¡Ay, Septiembre, septiembre!
¡Ay, los libros y los deseos y los amigos y los reencuentros y la vida que viene y va!
¡Ay, qué bueno Hoy libro de nuevo!
Bienvenidas, chicas.
Ahí os dejo dos regalitos, no sea que me
hayáis vuelto con la depresión post vacacional y no sepáis qué hacer con
vuestras inconmensurables vidas en ámbar estos primeros días de mes.
Aquella noche de setiembre, fuiste
tan buena para mí... hasta dolerme!
Yo no sé lo demás; y para eso,
no debiste ser buena, no debiste.
Aquella noche sollozaste al verme
hermético y tirano, enfermo y triste.
Yo no sé lo demás... y para eso,
yo no sé por qué fui triste... tan
triste...!
Solo esa noche de setiembre dulce,
tuve a tus ojos de Magdala, toda
la distancia de Dios... y te fui dulce!
Y también fue una tarde de setiembre
cuando sembré en tus brasas, desde un
auto,
los charcos de esta noche de diciembre.
(Poema de César Vallejo)
2 comentarios:
¡Ay, Septiembre, septiembre! Recién incorporada a la rutina, me lanzo con avidez a leer tu etrada y me dispongo a ver tu enlace, que promete aliviar mi depre postvacacional-prelaboral ¿y qué me encuentro? ¡que no veo naaaa! se empieza a cargar, y diez minutos después sigo con la pantalla negra y más depre si cabe... ¡buaaaaaa! ¡qué triste, septiembre! sólo me queda el alivio de que os veré pronto, centraré mis objetivos ahí, y tocaré las orejas de mi netsuke para logarlo.
¿Pos cómo es posible, vida mía?
¿Tienes problemas en el ordenador? Pos yo he pinchado y lo veo magnificamente.
¡¡¡Ay!!! ¡¡¡Ay!!! ¡¡¡¡AY!!!!
¿Qué le pasa a tu maquinita, Maricristi?
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