jueves, 28 de junio de 2012

MENÚ CUMPLEAÑERO

Rica fue la cena que degustamos en nuestro cumpleaños, y como las recetas, al fin y al cabo, también son literatura (gastronómica) espero que todas nos pongáis la del plato que degustamos. 

Rompo yo el hielo con mi GAZPACHO ME LLAMO ROJO, PERO EN CASA ME LLAMAN “GAZPACHÍN DE SANDÍA”
Inspirada por el rojo de la sangre de nuestros protagonistas del mes, fui al mercado(na) a comprar lo necesario, a saber:
  • La misma cantidad de tomates que de sandía (con la piel ya quitada)
  • 35 gramos de cebolla
  • 40 gramos de pimiento verde
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 cucharada de Aceite de Oliva
  • Entre 1 y 3 cucharadas de vinagre de vino blanco (al gusto)
  • 2/3 de una cuchara pequeña con sal

Receta:

11. Lo primero de todo es la higiene, así que me puse con mi delantalito a lavar bien los tomates y el pimiento.

22. Para llorar la muerte de los ilustradores, me puse a pelar y a cortar la cebolla ¡ya lo creo que lloré, a lágrima viva, hermanas! ¡ayyyy pobre Donoooosoooo! ¡ayyy el pobre Tíoooo!. Cuando superé el duelo, me soné los mocos para aliviar mi pena e hice lo mismo con un trozo de pimiento. No hace falta cortarlos finos, ya que para eso está la batidora.

3. Me dispuse a pelar el ajo, cortándolo a lo largo con mucho esmero para quitarle el germen que trae en el centro, para que vuestros estómagos sufrieran menos sus devastadores efectos.

4. Ya estaba listo el boceto, así que me puse a colorear. Corté los tomates en trozos pequeños, batiéndolos con saña, como si me hubiera transformado en Aceituna. Cuando conseguí una textura sanguinolienta añadí el ajo, la cebolla y el pimiento, y lo batí todo junto hasta que el pobre pimiento perdió el color, avasallado por el rojo. Colé la mezcla para que vuestros expertos paladares no encontraran ningún resto sólido de semejante matanza.

5. Quise que fuera más rojo todavía, pero como no tenía cochinillas a mano, me decidí a volcar en el vaso de la batidora la sandía (sin piel ni pepitas, obviamente). Añadí la sal, el aceite y el vinagre y lo batí hasta conseguir el efecto deseado.

6. En vista de las altas temperaturas lo metí en mi nevera, aunque el traslado desde mis arrabales a esa azotea trianeralindandoconlosremedios le quitó mucha frescura.

Mi intención es que en ese charco llamado rojo hubiese un cadáver, para ilustrar la escena con todo el realismo de la escuela persa. Así que corté lonchas de jamón con la forma de los ilustradores fallecidos. Puse en el horno papel de idem, los coloqué en mi taller como si estuvieran trabajando a destajo para el Sultán y los tapé con otro papel de horno para respetar su intimidad. 20 minutos más tarde mis ilustradores estaban más tiesos que Donoso (el del libro, que el de la Pili está requetevivo). Lástima que en el transporte provocara su descuartizamiento por el vaivén y en la cena sólo pude ponerlos en cachitos. Está visto que a este happening hay que hacerlo cerquita del horno.


Siguiendo la recomendación de Cristina hice la receta de MILHOJAS O MONTAÑITAS DE BERENJENA CON QUESO inspirada en la poesía de Baltasar de Alcázar "Tres cosas", de la que transcribo una estrofa:

Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón,

la bella Inés, el jamón
y berenjenas con queso.


Los ingredientes:

1 comentario:

Marga dijo...

Blogger marga dijo...

El cóctel preferido de TRUMAN CAPOTE era el Destornillador, hecho con vodka, jugo de naranja y rodajas de naranja.

El de WILLIAM FAULKNER el Mint Julep, con whisky, 1 cucharadita de azúcar, hielo y una ramita de menta machacada.

JACK KEROUAC prefería La Margarita, un cóctel que conoció en sus múltiples viajes a México.

F.SCOTT FITZGERALD adoraba a su querido Gin Rickey. Se rumorea que la pasión de Fitzgerald por el gin provenía de su creencia de que no se podía detectar en el aliento.

RAYMOND CHANDLER era un gran bebedor de Gimlet; esta bebida no alcanzó gran popularidad en Estados Unidos hasta que el detective Philip Marlowe lo introdujo en The Long Goodbye.

TENNESSEE WILLIAMS prefería su Ramos Gin Fizz. Al parecer, la gente de Nueva Orleans todavía bebe este cóctel en honor de Williams. La receta estándar contiene huevo, crema, limón y jugo de limón, azúcar, ginebra y un poco de agua fresca de la flor del naranjo.

ERNEST HEMINGWAY era un gran bebedor, por lo que su nombre se relaciona con numerosos cócteles, pero con ninguno tenía más estrecha relación que con el Mojito, que era su favorito.

La Rosa de Jack fue la bebida favorita de STEINBECK y también es conocida por el nombre de “Jersey Lightning”. Tiene como ingredientes calvados o applejack, granadina y el zumo de media lima.

Con estos antecedentes, no lo tenía nada fácil. No dudé en iniciar un viaje por paisajes paradisíacos para meditar y asegurarme el éxito en la elección.

Finalmente, seleccionando GINEBRA con diez ingredientes botánicos: enebro, almendras, granos del paraíso, ralladura de limón, regaliz, raíz de orris, angélica, cilantro, bayas de cassia y cubeba, LIMA tropical, mundialmente conocida por su aporte de vitamina C, ENEBRO para aromatizar y BLUE TONIC para minimizar el aporte de azúcares, nació el GIN AMANDA.

Si alguien piensa que se parece a cualquier otro cóctel establecido está muy equivocado. El GIN AMANDA lleva un ingrediente secreto: un generoso chorro de entusiasmo y cariño a partes iguales.