sábado, 14 de abril de 2012

JE T´ECRIS DANS LE TRAIN



Neuilly-sur-Seine (Francia), noviembre de 1937.


Mom cher ami Christine:
Soy Franz Wiener, nací en Bruselas el 28 de enero de 1877 y soy periodista, dramaturgo, novelista y realizador de libretos.
Pertenezco a una familia judía alemana. Mi abuelo Jacques Wiener, se instaló en 1835 en Bruselas trabajando como grabador y a él se debe el primer sello belga. Mi hermano menor, Léopold Wiener, es también grabador además de escultor y realizador de medallas. Mi padre, Alexandre Wiener fué pintor.

Llegué a París en 1897 y con el fin de integrarme mejor en la sociedad parisina me nacionalicé francés y me cambié de nombre, así que llámame a partir de ahora Francis de Croisset. ¡Croisset!¡El nombre del pueblo donde vivió y murió Gustave Flaubert!

En 1910 me casé con la viuda Marie-Thérèse de Chevigné, última nieta por parte de madre del marqués de Sade.

Dicen que siempre busco el escándalo con comedias de audacia calculada y que soy elegante, brillante y mundano. Es lo que dicen.
Parece ser que inspiré a Marcel Proust la metamorfosis de Bloch en Jacques du Rozier, el personaje de mi obra "En busca del tiempo perdido" iniciada en 1913.

Por cierto, vuestra Margarita Xirgu en 1914 estrenó, en sus inicios en el teatro castellano, mi comedia "El corazón manda", que fue muy representada en Madrid y provincias.

El año pasado estrené en el Théâtre des Ambassadeurs la comedia en tres actos "El pelicán o Una extraña familia" (Le pélican ou Une étrange famille) basada en la obra de un autor conocido por usted, Somerset Maugham.

Tengo 2 hijos, Philippe, patrón de prensa y Germaine, esposa del pintor y crítico de arte Roger Lannes de Montebello y madre de Philippe Lannes de Montebello, director del Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Tengo 60 años y estoy a punto de morir, así que espero haber satisfecho en parte su curiosidad.

Votre ami.
Francis.

3 comentarios:

Marie Cristine dijo...

Sevilla, abril de 2012

mon cherí Franz-Francis:
Mercí, mercí, por les votres palabres. Excuse moi! ¡le atolondre, le atolondre! no sé en su época, pero en la nuestra la vida es un frenesí como dijo nuestro amigo Calderón el de la barca. Busqué su nombre en un cacharrito que tengo, con nombre de burbuja, y sólo me salieron frases ingeniosas salidas de su mente preclara.

Prometo, como penitencia, dejar que me pique el pelicán, adoptaré uno, ya que en mi extraña familia es uno de los bichos que nos faltan para completar el zoo. Bueno, y si encuentro alguna de sus obras, prometo también una lectura sin atolondramiento (si no la encuentro, me pondré a revisar las de su señor suegro, el marqués de Sade). Me gustaría prometerle también que la penitencia fuera un paseo por el Metropolitan para supervisar el trabajo de su nieto, pero mi economía no me permitiría jamás cumplirla.

Encantada de haberlo conocido.

Votre amí
Marie-Cristine me quiere goberná

P.D. No he encontrado ningún sello, ni de su abuelo ni de nadie, que se pueda pegar en este sobre tan rarito, por lo que va sin él. Le ruego me disculpe.

Cristina dijo...

ah! mi querido Franz-Francis, mientras más aprendo de ti, más me gusta:
http://elpais.com/diario/2008/10/19/eps/1224397608_850215.html

Philippe dijo...

Querida menina: me conmueves y te admiro.