Quedamos a cenar en El Abuelo. Nos vimos Cristina, Marga, María Sur, María del Mar, Pililebe y su invitada Trini. No pudieron estar con nosotras Angela y Rocío
Nuestra Pili, que siempre viene muy bien acompañada, fue penalizada a llevar un kimono durante toda la cena por no haber leído el libro ¡qué suerte¡, aun así nos amenizó con uno de sus últimos éxitos La mudanza: una olla expres y un ramo de flores, un apasionante relato de aventuras, que nos hizo desternillarnos de risa.
Rocío como no pudo asistir nos envió una misiva excusando su ausencia pero, no se, no se... espero estés mejor, un beso de todas.
ESTUPOR Y TEMBLORES, como el título de la novela de Amelie Nothomb, eso es lo que nos ha causado la lectura de Arenas Movedizas. Creo que nunca un libro ha provocado más unanimidad en nuestros comentarios.
A pesar de las recomendaciones y del interés que le hemos puesto no hemos sabido encontrar en esta lectura ningún aspecto que nos atraiga, quizás, como dice Rocío en sus notas, hemos llegado a tener un pelín de curiosidad morbosa por el desenlace.
Fue una cena tranquila y, aunque sin orden, pudimos escucharnos todas, porque todas pensábamos lo mismo: nos ha costado una barbaridad meternos en la historia, solo nos enganchamos cuando aparece un tercer personaje, Watanaki, en la relación entre Mitsuko y Kakiuchi, los personajes son planos, las historias son tan inverosímiles como infantiles a la par que rebuscadas, el supuesto estilo esteticista del autor se nos ha revelado por una, entendemos, nefasta traducción, en fin un desastre.
Podría repetir todos los comentarios de la cena pero no me siento capaz. Como conclusión, parece que no tenemos suficiente mentalidad japonesa para entender Arenas Movedizas.
Próxima lectura: El Vino de la Soledad, de Irene Nemiroski
Lo siento, no anoté el día de la próxima cena, pero creo que quedamos el miércoles después de semana santa
3 comentarios:
y de los seis votos que me han dado, el reparto ha sido el siguiente:
私は少し好きだった, ME HA GUSTADO POCO: 2
私は好きではなかった, NO ME HA GUSTADO: 4
¡Bien, Elena!
Realmente, nunca hemos estado tan de acuerdo en el veredicto de un libro, como dice la Enkuestiki de este mes. Me gustaría haber escuchado al amigo de Rocío, a ver qué le encontró a las Kakiuchis, a mí, personalmente me va más el humor cántabro que el amarillo, por lo que difruté más el relato de "la olla expres y las fabes perdidas" de nuestra Pililebe.
Y la cena del mes que viene está en un cuadradito mu mono que hay arriba a la derecha del blog, con nuestra Amanda desfilando con el próximo libro bajo el brazo: es el 18 de abril. Organiza Rocío, e invita Elena.
Ahora, ¡a disfrutar del vino en la soledad de nuestras casas!
¡Qué difícil un acta cuando el libro no da juego! Gracias, Elena, por hacerla tan amena.
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