos, si miramos los trazos que dejó dibujados en un papel, estaremos sintiéndolo tan vivo como cuando los hizo. Yo hoy no quiero mirar a las paredes de mi casa, donde están colgados los retratos que me hizo, es demasiado reciente todo y mi estado de shock permanece a pesar de las horas, pero a veces miro de reojo, y veo sus manos dibujando con un pincel, embadurnando de mil colores un lienzo. Ese es Lolo, y así lo quiero recordar.
Para mí Lolo existía a través de ti, Cristina. Y por ti me duele este desenlace. He seguido tus desvelos por él, por su mujer, por sus niños. He visto el amor y la dedicación que le pusiste al libro que le entregasteis el martes. Me he dicho un montón de veces que qué suerte la de Lolo, tenerte ahí, a ti y a todos los que le habéis homenajeado cuando más sentido tenía. Se ha ido con las manos llenas de regalos…espero que eso te reconforte.
Estupefacta, en otro rincón, lloro, sin haberlo conocido, como si se tratara de un amigo. Y es que Cristina nos ha hecho quererlo.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
Es posible que tanto color no cupiera en dos corazones.
¡Y seguro que mientras haya uno sólo de los nuestros que lo recuerde, seguirá pintando!
Y es más Marga, cada minuto, cada desvelo, cada detalle, cada esperanza, que Cristina, por él, ha compartido con nosotras, es el mejor regalo que Lolo nos ha dejado.
¡Gracias Lolo! Quiero olvidar la cara desencajada de mi amiga, y quedarme con su risa y sus ojos derrochando ilusión cada vez que sus labios o sus manos hablaban, hablan y hablarán de ti.
"...si nos importa mucho alguien o algo nuevo, proyectamos una especie de energía al mundo y con ella llegan cosas positivas"
(De Juliet a Dawsey, 18 de abril de 1946)
Gracias.
Conocí a Lolo y a Pilar hace algunos años a través de Jesús Mendoza.
Ayer por la tarde me enteré de la triste noticia, y aún hoy no me lo puedo creer.
Lolo, allá donde estés siempre estarás con un pincel en tus manos dibujando en el cielo.
Y seguro que estarás muy pendiente de tus tres pequeñines y de tu gran mujer para que no les pase nada.
Eras una persona con un CORAZÓN tan grande que no había espacio en tu cuerpo para él.
Nos hemos visto no más de diez veces en la vida, pero han sido las suficientes para que hoy te sienta como alguien cercano a mí.
Yo también quiero enviar un abrazo de CORAZÓN a todos sus familiares y grandes amigos, los cuales le habéis tratado como él se merecía. Enhorabuena por el homenaje que le hicisteis en vida, qué grandes amigos tenía este GRAN HOMBRE!!!.
Hoy he estado colocando de nuevo mi rincón de Lolo Pavón, que lo tenía desmantelado después de la obra. He encontrado las notitas que me mandaba con los dibujos: "ya te contaré lo que significa éste, que tiene su aquel", "mira éste y ya lo hablamos"... y me he dado cuenta que nunca me contará su "aquel" ni "hablaremos" lo del otro... ¡tantas cosas se quedaron por hablar!
Me gustaría pensar que...algún día cuando se calme un poco la tristeza de ese rincón, mirarás sus colores y podreis hablar...
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