jueves, 13 de septiembre de 2012

un arcángel para una santa

Dedicado a santa Margaretta del Románico Palentino, el poema "San Rafael", de Federico García Lorca, para que acompañe con palabras la imagen, que desde ayer, guarda y vela su puerta.

Coches cerrados llegaban 
a las orillas de juncos 
donde las ondas alisan 
romano torso desnudo. 
Coches que el Guadalquivir 
tiende en su cristal maduro, 
entre láminas de flores 
y resonancias de nublos. 
Los niños tejen y cantan 
el desengaño del mundo, 
cerca de los viejos coches 
perdidos en el nocturno. 
Pero Córdoba no tiembla 
bajo el misterio confuso, 
pues si la sombra levanta 
la arquitectura del humo, 
un pie de mármol afirma 
su casto fulgor enjuto. 
Pétalos de lata débil 
recaman los grises puros 
de la brisa, desplegada 
sobre los arcos de triunfo. 
Y mientras el puente sopla 
diez rumores de Neptuno, 
vendedores de tabaco 
huyen por el roto muro. 

II 
Un solo pez en el agua 
que a las dos Córdobas junta: 
Blanda Córdoba de juncos. 
Córdoba de arquitectura. 
Niños de cara impasible 
en la orilla se desnudan, 
aprendices de Tobías 
y Merlines de cintura, 
para fastidiar al pez 
en irónica pregunta 
si quiere flores de vino 
o saltos de media luna. 
Pero el pez, que dora el agua 
y los mármoles enluta, 
les da lección y equilibrio 
de solitaria columna. 
El Arcángel aljamiado 
de lentejuelas oscuras, 
en el mitin de las ondas 
buscaba rumor y cuna. 


Un solo pez en el agua. 
Dos Córdobas de hermosura. 
Córdoba quebrada en chorros. 
Celeste Córdoba enjuta.

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Y para que se informe bien de quién mete en casa, que sepa que San Rafael es uno de los tres arcángeles conocidos por nombre dentro del cristianismo católico y ortodoxo. Los otros dos son Miguel y Gabriel. 
  • Miguel, es el jefe del ejército celestial,
  • Gabriel, el mensajero celestial,
  • Rafael, protector de los viajeros, de la salud y del noviazgo.

De acuerdo con el Libro de Tobías, Rafael fue enviado por Yaveh para acompañar a Tobías, hijo de Tobit, en un largo y peligroso viaje para conseguirle una esposa piadosa al joven. Ésta es Sara, quien había visto morir a siete prometidos debido a que un demonio, de nombre Asmodeo, estaba enamorado de la mujer y mataba al esposo en la noche de bodas.

En un principio Rafael se presenta como «Azarías, hijo del gran Ananías», pero al finalizar el viaje cura la ceguera de Tobit y se manifiesta como «el ángel Rafael, uno de los siete en la presencia del Señor».

Durante el viaje, da instrucciones a Tobías para pescar un pez, del que extraería las vísceras que usaría más tarde para alejar al demonio Asmodeo enamorado de Sara y curar la ceguera de su padre. Debido a esto, a Rafael se le considera protector de los novios o el noviazgo, mas no quien promueve los noviazgos como el Eros (Cupido) grecorromano.

Muchos cordobeses creen que el arcángel San Rafael es el patrono de Córdoba, aunque  realmente son los mártires Acisclo y Victoria. San Rafael es el custodio de Córdoba desde que se atribuyó a su protección contra una epidemia de peste. Tras varias apariciones al Padre Roelas, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, le dijo al sacerdote: “Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad”. Al poco tiempo dejaron de morir personas en Córdoba a causa de la epidemia.

En el Cristianismo, los arcángeles son una categoría de ángeles. Constituyen uno de los nueve coros de la jerarquía angelical. Los arcángeles son los penúltimos, antes de los propios ángeles (tal y como lo indica el prefijo arc, que significa superior).

¡Ea! ¡ya sabes por qué lleva el pescado y a quién le tienes que rezar para que te busque un buen novio! (que no tiene que ser para tí ¿eh? ¡que no se me enfade tu agustirrinín!)

4 comentarios:

Cristina dijo...

García Lorca le dedicó un poema a cada uno de los arcángeles. Yo en el cole gané un premio por recitar San Gabriel de García Lorca... ¿me imagináis? yo, con mi coletita y mi baby con un botón menos, los calcetines arrugaditos a la altura de la pantorrilla y recitando con voz angelical:

El niño canta en el seno
de Anunciación sorprendida.
Tres balas de almendra verde
tiemblan en su vocecita.

Ya San Gabriel en el aire
por una escala subía.
Las estrellas de la noche
se volvieron siemprevivas...


¡¡¡Ayyy, qué tiempos aquellos!!!

Marga dijo...

Parece que he metido en casa a un muchacho la mar de apañado. Mil gracias, Cris, por su curriculum.

errante de cercanias dijo...

mucha guasa, mucha guasa, y ya ves tú...a más de una veo llamando a tu timbre con una velita en la mano...¡ay! ¿quien no quiere salud pa poder viajar con un buen novio?

beatona de sanrafaé dijo...

haremos una novena por ti, querida errante de cercanías, para que se anime tu kilométrico deambular con un novio a tu altura