-El autor: F.B., fue protegido por la lectora (y la pintó muchas veces). Representante de un estilo que sólo tiene la letra o.
-La lectora gran amante, de los libros, el champán y el chippendale.
Segunda foto: ¿veis la pluma que utilizaba para escribir a su amante? pues alegremente descansa sobre su mesita de noche chippendale
ÁNGELA dijo:
Me aventuro:
Estilo: rococó
Pintor: Francois Boucher
Amante: Jeanne Antoinette Poisson
"Madame Pompadour"
Puntualizo: Propietaria de la mano: Madame Pompadour, mecenas del pintor y amante del rey Luis XV de Francia
Jeanne-Antoinette Poisson, duquesa-marquesa de Pompadour y marquesa de Menars, conocida como Madame de Pompadour (París, 29 de diciembre de 1721 - † Versalles, 15 de abril de 1764), fue una famosa cortesana francesa, la amante más célebre del rey Luis XV, y una de las principales promotoras de la cultura durante el reinado de dicho rey.
Su padre, el prestamista François Poisson, tuvo que dejar el país en 1725 envuelto en un escándalo económico. Jeanne Antoinette, su madre y su hermano fueron acogidos por otro banquero, el rico financiero Carlos Francisco Paul Le Normant de Tournehem, que hizo de los pequeños dos adolescentes refinados.
Se casó en 1741 con Carlos Guillermo Le Normant d'Étiolles, sobrino de su tutor. Era muy hermosa, con una pequeña boca y un rostro ovalado animado por su vivacidad. Su joven esposo se enamoró perdidamente de ella y la presentó en los círculos mundanos de París. Se instalaron en un castillo que puso a su disposición el rico Tournehem, en Étiolles. En 1741 nació su hijo que murió prematuramente, y en 1744 su hija, llamada Alexandrine.
El cardenal de Fleury, que gozaba de toda la confianza del rey y que dirigió personalmente todos los asuntos reales, murió en 1743. El círculo de influencia que comprendía a los banqueros Hermanos Pâris y al Cardenal de Tencin, su hermana la marquesa de Tencin y el mariscal Richelieu, encontró entonces del momento oportuno para situarse cerca de Luis XV. La joven Jeanne-Antoinette, que estaba próxima a los Pâris, se brindó para seducir al rey y favorecer ese acercamiento. La estrategia planificada funcionó perfectamente y sus resultados se confirmaron en 1745. En febrero fue invitada a un baile real de máscaras con ocasión de la boda del hijo del rey. Luis XV cae rápidamente enamorado de ella, es presentada oficialmente en la Corte de Versalles en septiembre, convirtiéndose en su "favorita oficial". Luis XV le otorga los marquesados de Pompadour y de Ménars, con paridad francesa. Agasajada por el rey, sus visitas a palacio menudearon hasta que Luis XV la instaló en el Palacio de Versalles. Con el dominio de Pompadour, y el título de marquesa, el rey la separó legalmente de su marido. El 14 de septiembre fue presentada oficialmente en la corte. Tenía 23 años. Recibió posteriormente el título de Duquesa, con derecho al escabel (sentarse frente a la reina) pero nunca hizo uso de él y continuó utilizando el rango de Marquesa.
Compartió la cama del rey sólo durante algunos años (sus encuentros íntimos cesaron en el invierno de 1751), aunque nunca perdió su condición de favorita, de «amiga necesaria» y de confidente hasta el final de su vida.
Para conservar su posición de favorita oficial alentó la inclinación del rey por las damitas ligeras, muy jóvenes y hermosas. Durante su «reinado» de 20 años, mantuvo unas relaciones muy cordiales con la reina. Madame de Pompadour preparaba todos los informes entre el rey y sus ministros, haciéndoles ir a sus apartamentos.
Educó a su hija Alexandrine, fruto de su matrimonio, a semejanza de las princesas reales, y deseaba casarla con alguno de los numerosos bastardos de Luis XV. Pero ante su reticencia se resignó a prometerla al duque de Picquigny, hijo del duque de Chaulnes, Par de Francia y descendiente de una familia de la ilustre casa de Luynes. Alumna desde los seis años del convento de la Asunción, como todas las hijas de la alta nobleza, la joven murió a los 9 años de una peritonitis aguda. La marquesa, muy afectada, nunca se repuso de su pérdida. No tuvo más hijos. De su relación con el rey, sufrió dos abortos en 1746 y 1749. Su ex marido Le Normant, en desquite, vivió con su amante, una bailarina, con la que se casó cuando la marquesa murió. Toda la familia fue encarcelada durante el Terror. Carlos Guillermo tenía entonces 74 años.
La marquesa de Pompadour favoreció el proyecto de la Enciclopedia de Diderot y protegió a los enciclopedistas. Dio trabajo a numerosos artesanos en la manufactura de porcelana de Sèvres, haciéndose cargo de la fábrica y contratando a los mejores artistas, el orfebre Claude Duplessis, escultores de la talla de Claude-Michel Clodion, Jean Antoine Houdon, los pintores Jean Baptiste Oudry y Francois Boucher. Convirtió la porcelana de Sevres en la mejor. Madame de Pompadour se expresaba por medio de su gusto exquisito, su encanto femenino en piezas inigualables, como figuras vidriadas, motivos florales, pájaros, paisajes en tonalidades especialmente azules, turquesa, rosa claro, verde y amarillo, a veces jaspeados en oro, tan hermosas que llegaron a eclipsar a la fábrica alemana de Meissen. Organizó en la corte toda clase de espectáculos, protegió a escritores, aprendió a bailar, grabar y a tocar la guitarra. Supervisó la construcción de monumentos como la Plaza de la Concordia y el Pequeño Trianón. Poseía varios palacios y castillos, entre los cuales estaba como residencia parisina el Hôtel d'Evreux, mucho más conocido ahora bajo el nombre de Palacio del Elíseo.
Varias leyendas la rodean. Se dice que tenía una verdadera pasión por la sopa de trufas y apio bañados en tazas de chocolate ambarino «calentando los espíritus y las pasiones». Propició el consumo del champán, que decía que aumentaba su belleza. La copa de champán fue modelada sobre su pecho perfecto. En un ámbito diferente, Madame de Pompadour, tratando de consolar el rey después de la derrota de Rossbach, le dijo: «Au reste, après nous, le déluge» («Por lo demás..., después de nosotros, que caiga el Diluvio...»).
El 15 de abril de 1764, agotada por veinte años de vida en la corte, murió en Versalles a los 43 años. Mirando la lluvia cuando salía el ataúd de su amante, Luis XV dijo: «La marquise n'aura pas beau temps pour son voyage» («La marquesa no tendrá buen tiempo para su viaje»). ¡Noblesse obligue!
François Boucher (París, 29 de septiembre de 1703 – París, 30 de mayo de 1770) fue un pintor francés, que gustó del estilo galante, propio de la época rococó.
Fue famoso por sus pinturas idílicas y voluptuosas de temas mitológicos, alegorías sobre pastores y por varios retratos de Madame de Pompadour. Uno de sus cuadros más conocidos es el Desnudo recostado (Alte Pinakothek de Munich) cuya modelo se identifica como Mademoiselle Louise O'Murphy, de catorce años, amante del rey Luis XV.
Nació en París el 25 de septiembre de 1703, hijo de Nicolas Boucher. Fue el pintor decorador más famoso del siglo XVIII, con su estilo enmarcado en el arte rococó. Tuvo un aprendizaje más bien accidentado, con varios maestros, y superó diversos obstáculos para triunfar. A los 17 años, fue aprendiz durante tres meses del pintor François Lemoyne, antes de empezar a trabajar con el grabador Jean-François Cars; con el que aprendió la técnica del aguafuerte.
En 1723, ganó el prestigioso Premio de Roma, pero por falta de plazas tuvo que esperar cuatro años para disfrutarlo. Consistía en un viaje de estudios en Italia, alojado por la Academia Francesa en Roma. Mientras esperaba poder efectuar el viaje, siguió trabajando en el taller de Cars, y colaboró en una serie de grabados sobre dibujos del difunto Watteau, promovida por Jean de Julienne (1726-28). Finalmente, Boucher emprendió el viaje a Italia acompañando a los Van Loo, y el director de la Academia de Roma, Charles-Joseph Natoire, le recomendó representar paisajes tomados del natural.
Tras su regreso a Francia, en 1731, fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura. Llegó a ser rector de tal academia y director de la Real Fábrica de tapices de los Gobelinos. El apoyo de la Marquesa de Pompadour fue esencial en su éxito. En 1765 fue nombrado Primer pintor del rey.
26 comentarios:
Margaritaaaaaaaaaaaaaaaaa, necsito de nuevo tu libro para investigar quién es el pintor que aparece en la novela.
Cristi, cariño: ¿Y a qué siglo pertenece? Podrías dar esa pequeña información. Es que yo no tengo la novela. Cómo soy una chica muy formal se la he devuelto a su dueña y...
Bueno, vale. Digo algo y tú piensas lo que te he pedido. Allá va: Se trata del retrato de una dama de la alta sociedad francesa del siglo XX, principios del XX.
¡Pilaaaaaaaaaaaaaaaar! ¿Me se escuchaaaaaaaaaaa? De momento he visto que aparecen nombrados Manet, Tiziano, Velázquez, El Greco, Auguste Cottet, Picasso, Matisse, Rouault...voy a indagar un poco y vuelvo a llamarte desde la ventana.
Llevo mas de una hora buscando...
Otra pistita por favor....
Margui, cariño, ¿no crees que la cosa se complica? Nos van a dar las uvas del 2030 cuando nuestras neuronas, al menos las mías, reposen plácidamente en el limbo de la vejez.¡¡Esta Cristina nos va a volver locas!!
Bueno, elijo primero pintor a ver si la muchacha me dice que voy bien encaminá: Es un fragmento de una obra de Rouault. ¿Voy bien Xristi?
Margui, gracias. Te mando un besito bloguero auténtico.
Pues sí, Pilar, algunas echan mal de ojo y nuestra master disfruta enviándonos a luchar contra los leones. No tengo ni idea de a quien corresponde esa linda manita ni quien es el artista que se fijó en ella. Pero como me gusta llevar la contraria, yo voto por Cottet (Charles, que no sé si es el mismo que el Auguste del libro).
oh, laaaalá, cuanto alborotoooo... he estado ausente, y no he podido daros más pistillas, pero mis cheries loquettes, un poco perdidas os veo...
SEGUNDA PISTA:
No, mi cherie pililí, en el siglo XX ya llevaban siglos criando malvas los dos... Y ¿quién bebe champagne? pues fijaros en las copitas, fijaros... tienen el molde del seno de la protagonista, y vosotras tan alegremente sorbiendo de él ¡oh, mon dieu! De su autor, puedo deciros que sus iniciales son F.B. y fue el rey de un estilo que sólo tiene una vocal, la o... y ella, la del champagne y el chippendale, y la cerámica de Sevres, fue su mecenas. Y amante de un rey, pero de otro estilo (con más vocales, quiero decir).
La favorita, la "maitresse en titre" soy yo ¡O o ó!
Puede que me haya confundido en la primera pista y Somerset no hablase de él... (¿ES POSIBLE QUE DESDE AQUÍ OIGA UN RUMOR DE QUEJAS?). Bueno, son las cosas de la memoria, pero os diré, queridas hermanas, que Elliot bien podría haber tenido algún cuadro suyo porque era muy de su gusto, y además se sentaba en una silla de petit point en la que había asentado sus reales ELLA, la "maitresse en titre". No sé yo si serán demasiadas pistas ya para unas hoipolloi.
Me aventuro:
Estilo: rococó
Pintor: Francois Boucher
Amante: Jeanne Antoinette Poisson
"Madame Pompadour"
Puntualizo:
Propietaria de la mano: Madame Pompadour, mecenas del pintor y amante del rey Luis XV de Francia
¡Ahhhhh! ¡Que hablabas de la hija del carnicero, la que fundó la Manufactura de la porcelana de Sèvres! ¡Y del cuadro que está en la pinacoteca de Munich! ¡Haberlo dicho antes!
oui, oui, oui, mi cherie pitiminí...
Ahora que está desvelado el misterio, si alguna quiere inventarse un relatillo será premiada con un jarrón de sevres made in china.
Es el siglo XVIII. Los matrimonios reales se dirimen en función de las necesidades de la política internacional. Que la casadera idónea sea o no del gusto del monarca es accesorio.
Por eso existe la figura de la MAITRESSE EN TITRE, algo así como una amante oficial elegida por el rey y reconocida como tal.
Mi querido Luis accede al trono en 1715, a la edad de 5 años. A la altura de 1725, cuando tiene 15 años, la política europea señala como ventajoso un matrimonio con la princesa polaca María Lescynska y así se hace.
Ocho años mayor que él, y más preocupada por el sino de su padre, Estanislao I de Polonia (depuesto en 1738) que por su real marido, María no es la esposa ideal. Cumple con su deberes, pero no tarda en pedirle al rey que la excuse de las obligaciones conyugales.
Mi querido monarca busca una joven amante, la duquesa de Châteauroux, y con ella se solaza felizmente hasta que la muchacha muere de manera repentina en 1744.
Y entonces….aparezco yo…la favorita, la "maitresse en titre". ¡o o ó!...¡Rococó!
m.s.
Madame Cristadour:
Me ha gustado mucho este juego...tu pista del estilo solo con la "o" fué clave...
¡Bonita manera de instruirnos en pintura, tú que sabes tanto! Anda, sigue jugando y ponnos otro...
¡Ah!... no había visto lo del relatillo...¡buena idea!...lo que yo he puesto no cuenta, es sacado del interné.
De momento abandono mi chippendale y me voy a la cuisin a ver que pongo de comer...Pensaré mientras tanto.
En la sala de Elliot había una sillería Luis XV en petit point, que bien hubiera podido pertenecer, como él aseguraba, a Madame de Pompadour.
Ha tardado horas en elegir el traje apropiado, ese que tanto le gusta a él, en el que las rosas de pitiminí caen en cascada sobre el verde tafetán. Esparce rosas de forma descuidada por toda la estancia, para que su aroma lo impregne todo. Las perlas que le regaló en su primer encuentro, ya acarician su nívea muñeca... una última mirada al espejo le ha trae a la memoria su sueño infantil de hija abandonada.
Se recuesta, y entretiene los minutos leyendo una historia galante. El repiqueteo de sus pasos se confunde con el tictac del reloj. Se abre la puerta. Levanta la vista para ver la expresión de su cara... No puede reprimir la sonrisa. Por algo ella es su favorita, su maitresse en titre, y él rey de Francia, Luis XV.
Oigo sus pasos.. Es el...
Escóndete dentro del armario..no, no detrás de las cortinas...
..¿ Como? ¿debajo de mi vestido?
. Hola querido, ¿ Como vuelves tan pronto? Pasaba el tiempo, ay¡, leyendo este libro, ay, ay ,ay,no te esperaba, oh, oh, hasta mas tarde eh, eh, ay, huy, huy, huy¡¡¡¡¡¡¡¡....
Definitivamente tengo que redecorar esta estancia. Mientras más la miro más convencida estoy. Ese reloj con los cupidos dorados ya no se lleva naaada, y tanta cortina ¡aggh! ¡con la de ácaros que deben tener! tengo que decirle a Louis que me lleve a esa tienda que han abierto nueva ¿como se llamaba? ¿ikkedale?
- Dime, Jeanne Antoinette, ¿es cierto que su alteza real, la reina, te ha invitado a cantar en su fiesta?
- ¡Ay, querida prima, hasta la mismísima reina sucumbe a mis encantos!
- Bueno, y dime...
- Pues...creo que me presentaré con este monólogo de Armida
- No, no...no te referirás a ese pasaje de la Jerusalén liberada de Torquato Tasso...¿no?, ése en el que la heroína seduce al guerrero Rinaldo...
- ¡Ay, prima sí, sí! Y cantaré para él, mi Luis...escucha...¡Detente, oh querido!...Obtendrás mi ayuda...Alejaré de la fortaleza al ejército enemigo...¡En mi poder confía!...
- ¡En las mismísimas narices de la reina!...Definitivamente tú estas chiflada...Aunque, confieso, tanta vanidad te embellece aún más si cabe...Tendrías que verte ahora mísmo, estás para una de esas pinturas de Francois...
- ¿De verás, prima? Anda, échame una mano que no se con qué vestido...
- ¿Qué no sabes qué? ¡Me vas a volver loca, Jeanne Antoinette! y...al rey, y a la reina-¡pobre!- y a todos...(Portazo)
-...”échame una mano prima que viene mi novio a veeerme, estoy tan nerviosa qué...no sé que vestio ponerme, échame una mano prima...”
¡¡Oh, la la!! Mi querido rey apenas me deja tiempo para mi amada lectura.
¡¡Mon Dieoux!! Ni tiempo tengo para recoger sus rosas de mis pies que, apenas soluciona dos o tres asuntillos de Estado, lo tengo de nuevo en mis aposentos. Mi ardiente Rey. Pobre. ¡Si supiera que con nada disfruto tanto como con la lectura y la pintura! Leeré un rato mientras llega. ¿O no? ¿Sucumbiré mejor al dulce sopor que me queda después de una tarde de sexo real?
Querida prima Jean-Antonniette:
Me marcho de Versalles. No te aguanto más. Ni siquiera con la promesa de esa boda con el bastardo de tu Luis (que por cierto, es feo a rabiar) me quedaría. Con tus canciones y tu monólogo de Armida me estás volviendo loca, pero loca loca... ¿por qué no te calmas? ¿qué más da lo que te pongas para el dichoso cuadro? tu Francoise y los demás te han pintado ya en todas las posturas posibles y con todos los trajes de tu vestidor... Con Latour te pusistes el de los ramos rosas agarrando las páginas de la Enciclopedia, con Druais la toquillita de encaje en la cabeza y tu traje de flores ocres como si estuvieras escribiendo, Boucher te pintó con uno color coral en el jardín, y con el dorado tocando el piano, tienes otro en el tocador, a la desabillé... ponte el verde ese de las rosas de pitiminí, que todavía no lo has usado... Y por favor ¡deja de mirar al pintor mientras te pinta! ¡queda de lo más rococó!
Besos de tu prima
Marie Cristine
Prima, prima, prima...¡qué no daría yo por difrutar de esta lectura tirada en el sofá...mis buenos calcetines de lana y mi chándal!...pero “noblesse oblige”.
m.s.
querida prima:
Ya que he leído el acta estoy más tranquila. ¿Por qué no vuelves a Versalles? prometo convencer a Francoise para que te pinte vestida de pastorcilla, divina de la muerte, mientras duermes en un prado y un pastor te hace cosquillas con una pluma. ¿No te gustaría?
15 kilos. Decenas de hojas, racimos, volutas, galones, lazos, pasamanerías, volantes, festones y trencillas tapando metros y metros de satén. Y el corsé, el guardainfantes, la falda y la sobrefalda, el peto…. Voy a olvidarme por un tiempo de los enciclopedistas, pintores, orfebres y escultores. Me dedicaré en cuerpo y alma a los modistas. Tengo que acabar con este sinvivir.
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