Los ojos amarillos de los cocodrilos
de Katherine Pancol
(ed. La Esfera de los Libros)
Esta novela sucede en París, pero nos encontramos con cocodrilos.
Esta novela habla de hombres. Y de mujeres. Las mujeres que somos, las que querríamos ser, las que nunca seremos y aquellas que quizás seamos algún día.
Esta novela es la historia de una mentira. Pero también es una historia de amor, de amistad, de traición, de dinero, de sueños.
Esta novela está llena de risas y de lágrimas.
Esta novela es como la vida misma.
Josephine tiene cuarenta años, está casada y tiene dos hijas, Hortense y Zoe. Es consciente de que su matrimonio ha fracasado, pero sus inseguridades le impiden tomar una decisión. A Antoine, su marido, le despidieron hace un año de la armería de caza donde trabajaba y desde entonces se dedica a languidecer en el apartamento y a engañar a su mujer.
La discusión que provocará la separación del matrimonio de Josephine y Antoine es el punto de partida de una serie de acontecimientos, más o menos relacionados, en los que se verán envueltos otros personajes, como Iris, la guapísima hermana mayor de Josephine; la glamurosa y gélida madre de ambas, Henriette, casada en segundas nupcias con el millonario Marcel Gorsz; la misteriosa Shirley, la vecina...
Tras la separación, Antoine se verá obligado a aceptar una oferta de trabajo que le convertirá en capataz de una granja de cocodrilos en África, pero las cosas no serán tan fáciles como parecían.
A Iris se le ocurre decir que está escribiendo una novela, y una vez lanzada la mentira se niega a echarse atrás, y convence a su hermana para que escriba realmente el libro, basándose en sus conocimientos. Ella se llevará la fama y el protagonismo y Josephine el dinero, pero los verdaderos amigos de ésta están convencidos de que ella es la verdadera autora de la novela que llena los escaparates de las bibliotecas de Paris..
11 comentarios:
Joer, Cristi. ¡¡Qué rapidez!! ¡Y yo con estos pelos!. Gracias.
Hoy me he enterado que ya ha salido a las librerías la segunda parte de la novela que, por culpa de mis perezosas neuronas, olvidé el título
'El vals lento de las tortugas'
después de ver la entrevista, creo que vamos a pasar de un polo al opuesto. No está mal, esto de comentar libros tan diferentes
para las que calculan el número de páginas que leen al día (que haberlas haylas) este tiene 552 páginas
O sea, que no confiarse, niñas, no confiarse... que aluego sus coge el toro
20 páginas al día empezando mañana mismo...¡y sin descansar ni un día!
¿de verdad son esos los cálculos matemáticos? yo, como soy de letras (bueno, más que de letras, de pinceles). Pues hay que ponerse las pilas de verdad. Yo ya lo he comprado, pero tengo que enterarme, antes de empezar, qué pasó con la cabeza perdida de Damasceno Monteiro. Cosas del encuentro con Cáceres, del que se nos olvidó hablar anoche.
...y yo liada con el señor Pip que me tiene embelesada y no me deja irme con otro. Y aún no tengo los ojos amarillos. Y cada día que pase sin cocodrilear he de aumentar la media diaria de páginas. Y quiero perder la cabeza como Damasceno para tener voz (y voto). ¡Y es verdad que con tanto quitarnos la palabra se nos olvidó hablar de la cumbre!
querida mudita:
He reflexionado y orado al dios de las mil formas, y considero que nos estamos agobiando sin motivo alguno. Tú sobre todo, que con eso de no poder hablar te va la cabeza a más revoluciones y me arrastras a mí, que soy mu manejable. Cualquiera diría que te estresan los libros. Ya verás como superamos la prueba y dentro de una luna seremos expertas en cocodrilos con ojos amarillos ¿o hemos dejado algún libro a medias? ¡ni muelllllllllltaaaaaas! ¡acción, querida hermana eterna, acción! ese es nuestro lema, recuérdalo.
Marga ¿estás leyendo? ¿Cuántas páginas llevas? ¿has encontrado alguna errata? ¡ayy hija, me tienes en un sinvivir permanente!
Ya voy por la 499...esta semana quiero leerme también Ana Karenina y el Quijote.
pues mira, como te va a dar tiempo, me han dicho que "Sueño en el pabellón rojo", de Cao Xueqin, es como el quijote chino, y tiene unas mil paginillas de nada. Mira que si no te vas a aburrir hasta la cena
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