jueves, 18 de marzo de 2010

TRES BRUJAS DE PICOS PARDOS



5 de la tarde.
Tres brujas, tres, con la comida en la boca, dejan las escobas en casa y se tiran de cabeza a la soleada calle, volando raudas y veloces a lomos de un taxi camino de Triana, para disfrutar de la tarde de “picos pardos”* que ha organizado Julia Carlota, que va leyendo por el camino una chuletilla sobre lo que vamos a ver, y nos pone los pelos de punta con una terrorífica historia que le acaeció en una noche lluviosa, hace muchísimos años, en el callejón de la Inquisición.

*«Los picos o los mantos con picos pardos fueron distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc. En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba. Según las Ordenanzas de la Casa Pública de Sevilla, no habían de usar vestidos talares, ni sombrillas, ni guantes, sino una mantilla para los hombros, corta y encarnada».

5,30 de la tarde.
En las puertas del Mercado de Triana, llamamos a la cuarta bruja que iba a asistir, pero nos comunica que no puede levantar sus pelos rosas de la pócima que está elaborando porque pierde el sortilegio, así que entramos con cierto respeto al MUSEO DEL CASTILLO DE SAN JORGE, dejando atrás la luz radiante de la tarde sevillana. ¿Nos encerrarán en un calabozo por herejes? (Si los inquisidores hubieran leído algún comentario de este blog, más de una con título de sor estaría encerrada en el más lúgubre calabozo ¡doy auto de fe!). Nos va envolviendo la oscuridad y el aroma a pescado del mercado superior, y bajamos por una escalera a la barbacana, que era el espacio entre las dos murallas que rodeaban esta verdadera ciudad fortificada.

¿A quién no le han colgado alguna vez un sambenito? Lo hemos escuchado siempre con el significado de “cargar con una culpa inmerecida o perder la reputación y ser despreciado por algún oprobio”. Pues nos enteramos que el sambenito era una prenda que utilizaban originalmente los penitentes cristianos, para mostrar público arrepentimiento por sus pecados, y más adelante la Inquisición se la colocaba a los condenados para humillarlos.


Unos paneles explican que el castillo fue edificado sobre una construcción almohade para proteger el acceso desde el Puente de Barcas que comunicaba Triana con la puerta de la muralla de Sevilla, y tras la Reconquista por Fernando III en 1248, fue entregado a la Orden de San Jorge. Desde 1481 hasta 1785 fue sede del Santo Oficio de la Inquisición, y allí tenías sus cárceles secretas y la cámara de torturas. El castillo se demolió a principios del XIX, y el Santo Oficio se trasladó a la Alameda de Hércules hasta su abolición en 1820 (fecha de la última ejecución). Los terrenos se convirtieron en un mercado de abastos al aire libre (de ese me acuerdo yo, un verdadero zoco árabe) hasta que en 1992 se construyó el actual mercado de Triana.
El recorrido empezó con una maravillosa vista del Puente de Triana, a través de lo que era la entrada al castillo en barca. Si estuviéramos en Venecia, digo yo que se llamaría la Puerta del Último Suspiro, porque seguro que más de un detenido suspiraría al mirar la ciudad por última vez en su vida.

Por una pasarela de madera que va sobre la empedrada calle original, perfectamente conservada, recorremos las estancias. A la izquierda están los restos de la vivienda del portero, una casa de estilo andaluz con un patio central. La calle tiene una gran pendiente hacia el río, para que las aguas desaguaran en él. A la derecha están las cuadras donde los inquisidores dejaban sus burros mientras permanecían en el castillo, aún se aprecian los abrevaderos y unos arcos donde se amarraban.

Escuchamos con los pelos de punta la historia de Mariana, una bella mujer a la que un pretendiente despechado la denuncia, y tras sufrir torturas y vivir en una de sus lúgubres celdas, la ejecutan en el quemadero del Prado de San Sebastian. Una historia inventada pero que pudo ser real. Y que nos recuerda a las que leímos en Réquiem por un marrano y Memorias de ceniza.

Vemos los restos de la primera parroquia de Triana, la capilla de San Jorge, las dependencias de la casa del inquisidor, única estancia conservada íntegramente, que hasta tenía una capillita, y las cocinas, con sus hornillos y la bodega donde se descargaban las mercancías directamente desde el río. Todas nuestras dudas nos la iba explicaba el guarda que estaba allí, muy amablemente (y mira que somos pesaítas nosotras con las dudas).

En unos paneles leemos la historia de 14 personajes que fueron perseguidos o investigados por la Inquisición, como Santa Teresa de Jesús o Pablo de Olavide, y varios monjes de San Isidoro del Campo.

El recorrido acaba en el "muro de la reflexión", en el que un texto nos pregunta si han acabado los abusos de poder o la indefensión de las víctimas, y se exponen varios artículos de la Declaración de los Derechos Humanos. Lamentablemente la respuesta unánime fue un NOOOOO rotundo.

6.30 h.
Subimos por unas escaleras que dan directamente a los puestos del Mercado y donde se conserva un impresionante muro del castillo, y salimos a la calle. En una pequeña mercería Marga compra un jabón verde por si le toca la camiseta de Marlon en la rifa ¡ilusa!!! ¡no sabe ella que el sorteo está amañado!.

Vamos hacia el río por el Callejón de la Inquisición, que lleva hasta el río Guadalquivir, donde nos encontramos con Lupe, que vive en una casa sobre el paseo de la O. Quiere que vayamos a su casa y despertemos a su marido de la siesta para ver las vistas sobre el río, pero no queremos que ese sambenito caiga sobre nuestras pardas espaldas y le decimos que mejor lo dejamos para otro día. Nos sentamos en un banco y disfrutamos de la vida que tiene el río, abarrotado de piragüas, canoas, barcos de turistas, gente pescando... Rocío le pregunta a un pescador si se come lo que pescan, y él le dice: "algunos se toman en los bares de por aquí, adobaos"...

Subimos a la Plaza del Altozano y nos sentamos en una terraza de la calle Betis a tomarnos un gintonic (cortitooo cortitoooo) en honor de nuestra gallega preferida, que cumplía años, y mientras brindamos, y le cantamos por teléfono el happy birthday to youuuu... se va apagando la tarde sevillana a medida que las luces iluminan la ciudad, y una imponente Giralda sobresale majestuosa entre los tejados.

Cuando estamos pagando llega María Sur, y con ellas entramos en la Casa de las Columnas, recorriendo los pasillos de lo que era la antigua “Escuela de Mareantes”, donde estudiaban los marinos que llevaban la flota a América.

8,30 h.
Y ya... encaminamos nuestros pasos al lugar de nuestra cita mensual... pero esa ya es otra historia que disfrutaremos de la pluma (o el teclado) de nuestra anfitriona Julia Carlota, que a pesar de sus cargas familiares, nos ha organizado una tarde magnífica. Gracias, anfitriona. Una tarde de picos pardos inolvidable.
P.D. La fotógrafa oficial ya ilustrará la entrada con el reportaje gráfico cuando tenga un rato, ahora que se ha librado de la hoguera está feliz y contenta y lo hará a la perfección.

17 comentarios:

Maria-Norte dijo...

Otra vez gracias por hacernos partícipes de esa precena tan cultural y tan lúdica.

Más gracias por vuestra felicitación.

Me costó tanto no estar ayer con vosotras que voy ahora mismo a conseguir billete para el día 14....y otra vez gracias por poner tan prontito la fecha y por describirnos tan bien lan andanzas de esas tres brujas de picos pardos.

pilar dijo...

¡¡Qué suerte tiene la que viva en Triana!!! ¿No os parece? ¡¡¡Ya me gustaría a mí! El paseíto mu requetebien explicado y no me qwuiero hacer la lista porque yo, como mu bien dejas dicho, no pude ir porque mis posaderas se negaron a levantarse de la silla a la que viven aferradas hace ya..., sino porque me conozco mu biedn la historia por razones obvias.¡Anda que no me conozco yo bien mi querido mercado de Triana! A mi verdulero Jose, a mi casrnicera Loli, mi pescaera Carmen... Los dolores de unos, las alegrías de otros, los paros, el aumento de familia... Historias de gente viva. ¿Y la cena? ¿Algún alma cándida desea adelantarme algo de la cena mientras Julia Carlota desarrolla sus anotaciones?

Cristina dijo...

¿puedo adelantar que te echamos de menos? ¿puedo adelantar que fue una de las mejores cenas que hemos tenido?

Maria-Norte dijo...

Tu lo puedes todo.

Me voy a celebrar mi cumple al sur de Pontevedra con unos amigos que vienen desde Zaragoza y Madrid, a comer lamprea.

A la vuelta explicaré para quien no lo sepa, que es la lamprea y como se pesca.

Para unos es un manjar y para otros un asco de bicho, pero ya los romanos hablaban de sus virtudes.

Un beso y hasta la vuelta.

Si tengo oprtunidad me conectaré algún día para leer el acta, si es que Rocio ha podido ponerla.

pilar dijo...

¡No sabes que rabia me dio no ir! ¡Tenía una luchsa interior! Hice teatro durante un tiempo, de pequeña soñaba con ser artista (ya sabes que tengo un punto teatrero), me encantaba la canción de "...Mamáaaaa, quiero ser artista; ¡ay, mama!..." Me encantó leer la obra de teatro, me hubiera encantado haber conocido a alguien metido en el mundillo... La cena era lo más cerca posible de mi casa que puede ser... Pero no fue posible. ¡Y me da una rabia! ¿No se la puede traer otra vez?

Cristina dijo...

no quiero hablar... no quiero hablar... no quiero hablar.... Rocíoooooo que quiero hablaaaaaaar... margaaaaa échaleee unaaa manooooooo

Marga dijo...

Yo sólo digo que ése que va por ahí en albornoz y con babuchas del 40 nos anticipó que era todo un lujo contar con Begoña...¡y fue todo un lujo!

Marga dijo...

¿Alguien sabe dónde está la camiseta?

Marga dijo...

Bueno, bueno, y al entrar en la Casa de las Columnas lo primero que nos encontramos fue un cartel diseñado por Cristina. ¡Y no digas, Cris, que se te ha olvidado, si no te ha faltado ni un perejil!

pilar dijo...

¡¡Qué monísimas estábais el día del paseíto!!! Pero no os desvieis que os conozco. ¿Nadie me quiere decir nada? Y vuelvo a repetir pregunta: ¿No se la podría invitar algún otro mes? Si no sé por qué me temo que me he perdío una gran noche. ¡¡¡¡ME TIRO DE LOS PELOS Y NADIE ME DICE NADA!!!!

Cristina dijo...

Es que si lo contamos todo ahora... ¿qué vamos a decir cuando llegue el acta? ten paciencia, mi amor (aunque puedo adelantarte que sí, que te perdiste una gran noche). A tu pregunta yo no te puedo contestar, en todo caso Julia Carlota lo sabrá, pero ella vive en los madriles, así que supongo que no será fácil.

Otra cosa... ¿Has mirado tu correo? te he mandado una cosita.

Brujilla one dijo...

Con respecto a lo de que íbamos muy monas, gracias. Te diré que nosotras para las tardes de picos pardos nos saltamos la normativa (como casi siempre) y en vez de llevar "una mantilla para los hombros, corta y encarnada" nos pusimos más juveniles y primaverales. Marga con su impermeable rosa fucsia sobre todo.

acomplejada dijo...

leche! ¡qué alta se le ve a la bruji-fucsia!

la Leibovitz dijo...

Es que tengo configurada la cámara para que nadie salga más alta que yo, aunque hay por ahí alguna larguirucha que me la descontrola.

larguirucha dijo...

Gracias por esperarme para la Casa de los "mareantes"...

rocio dijo...

Tengo una gran preocupación por no haber publicado el acta pero os prometo que mañana domingo aparecerá (Marga se ha ofrecido a echarme una mano), hoy no he podido redactarla porque tenía una cita ineludible con el super de mi barrio por la mañana y con mercadona por la tarde, además de atender los diferentes frentes abiertos en mi vida: lactante y adolescentes (2), este último atendido hoy por mi pollo. Para que no haya más ironías ni desilusiones os adelanto que LA CAMISETA ES MÍAAAAAA. No me vais a creer pero el sorteo se hizo ante notario.
No sabéis cómo me alegro de que os haya gustado tanto la velada en torno a Un tranvía llamado deseo y Begoña.

rocio dijo...

Se acaba el domingo y me veo en la obligación de aplazar la publicación del acta. Se prorroga unos días (no muchos), se publicará antes de que la pájara de mi vecina vuele a tierras nórdicas, (la de las doscientas papeletas).