Es curioso, antes de empezar a escribir me doy una vuelta por las actas publicadas y compruebo que en una de ellas se nos riñe por la falta de eficacia del papel de la moderadora, por hablar demasiado de nuestras interesantes vidas y por votar el siguiente libro mientras pagábamos. Bueno eso fue hace mucho, mucho tiempo. Ayer salí de casa andando camino de nuestro encuentro pensando que hoy tendría que redactar la que haría la 44 acta. Y con este pensamiento y otros que no se pueden contar iba yo muy contenta pensando que llegaría super temprano por primera vez y cual no fue mi sorpresa cuando llegue a L' OCA GUVILIA y me las encontré a todas allí situadas mirándome, comiéndose los palitos de pan y diciendo "el sitio muy mono pero aquí vamos a comentar poco el libro". Bueno la verdad es que el sitio es muy mono, se come muy bien pero creo que me engañaron diciendo me que los martes casi no había nadie. Al final la cosa salió mejor de lo que esperábamos todas en un principio. Como siempre desde que somos menos no faltamos casi ninguna, excepto nuestra Pililebe que nos confirmó pero luego se rajó, me imagino que sus justificaciones tendría, cosa que agradeció Elena que no había confirmado y se enganchó. María Sur trajo su invitada, Toñi, que por cierto llegó super tarde aunque por un motivo loable "la enseñanza de un idioma" y con esta mínima presentación comenzamos a cenar, eso sí, el restaurante cada vez más lleno hasta tal punto que mi querida compañera de glotonería, Ángela, me avisó que había lista de espera.
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Del libro hablamos todas bastante y todas coincidimos en que nos había parecido un libro muy duro pero con reflexiones geniales y con ocurrencias muy divertidas, hasta el punto que algunas de las lectoras les producía pudor reírse cuando en realidad venían de una situación desvastadora.También hablamos algunas de lo bien escrito que estaba el libro al coincidir que a las palabras tan bien escritas le habíamos puesto cara, expresión y cuerpo ya fuera de Doña Rosa o de cualquier otro personaje. Queda claro que Momo, el niño, se dirige a Nadine, hecho que queda constatado en el último párrafo del libro. Muy importante la interculturalidad manifiesta a través de todo el libro posiblemente como ingrediente de la época en la que se desarrolla éste: periodo entre guerras, el acoso nazi y la falta de recursos. Comentamos la belleza del personaje de "Lola" aunque no sea principal y su aportación a la consecución final. Bueno es verdad que Doña Rosa muere muchas veces. Se muere cuando deja de ser puta, cuando se muere de miedo y algo que nuestra invitada apuntó que es interesante y es que hay un libro que es casi exactamente igual: "El señor Ibrahim y las flores del Corán", de Eric-Emmanuel Schmitt, 2001. No entiendo. Y como colofón deciros que en el libro queda patente lo importante que es el cariño para vivir, como Momo le preguntó a su amigo mayor "¿Se puede vivir sin amar?" no Momo, no se puede vivir.
Presentamos propuestas y decidimos al final "Una navidad diferente"de Jhon Grisham para el próximo 11 de diciembre por aquello de la cercanía de las fiestas.
Nos reímos, comimos, nos fotografiamos: las altas de PUNTILLAS y las bajitas SENTADITAS. El mundo al revés, y así acabamos esta jornada andando de vuelta a casa, invitada al taxi por nuestra tesorera que dicho sea de paso todas coincidimos en que era necesario ventilar el dinero que tenemos ya sea en comidas-tertulias sucesivas, en regalos de chinos monísimos o en parrandas con gintonic.
Resultado de la encuesta en el blog:
3 MUY BIEN
1 REGULAR
6 comentarios:
Ole, esa es mi Adela, rápida y eficaz! Fue una cena muy buena, aunque reconozco que cuando llegué y vi a todo el mundo tan calladito y educado me entró el miedo escénico, pero luego nuestras voces subieron a la vez que la de los demás comensales y no eché de menos un reservado. La invitada, estupenda, aportó puntos de vista muy interesantes. Las demás "comensalas" estupendas como siempre. Pilar, te eché de menos. Te hubiera gustado el sitio, lleno de fotos de los mejores actores italianos. Y estoy de acuerdo ¡tiremos la casa por la ventana, y desvalijemos el canalillo de la tesorera! ¡a gastar, a gastar, que somos las únicas del país que tienen las arcas llenas!
Y quién es tu invitada, me preguntaban antes de que llegaras. Pues una de esas amigas, además de la primera de mi “etapa sevillana”, que tengo la fortuna de llevar siempre en “mi mochila”, segura de que estemos donde estemos y por encima de circunstancias y del tiempo, siempre encontraré con los brazos abiertos como desde el primer día.
¡Me ha encantado que vinieras!
¡¡Es tan hermoso veros tan guapas y tan vivas!!
Reconozco que más allá de la temática, el lenguaje, etc...de una novela me atraen particularmente los guiños y los juegos que descubro en ellas, algunos evidentes, otros quizás producto de mi imaginación, en cualquier caso, motivos que me hacen disfrutarlas aún más.
Yo he interpretado que toda la novela es la transcripción íntegra del relato que Momo LES relata a Nadine Y Ramón en su casa y que éste graba en un magnetófono. Momo está contándoles: “Por eso una judia vieja en un sexto piso sin ascensor y que ha sufrido lo suyo no interesa...”
¿Cómo empieza la novela? “Lo primero que puedo decirLES es que vivíamos en un sexto sin ascensor y que para la señora Rosa...”
Y respecto a las continuas alusiones a Victor Hugo: “Algún día yo también escribiré Los Miserables, señor Hamil”, y a la confusión del señor Hamil cuando lo llamaba Victor...¿No creeis que de alguna manera en este relato que hace Momo no se habla también de “los miserables” y que al fín, tanto las aspiraciones del niño como la confusión del viejo se hacen realidad?
La vida ante sí. ¿La que se le muestra ante sus ojos? ¿La que ya ha vivido? ¿La que le queda por delante? ¿O la que puede manipularse en una pantalla o en su imaginación haciéndola retroceder según antojo?
“…dejando pasar el tiempo, ese que va despacio y que no es francés. El señor Hamil siempre me decía que el tiempo viene lentamente del desierto, con sus caravanas de camellos y que no tiene prisa porque transporta la eternidad. Pero siempre es más bonito cuando se habla de él que cuando se le mira en la cara de un viejo que se deja robar un poco cada día. Si quieren conocer mi opinión, al tiempo hay que buscarlo entre los ladrones”.
No sé dónde ni a quién robaste tú el tiempo que nos has regalado, Adela, pero seguro que no es francés. Y puede que sí, que lo hayas traído del desierto escondido en esa mano decorada con henna que nos cautivó durante toda la noche. Gracias.
Gracias, Adela. Y siento de nuevo el no haber podido ir. Un beso
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