sábado, 27 de abril de 2013

PRECENA COMO ADELANTO DE UN ACTA....!



De repente me ha dado por pensar si no será este triste desarraigo que siento con mis contínuas idas y venidas río arriba y río abajo, y el motivo que las provoca, el que hace que hasta el más mínimo detalle se convierta en fiesta para mí.

Tal vez por ésto que mis ausencias de las últimas cenas y las perspectivas que auguraban los preparativos de la que íbamos a celebrar me tenían totalmente predispuesta para el disfrute. Aunque a toro pasao he de decir objetivamente que la que más y la que menos damos las gracias a Rocío por la buena tarde que nos preparó (de la noche, y de sus mujeres en la oscuridad de un bonito patio sevillano, ya hablará ella).

Me las prometía felices cuando un mensaje que se perdió y una llamada muy oportuna me hicieron dudar por un momento de mi destino, pero en un pis plás de Nervión a Santa Clara y desde aquí a la puerta de Santa Lucía, situada dentro del antiguo recinto amurallado, en la calle Santa Lucía del barrio de San Julián.



Una simple puerta que desencanta a poca imaginación que se tenga y que como bién nos cuenta un poco más tarde nuestra magnífica anfitriona Mª Jesús, sustituye a lo que en su día fue una bonita portada de piedra, abocinada y con arquivoltas, pero que desde 1930 se encuentra a los pies de la iglesia de Santa Catalina.

También nos cuenta Mª Jesús que esta iglesia construida durante el siglo XIV, pertenece al grupo de las primeras iglesias gótico-mudéjares sevillanas levantadas para el culto cristiano tras la reconquista de esta plaza por las tropas de Fernando III el Santo y de cómo el templo se mantuvo activo en sus cultos hasta 1868, año en el que durante la segunda época de la desamortización la Junta Revolucionaria decide su cierre alegando un exceso de parroquias en la ciudad, a la que supone que le corresponden catorce en función del número de habitantes y no veinticinco, como entonces había; y aunque la Autoridad Eclesiástica intenta evitar su cierre suprimiéndola como parroquia, la iglesia se cierra al culto definitivamente sólo dos años más tarde, en 1870.
Tras apropiársela, el Estado la venderá a un particular.

El maltrato recibido por el templo mudéjar a partir de ese momento será evidente. Transformado en almacén, primero, y también en sala de cinematógrafo, su techumbre acabará perdiéndose. A ello se sumará la adicción de pequeñas construcciones e incluso la mutilación de parte de su torre y de un trozo del ábside, esta vez para la apertura de una calle. De esta situación, que en 1986 era calificada de «absoluto deterioro», se salvaron dos piezas importantes. Una, la pila en la que fue bautizada en 1846 Santa Angela de la Cruz; la otra, la portada ya mencionada.

Desde entonces, y desmantelada de todo tipo de ornamentación y mobiliario religioso, ha sido utilizada para distintos fines siendo actualmente propiedad de la Junta de Andalucía. Desde 2007 hasta septiembre de 2010 fue usada como sede del Espacio Iniciarte y durante algún tiempo fue sala de Ensayos y administrativa de la Agencia Andaluza de Flamenco. 





En la actualidad, desde junio del 2012, es sede del Centro de Documentación de las Artes Escénicas de Andalucía  (CDAEA) y alberga en su interior una Biblioteca de más de 40.000 vólumenes, un archivo especializado y digitalizado con más de 150.000 imágenes , y las secciones de audiovisuales, publicaciones y programación. 





Dignos de mención son el mágnífico muestrario de bocetos originales de escenografias y de vestuario de espectáculos teatrales con el que Mª Jesús nos deleitó con gran entusiasmo, como éste de "La casa de Bernarda Alba":


o un original del cartel de "La Barraca", cuyo nombre según Lorca, fue escogido porque el primer grupo de estudiantes que reclutó tenía la idea de inaugurar un local en Madrid a modo de barraca. Allí se ofrecerían las representaciones, muchas de ellas títeres. Y aunque el proyecto no continuó de esta forma, todos se encariñaron con el nombre. La imagen emblemática de la compañía integra la máscara, símbolo del arte de Talía, y el carro de Tepsis, encargado de abrirse camino allá donde fuera.



Entre la programación del CDAEA una serie de actividades culturales como exposiciones, presentaciones de libros, encuentros con profesionales, escena forum, club de lectura y “teatro mínimo”, entre otras.

¿Y qué es esto del teatro mínimo? Pues es una de las últimas reinvenciones del teatro. Teatro breve o de pequeño formato donde en menos de media hora se desarrolla la obra.

Y como era martes aprovechamos el ciclo ‘Los Martes a Escena’ con la obra ‘Culto a la abundancia’. Y donde como auténticos protagonistas fuimos recibidos para asistir a una divertida ceremonia de culto al dios Mamón (dios de la riqueza) y en la que dirigidos por su apasionado pastor los fieles cantábamos aleluyas y nos confesábamos en público. Hubo quien fue bautizado con chorros de monedas y hasta quien fue exorcizada de sus demonios (no quiero nombrar a nadie, si lo quiere vomitar que lo vomite ella).
En definitiva, además de divertida, una invitación a la reflexión sobre el culto a la riqueza y nuestra propia condición.
Una pena que no pudiéramos quedarnos al coloquio posterior pero igualmente contentas y jirochas proseguimos nuestro paseo en busca de otra clase de “impresión” y hasta aquí puedo contar…que el trabajo de imprenta es harina de otro costal.

4 comentarios:

Cristina dijo...

Muy buena esta preacta de la precena. Sólo añadir el placer que nos provocó ver el cartel original del Teatro de la Barraca, y los bocetos del vestuario de La casa de Bernarda Alba. Un placer previo al que vino después...

maria sur dijo...

gracias por tus anotaciones

Marga dijo...

¡Así da gusto! Gracias, María, por ampliar la visita con nuevos datos. He puesto algunas fotos más para que las coloques como quieras.

julia carlota dijo...

Qué buenas fotos, y qué buena ampliación de datos. Gracias María así se completa mi aburrida acta.