Aunque con bastante retraso, por fin me siento a escribir el Acta de nuestra maravillosa cena de Diciembre, con las Navidades por medio era dificil. Y recalco lo de maravillosa porque los manjares que nos sirvieron en el Restaurante BINOMIO no merecen otro calificativo......... sardinitas marinadas sobre tostas, arroz negro con langostinos, taquitos de pez espada con algas..... y de los postres mejor no hablar, sólo de nombrarlos se me hace la boca agua, de lo mejor que he probado en mucho tiempo, verdaderas exquisiteces. Quien no recuerda ese sutil helado de azahar?
De nuestro libro, "Una Navidad Diferente" hablamos poco tirando a nada, la verdad es que no había mucho que decir, a todas nos ha parecido un libro muy mediocre y Marga incluso lo ha calificado de bodrio. Todas, es decir, las seis que acudimos a nuestra cita mensual, coincidimos en que podríamos compararlo con una película de Antena 3 de esas de serie B que ponen en la sobremesa de los sábados, las cuales suelen ser entretenidas a la par que infumables. Es un reflejo de los tópicos típicos de la sociedad americana, todas las casas con los mismos adornos navideños, con sus Frosty trepando por los tejados, los vendedores de abetos, las competiciones entre barrios para ver quien adorna sus casas más y mejor con motivos navideños.........en fin, poco más a destacar.
También hablamos de los corta que es la vida, que pasa volando delante de nuestras narices mientras nosotros hacemos planes. Hablamos del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, el constructor de Brasilia, que ha muerto el 5 de diciembre a los 104 años y dijo “La vida es un soplo, todo acaba. Me dicen que después que yo
muera, otras personas verán mi obra. Pero esas personas también morirán. Y
vendrán otras, que también se irán. La inmortalidad es una fantasía, una manera
de olvidar la realidad. Lo que importa, mientras estamos aquí, es la vida, la
gente. Abrazar a los amigos, vivir feliz. Cambiar el mundo. Y nada más.”
4 comentarios:
Muchas gracias, Ángela. Siempre es agradable recordar uno de nuestros encuentros. En esta ocasión, el libro, más ligero de lo que habíamos pensado, fue sólo una excusa para hablar un poquito de literatura y mucho sobre nosotras.
qué razón tiene Niemeyer. Un mal libro con un buen menú y mejor compañía siempre es más llevadero.
Uf... menudos resultados los de Grisham: de 4 votos, 3 regulares y 1 un bodrio...
Ángela, gracias, cariño. El acta me ha llegado como un regalo de Reyes, cuando abro el blog después de unas navidades a las que me entraron ganas de cantarles una saeta lastimera para que se largaran ya de una vez.
Las palabras de Niemeyer me llegan mucho más profundamente que el libro que leímos: ya votaba yo por vivir lo que él vivió, con la salud con la que vivió y la inteligencia que le acompañó.
Un buen año a todas alrededor de nuestro querido Hoy Libro.
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