lunes, 31 de agosto de 2009

Y TÚ... ¿QUÉ HAS HECHO ESTE VERANO?

Querida amiga:

¡Cuánto tiempo sin saber de ti! Parece mentira, hace nada estábamos charlando de madame bovary y ya ha pasado el verano en un vuelo... Todavía quedan quince días para la cena y como yo soy la mar de impaciente, no puedo esperar para que me cuentes algo de tus aventuras estivales. Además, luego en la cena no nos da tiempo a nada...

Cuéntame todo, hija, que me muero de curiosidad: ¿Has estado de boda o de bautizo? ¿en el mar o en la montaña? ¿has conocido a Willy Fogg? ¿son indigestos los percebes? ¿cuántos aviones has cogido? ¿o quizás has surcado los mares en un barco velero con tu camisetita de rayas ideal de la muerte?, y el románico jerezano ¿es tan bonito como cuentan? ¿has leído mucho? ¿qué libro te ha gustado más? ¿y esos amores, cómo van?...

Ufff, cuántas preguntas sin respuestas. Espero que me las respondas rapidito, seguro que tienes mil aventura que contar, y estoy deseando leerlas.

Besos de la más curiosa.

9 comentarios:

Pilar dijo...

Querida amiga:
¡Qué alegría leerte! ¿Cómo contarte lo que he hecho este verano? Lo hago si tú me cuentas primero, que a mí me da vergüenza.
Un abrazo.

La Xrsti dijo...

Querida amiga:

Romperé el hielo ya que estáis todas tan tímidas.

Mi verano ha sido bien tranquilo, incluso aburrido a ratos. Ahora entiendo mucho mejor a Emma, pero no tenía yo ningún Rodolphe cerca y tampoco tengo una naturaleza infiel, pa qué nos vamos a engañar. Tenía ganas de aburrirme un veranito, la verdad, todavía recuerdo con horror el último, que hasta se me fue la regla (for ever) con los curiosos incidentes de mi ucraniana preferida. En fin, que he estado mes y medio casi sola con mis niños y mi madre en la playa, porque mi Eli estaba en Sevilla trabajando, y la última semana se embarcó en un velero only for men.

Mis niños se están haciendo mayores e independientes (tirando a salvajes), así que he ido a libro por día (con sus noches, ya sabes de mi insomnio)... bueno, en la tercera parte de Millenium tardé tres días. No he sido la Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire porque para encontrar una corriente de aire este verano tenías que meter la cabeza en el ventilador. ¡Vaya calorazo!, tengo yo una palmera en mi casa (que, por cierto, no es datilera) que no se ha movido en todo el verano, lánguida y lacia ha estado la pobre todo el mes de agosto.

Os echaba de menos, y de tarde en tarde le pedía a Adela su pen-drive-con-usb-y-conexión-adsl, asomaba mi naricilla por este blog, y me iba con el rabo entre las patas... ¡igual que mi palmera estaba el blog! ¡bufff!

La segunda semana la cosa se animó, llegaron Adela y Marió y echamos muchos ratitos de charla, fiestecitas infantiles al aroma de hamburguesas y cafeletes (también cayó algún sapito, una bebida típica de allí, granizada con ginebra, bien fresquito que es el invento).

¡Ah! ¿cómo te has enterado de lo del bautizo? siiii, nuestra Julia Carlota bautizó allí a su Juan Carlos, y vino Elena también. Pasamos una noche estupenda a la luz de la luna.

Otra noche nos dijeron que se vería Marte tan grande como la Luna, y nos fuimos a la playa con tortillas de patatas y filetes empanaos (bueno, Marió llevó algo más glamouroso, ella es así, qué te voy a contar que tú no sepas). Marte no apareció, aunque la estuvimos esperando hasta altas horas de la madrugada.

También he paseado mucho, al anochecer dejaba a mis salvajes niños campando a sus anchas y me iba yo toda bucólica playeril a meditar por la orilla (es buenísimo para la mente y el body). En Punta hay unos anocheceres preciosos, se forman unos charquitos en la orilla que son como espejos, y se reflejan todas las domingueras cogiendo coquinas que es un gusto verlas.

Estoy deseando que lleguen más postalitas para morirme de envidia con vuestros apasionantes veraneos, y de que se anime esto, que ya tengo ganas de marcha.

Besos

Maria-Norte dijo...

¿ Este verano? ¿ Que verano?. El sol se olvidó de Galicia y solo apareció una semanita por aquí. He estado todo el verano trabajando y leyendo bastante, por supuesto la última de Millenium y recomendaciones que no salieron elegidas como Mil soles esplendidos de Khaled Hosseini, La Luna Roja de Luis Leante, Tokio Blues de Murakami, este último me gustó tanto que leí también Sanshiro y Botchan de Natsume Soseki que dicen fue su maestro.
Mis vacaciones empiezan hoy, nos vamos a Madrid para ver las exposiciones de Sorolla y Matisse, después a navegar a Cambrills y después a Florencia, con lo cual no podré ir a la cena y echaré de menos el blog.
Un beso para todas

Cristina dijo...

no sé si me dan más envidia tus destinos o que empieces ahora, cuando las demás ya estamos con la rutina... ¡po anda que empezamos bien con las postalitas!

En una postal de A Coruña, la del sur dijo...

La del Norte dice que el sol se olvidó de Galicia. Y sus paisanos, muy riquiños ellos, llegaron a decir que ese sol tardío aterrizó en su tierra la misma mañana que lo hacíamos mi familia y yo. No digo que nuestra alegría no iluminara las arenas de Riazor o que inundara de risas el paseo de los Cantones, pero ¡juro por Hércules y su torreón! que el calor, ese que sienten los bienacogidos de manos de quienes les reciben, ese, estaba allí ya, esperándo para abrazarnos y mimarnos todos y cada cada uno de los días que allí hemos estado.

Sí, María, sí, ya pasé por Coruña a casar al “niño” con una de tus paisanas… y aunque en la mochila llevaba tu teléfono y muchas ganas de verte, el tiempo era poco y los compromisos - y las tentaciones, todo hay que decirlo- muchos.

¡Vaya ciudad bonita qué tienes! ¡Y vaya gente!... ¡Vamos, que venimos todos enamoraos, de tu tierra y tus paisanos!
¡Y yo quiero volver!

Pilar dijo...

Querida amiga:
este verano ha sido inusual para mí. Sabes que soy de viaje largo que dura hasta que se acaaaabaaaaaa el mes. Como mis amigas me regalaron el viaje a Roma por mi cumple y ya iba siendo hora de que Pablo tomara contacto con el inglés, después de venir de Roma pasamos aquí dos semanas y pico, con lo cual no salimos de Sevilla hasta mediados de Julio.
Nuestro Onda Civic nos llevó a Santander en un periquete. Bueno, nuestro coche no, sino la santa autovía que a falta de un trocito en Salamanca te deja en el Norte más norte de todos los nortes en un periquete.
No fui a mi pueblo esta vez, sino que me quedé en la ciudad. Una semana viendo familia,amigos, durmiendo a pierna suelta, con un sol estupendo... y de ahí a Edimburgo con Antonio, Pablo y el hijo de un amigo de la misma edad -ycon el mismo nombre-. Ellos hicieron un curso de inglés de dos semanas y nosotros nos dedicamos a patear la ciudad, disfrutarla, compartirla con ellos mientras ésta nos regaló un clima estupendo durante esos quince días.
Volvimos a Santander donde pasamos casi días días de nuevo y, de ahí, al pueblecito de Extremadura de donde es Antonio donde pasamos tres días con su madre, un calor insufrible y mucha casa para ¡intentar! estar frescos.
Dos días en Sevilla, cambio de maletas, airear la casa y una semanita a Portugal con mi hermana, mi cuñado y mi sobrina quienes estaban allí con unos cuantos amigos italianos. Lo pasamos maravillosamente. Portugal siempre es un "hola" permanente para nosotros.
Y colorín, colorado. Nuestras vacaciones han terminado y no tenemos trauma posvacacional que los traumas son sólo para los que no pueden tomar vacaciones.
¡Ah! y no hablo de libros porque la mala suerte me ha acompañado: compré dos para llevarme de viaje y no los disfruté nada. Sólo el que leí en Portugal me gustó.

En una playa del sur maravillosa, dijo...

que mientras hacia la compra en el super del pueblo, encontró entre tomates y melones el libro del que hacía unos días había oido hablar a su propia autora en la radio.
Y llevada por la curiosidad de saber algo más acerca de la historia de aquella malagueña que casose a principios del siglo pasado con el marajá de Kapurthala se lo compró. En él, su nieta nos cuenta la historia, aunque hay quien dice que ni es su nieta ni es su historia.
A mí me ha dado un poco igual y si bien nunca lo recomendaría para nuestro enriquecimiento literario, confieso que a mi naturaleza “infiel” le ha gustado, tal vez porque a su toque de novelita rosa añade otros toques, interesantes, acerca de la situación de las mujeres en otras culturas.
Y todo esto para contaros que libro en mano, mientras esperaba que despegara el avión que me llevaría al norte, hojeaba y ojeaba algunas de las fotografías que lo ilustran, cuando levanté la vista hacia la puerta de embarque y...¿quién estaba allí?...la mismísíma, la mismísma “nieta de la maharaní”.

Y en una postal desde el firmamento, dijo...

que mientras tu esperabas a Marte, el padre de “tus salvajes” se pasaba una noche de “cine” en compañía de otras dos.
¡Y tú comiendo tortilla de papas!

Nosotras también. La Marileni y yo. Cine de verano en Diputación, con cervecita y bocata jamón.
Alguna “lágrima de San Lorenzo”, con el Eli y uno que dice “me llamo Ramón”

¿Que qué película era?... ¿?

Cristina dijo...

sí, hija, el tiene esa Naturaleza Infiel que tiene, no lo puede evitar... pero eso fue en julio.

La noche que yo estaba esperando tan ansiosamente a Marte recibí un sms de mi Eli, que ponía: "estamos en portimao esperando a saturno..."

al fin resultó un bulo de esos que rulan por internete