Samuel Dashiell Hammett
(27 de mayo de 1894 –
10 de enero de 1961)
Fue un escritor estadounidense de novela negra, cuentos cortos y guiones cinematográficos, además de activista político. Entre los personajes más recordados que creó se encuentran Sam Spade (El halcón maltés), la pareja de detectives Nick y Nora Charles (El hombre delgado) y el agente de la Continental (Cosecha roja). También escribió bajo los seudónimos de Peter Collinson, Daghull Hammett, Samuel Dashiell y Mary Jane Hammett.
Hammett nació en una granja del Condado St. Mary en el sur
del estado de Maryland. Dejó la escuela a los 13 años y tuvo varias
profesiones antes de convertirse en agente de la Agencia Nacional de Detectives
Pinkerton de Baltimore.
Durante la Primera Guerra Mundial se alistó en el American
Field Service (un cuerpo de voluntarios que proporcionaba ambulancias y
transportes a los aliados durante la guerra) en Francia. Pero la tuberculosis
que contrajo provocó su licencia médica en menos de un año, tras su
internamiento en un hospital en Estados Unidos. Sufriría de mala salud durante
el resto de su vida debido a esporádicos rebrotes de tuberculosis y su
alcoholismo.
Después de la guerra se dio a la bebida y probó con la
publicidad y finalmente con la literatura. Su experiencia en la agencia de
detectives Pinkerton le inspiró sus obras, que se publicaron principalmente en
la revista Black Mask (Máscara Negra) con Joseph Shaw como editor.
Consiguió el prestigio literario gracias a sus
novelas publicadas entre 1929 y 1931. Las dos primeras, Cosecha roja (1929) y
La maldición de los Dain (1929) le llevaron rápidamente a la fama, aunque fue
El halcón maltés (1930) su novela más famosa (aunque no unánimemente
considerada la mejor).
Muchos de sus libros fueron convertidos en películas. El
halcón maltés, fue dirigida por John Huston. También trabajó como guionista en Hollywood.
En 1931 Hammett se embarcó en una relación amorosa, que
duraría 33 años, con la dramaturga Lillian Hellman. Escribió su última novela en
1934 y durante el resto de su vida se dedicó al activismo de la izquierda
política. Fue un activo anti-fascista en la década de 1930 y en 1937 se afilió
al Partido Comunista de los Estados Unidos de América.
En 1942 Hammett volvió al ejército ya que EE.UU. estaba
inmerso en la Segunda Guerra Mundial. Aunque era un veterano físicamente
disminuido y víctima de la tuberculosis, luchó por ser admitido en las fuerzas
armadas. Pasó la mayor parte de la guerra como sargento en las Islas
Aleutianas, donde editaba un periódico del ejército.
Después de la guerra se asoció con el Congreso de
Derechos Civiles de Nueva York, una organización izquierdista considerada por
algunos como comunista. Cuando cuatro comunistas relacionados con la
organización fueron encarcelados, Hammett recaudó dinero para lograr su
libertad. Cuando los acusados huyeron, fue interrogado acerca de su paradero y
en 1951 fue encarcelado durante seis meses por rehusar a proporcionar
información al tribunal del Comité de Actividades Antiamericanas del famoso
senador McCarthy.
Durante la década de 1950 el Congreso Estadounidense lo
investigó y, aunque declaró sobre sus propias actividades, fue incluido en
listas negras y rehusó proporcionar información sobre las identidades de otros
miembros del partido comunista.
Falleció en el Hospital Lennox Hill en Nueva York, debido al
cáncer de pulmón que le había sido diagnosticado dos meses antes. Como veterano
de las dos guerras mundiales, fue enterrado con honores en el Cementerio
Nacional de Arlington.
La Asociación Internacional de Escritores Policíacos otorga
anualmente el Premio Internacional de Novela Dashiell Hammett durante la Semana
Negra de Gijón a la mejor novela policíaca escrita en español.
es una novela corta en tres actos, en la que, pese a su brevedad, aparece todo el elenco de personajes tan del gusto de Hammet:
perdedores, hombres rudos de vuelta de todo perseguidos por el
infortunio, mujeres fatales de dudosa catadura, villanos de alto poder
adquisitivo y situaciones violentas y escabrosas en las que los
protagonistas parecen sentirse como pez en el agua.
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5 comentarios:
¡¡¡Velocidad divino tesoro!!!!!!
y con la peli y todo!
¡¡¡Y en versión original!!! ¿Qué más se puede pedir? Cristi, hija, deja de poner cosas que a estas niñas no les va a dar tiempo a leer el libro, JE JE
Y se hizo la luz....!! Qué gusto con el cambio...
un beso para todas..
Un beso fuerte, Bea, voy para tú rincón, que os tengo mu abandonás. A ver qué se cuece por Cáceres
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