Hoy es el Día Mundial de la Poesía, ayer fue el Día Mundial
de la Felicidad… Dicen que llegó la primavera y, antes de que nos demos cuenta
y, esperemos no se nos pase mientras ella espera nuestra llamada, será el Día
de la Madre.
Días, días, días, que no deberían ser fechas puntuales,
sino benditas enfermedades crónicas para disfrutar, vivir, amar… Ese “ama, ama
mientras puedas” de Liszt que nos recibía a la entrada del libro de este mes.
... María, un abrazo fuerte a tu madre de la que supe
anoche en la cena.
A ti, un regalo en el día de hoy, uno de mis poemas
favoritos: “If” de Kipling envuelto en un abrazo enorme invadido de buenos deseos, los mejores.
Si puedes
conservar la cabeza cuando a tu alrededor
todos la pierden y te echan la culpa;
si puedes confiar en ti mismo cuando los demás dudan de ti,
pero al mismo tiempo tienes en cuenta su duda;
si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo engañado por los que te rodean, no pagar con
mentiras,
o siendo odiado no dar cabida al odio,
y no obstante no parecer demasiado bueno, ni hablar con
demasiada sabiduría...
Si puedes
soñar y no dejar que los sueños te dominen;
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
y tratar a estos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar el escuchar la verdad que has dicho:
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los
necios,
o contemplar destrozadas las cosas a las que habías dedicado
tu vida
y agacharte y reconstruirlas con las herramientas
desgastadas...
Si puedes
hacer un hato con todos tus triunfos
y arriesgarlo todo de una vez a una sola carta,
y perder, y comenzar de nuevo por el principio
y no dejar de escapar nunca una palabra sobre tu pérdida;
y si puedes obligar a tu corazón, a tus nervios y a tus
músculos
a servirte en tu camino mucho después de que hayan perdido
su fuerza,
excepto La Voluntad que les dice "!Continuad!".
Si puedes
hablar con la multitud y perseverar en la virtud
o caminar entre Reyes y no cambiar tu manera de ser;
si ni los enemigos ni los buenos amigos pueden dañarte,
si todos los hombres cuentan contigo pero ninguno demasiado;
si puedes emplear el inexorable minuto
recorriendo una distancia que valga los sesenta segundos
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más, serás un hombre, hijo mío.
3 comentarios:
Con regalos así ¡cómo resistirme a estrenar "esta" primavera!
Gracias!
pues aquí va mi regalo, bueno, más que mío es de Neruda:
Poema 19... Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas...
Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras
de la negra melena, cuando estiras los brazos.
Tú juegas con el sol como con un estero
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos.
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga.
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.
Mariposa morena dulce y definitiva
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.
¡Otro regalazo! ¡Precioso, Cristina!
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