domingo, 9 de septiembre de 2012

LECTORAS CON ARTE SEPTIEMBRE

Marga nos ha abierto los ojos sobre el autor de la portada de “La balada del café triste”. Leyéndola he recordado que hace tiempo que no nos visita ninguna lectora con arte, y aunque ya tuvimos una de Rockwell (hace tres años ya, ¡quién lo diría!), he pensado en repasar su obra mientras me sacudo este letargo veraniego en el que estaba sin darme cuenta.

Como siempre que me pongo en esta tarea, he reflexionado sobre el libro que hemos leído, para intentar que el cuadro tenga alguna relación con él y podamos meternos en la piel de los protagonistas y jugar por un ratito a ser ellos (por cierto, que espero que alguna lectora-doctora haya aprendido las fantásticas técnicas médicas de Miss Amelia, como el Kroup Kure, y que pueda aplicárselas a sus pacientes-pacientes... ¡una pócima a base de whisky, ideal para tiempos de recortes!)

Miss Amelia creció más allá de su metro ochenta con la llegada del pequeñín primo Lymon, que alteró toda su forma de vida hasta el momento: "existe un tipo de personas que tienen algo que los distingue de los mortales corrientes; son personas que poseen ese instinto que suele darse en los niños muy pequeños, el instinto de establecer un contacto inmediato y vital entre ellos y el resto del mundo". Su almacén sin vida fue llenándose de mesas y de algarabía, hasta llegar a ser el punto de encuentro de ese pueblo de trabajadores. Todos se reunían allí tras su dura jornada laboral buscando "buena compañía y un calorcillo delicioso".

Nosotras estamos también en periodo de crecimiento. Han pasado cinco años desde que nos reunimos por primera vez... "Hubo grandes cambios, pero se produjeron poco a poco y por sus pasos: cada paso tiene poca importancia"... Y ahora hemos dado un pasito más y nos convertimos en Asociación. Todo por amor, por amor a la lectura y todo lo que arrastra la literatura. "El amor es una experiencia común a dos personas. Pero el hecho de ser una experiencia común no quiere decir que sea una experiencia similar para las dos partes afectadas". Y en eso consiste en gran parte un grupo como el nuestro. En contrastar la experiencia común (aunque muchas veces no similar) de los libros que leemos.

Tras este relajo estival se nos presenta un curso apasionante en cuanto a proyectos. Como soñar es gratis, voy a imaginar que vamos añadiendo mesas, sillas y menús en nuestro blog, y que se van sumando cada vez más parroquianos en esta nueva andadura, llenando de algarabía, con sus comentarios, este rinconcito al que incansablemente acudimos nosotras desde hace cinco años. Sería una señal estupenda de que han encontrado también aquí, como en el café de Miss Amelia, "buena compañía y un calorcillo delicioso". En fin, para ser "un Morris Finestein de primera" ya tendremos tiempo y disfrutaremos del bullicio esperando que no venga un Marvin Macy a destrozar nuestras ilusiones.

McCullers hizo las adaptaciones teatrales de muchas de sus obras, entre ellas la del libro que nos ocupa, del que incluso se estrenó un musical en Broadway tras su muerte. Ella pensaba que su elenco ideal era Ana Magnani, Marlon Brando, Truman Capote como el primo Lymon y Orson Welles. Ambiciosa ¿no?

Para no ser menos nosotras, entre los proyectos que pensamos poner en marcha está asistir a obras de teatro con la lectura previa de los libretos. Como Asociación tendremos precios anticrisis, así que no valen excusas. Ya lo hicimos con Elling, y comprobamos que se disfruta más de la obra viendo cómo van tomando cuerpo las imágenes que hemos creado en la mente con la lectura. Este año, para colmo, tendremos también una obra con nuestro Fersansegundo en el Lope de Vega… y Yerma de García Lorca, y nuestra Ana Ozores alias La Regenta, y Wilt de Tom Sharpe, y el Buscón con Alfonso Zurro como director… ¡año literario-teatral el que nos espera!

Así que al pasar por esta ilustración de Rockwell pensé que me venía que ni pintada (nunca mejor dicho).

En ella se ve un patio de butacas, con sus típicas sillas tapizadas de terciopelo rojo. Dos mujeres de la limpieza hacen una pausa, abandonando a su lado trapos y fregonas, para sentarse a leer un libreto que alguien dejó olvidado. Las dos lo leen con avidez, incluso una se reclina sobre el hombro de la otra para verlo mejor. 

Ahora os dejo que penséis y divaguéis sobre la ilustración. 

¿Qué pueden estar leyendo tan interesadas?, ¿es el reparto?, ¿la sinopsis?, ¿están viendo la foto de algún actor del reparto que les gusta mucho?, ¿o será que leen lo que pillan y así se buscan una excusa para no tener que seguir limpiando?... 
Y lo que es más importante... ¿por qué ellas no necesitan gafas y yo sí? (a pesar de la inmensa diferencia de edad que nos separa) ¿es que en esa época hacían los libretos con letras más grandes que ahora? ¡decidme que sí, por caridad!





7 comentarios:

la del moño dijo...

mira, María, si esto parece un catálogo del ikea ese: Ingvar Ambjomsen, Kjell Barne, Reidun... ¡qué nombres más rarísimos! menos mal que aquí hay un Gómez ¡a ese sí que lo conozco! ¡un cura la mar de mono que salía en la tele!

Va de portadas dijo...

_ ¿Que estás leyendo?.
_ " Siempre tuyo".
- ¿Quien lo escribe?
_ Daniel Glattauer.
_ ¿Ese que escribió "Contra el viento del Norte, que eran todo correos electrónicos?.
_ Sí.
_ Oye,ahí dice que el diseño de cubierta es de María Perez-Aguilera, será familiar de la blogmaster?.
_ Es verdad¡¡. Voy corriendo a preguntarselo.

Va de portadas 2 dijo...

-¡cuuucha! ¡menuda sorpresa!
-¿pero es tu parienta o no?
-po yo qué sé. Una familia tan grande y tan dispersa ¡por todos los puntos cardinales estamos! y claro, ni idea de los hijos de mis primos...
-pero ese guioncito...
-ayyy me encantaría que lo fuera ¿sabes que es también suya la de travesuras de una niña mala? y muchisimos más, Mary, que lo pone en el internete ese...

una de ellas dijo...

¡ay, amiga! mira que me daba pereza volver a la rutina diaria, pero estos ratitos contigo...¡cuánto los ehaba de menos!

Anónimo dijo...

- ¡Me cachis con la crisis! mira que no vender ni una entrada para la funcion.

- Pues anda que ponernos a nosotras para hacer bulto...

la del moño a la otra le dijo...

-yo siempre quise ser actriz. Una de esas actrices que llenan el escenario con su presencia, y a la que luego todo el público aplaude poniéndose en pie.
-¿Y tú que sabes de eso? ¿has venido tú a alguna función ni ná de ná?
-Pues sí, entérate, que mi padre me traía al gallinero cuando era chica, y las veía, y me ponía a mirar al patio de butacas, y aquí, donde hoy nos sentamos tú y yo, había muchas señoras empingorotás, con sus abrigos de pieles y sus perlas, y yo me decía pa mi misma: "algún día estaré yo ahí sentada"...
-¡Anda! ¡pues en eso no te equivocaste! ¡anda, coge la mopa ya que va a empezar la otra función y esto está hecho unos zorros!
-¡Anda que no eres malaje ni ná, Mary!

perdón por el retraso dijo...

-Schhhh! Cris, asómate, ¡no hagas ruido!
-¿Y esas dos?
-¿Has visto alguna vez una escena más tierna? Mira, la de la derecha, la más mayor, es analfabeta y la pequeña, que tiene 72 años, le lee a su hermana el libreto cada vez que se estrena una obra. Llevan toda la vida limpiando esto. Cuando les llegó la hora de jubilarse se negaron en rotundo. Son la hemeroteca de esta santa casa. Han sobrevivido a todas las catástrofes sociales y naturales que han atacado al teatro, a todos los directores, a todos los políticos…Tienen en su memoria cada adaptación de obras clásicas que se ha representado, te hablan de cómo fue la acogida del público, bajan la voz para narrar aquella vez que el farmacéutico de no sé qué barrio montó un número en mitad de la función porque se sintió aludido en una escena de cuernos, o se quitan la palabra cuando hablan del día en que se tuvo que interrumpir la función para que un impaciente bebé viniera al mundo sobre la cama de Madame Bovary. Y chismes… ¡no saben chismes de la gente que ha pasado por aquí! Más de una vez las he pillado comentando lo que ha ganado o perdido fulanito o fulanita con los cambios de pareja. Saben quién ronca, quién se guarda una petaquita en el bolsillo y quién es dado a improvisar y despistar a sus compañeros de reparto. ¿Qué si se están escaqueando? Qué va, si se pasan aquí todo el día y tienen esto como los chorros del oro, ¡si tuviéramos que pagarlas por horas…!
-Estoy pensando… ¿no querrían colaborar con Hoy libro como asesoras teatrales?