Cambio de mes, cambio de tercio.
Para este mes tan taurino, y aprovechando que este año la Feria del Libro de Sevilla, que se celebra en mayo, estará dedicada al periodista y escritor Manuel Chaves Nogales (1897-1944), vamos a hacerle nuestro particular homenaje leyendo la magnífica biografía que escribió de "Juan Belmonte, matador de toros".
Tendremos que ponernos al día en el vocabulario taurino, y cambiar la estepa siberiana por los mantecados estepeños y el albero... ¡esperemos que salgamos por la puerta grande! ¡Ah! para que ninguna se quede en el callejón o la devuelvan a los corrales, más vale que cojáis al toro por los cuernos y empecéis a leer ya, ¡el libro es un morlaco bueno! ¡va por ustedes!
Manuel Chaves Nogales fue un gran periodista que recorrió la vida española de casi la primera mitad del siglo XX.
Nacido en Sevilla en 1897, y se inició desde muy joven en el periodismo de la mano de su padre, el también periodista Manuel Chaves Rey, y de su tío, José Nogales, director de El Liberal de Sevilla. Mantuvo su amor a la tarea informativa hasta su muerte en el exilio, tras haber escrito relatos, artículos, crónicas, reportajes, columnas y críticas, y entrevistar a presidentes de gobierno, ministros, artistas, toreros, exiliados, terroristas, peliculeros, reyes y mandatarios políticos y religiosos de proyección mundial, como Alfonso XIII, el emperador Haile Selassie, Humberto de Saboya, Churchill, el arzobispo de Canterbury, a miembros del primer gobierno de la II República; artistas y toreros como Juan Martínez, Juan Belmonte, Chevalier, Chaplin, entre otros.
Vivió grandes acontecimientos e informó sobre ellos. Salió de su Sevilla natal en los primeros años de la tercera década del siglo XX, tras haber conocido el resurgir del regionalismo y la preparación de la Exposición Iberoamericana de 1929. Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue redactor en Madrid de los periódicos Heraldo de Madrid, Ahora y Estampa. Obtuvo el premio Mariano de Cavia en 1927. Recorrió el territorio español y estuvo presente en los acontecimientos más significativos de la Segunda República: ocupación de Ifni, revolución de Asturias, brotes anarquistas, visitas institucionales del Presidente y de los ministros, acontecimientos festivos... Contó con la amistad y confianza de Manuel Azaña. Y conoció la realidad europea en sus viajes por distintos países, especialmente Francia, Alemania, Italia y Rusia.
Dos temas destacan en el amplio abanico de intereses informativos de Manuel Chaves Nogales, que son, las dos grandes fuerzas motoras de gran parte de las conmociones sufridas por Europa en la primera mitad del siglo XX: la revolución rusa y sus consecuencias y la presencia en el panorama europeo del nazismo y el fascismo, que el periodista veía como expresión de un mismo talante antidemocrático, tendencias de signo opuesto pero hijas de un mismo sentir totalitario, implacable y destructor. Pero esto, presentido, analizado y desmenuzado en rotundos reportajes, crónicas, columnas y artículos publicados entre algo más de dos décadas (los años veinte y treinta) y en el momento en que los hechos ocurrían, no deja de tener un mérito digno de atención. Chaves Nogales fue un periodista que quiso informar con la mayor ecuanimidad, sin dejarse arrastrar por extremismos.
A los pocos meses del comienzo de la Guerra Civil, tuvo que salir de España por haber defendido expresamente, desde un periódico, a la República legítimamente instaurada. El exilio en Francia, antes que un fracaso, supuso la proyección europea de su quehacer informativo. Participó en el resurgir de la agencia de noticias Havas, que estaba viviendo en aquellos momentos la gran transformación que requerían los nuevos tiempos; conoció de cerca la vida política francesa al trabajar en el Ministerio del Interior francés; colaboró en periódicos como L´Europe Nouvelle, Candide, France Soir, entre otros, e inició la colaboración con periódicos latinoamericanos; realizó emisiones de radio para España y América Latina, que reforzó más tarde con la colaboración con la BBC en el exilio en Londres, donde falleció en 1944 tras haber vivido en plenitud la vida del reportero de la primera mitad del siglo XX.
(extraído de la página web http://manuelchavesnogales.info/)
Obras
- Juan Belmonte, matador de toros
- A sangre y fuego
- El maestro Juan Martínez que estaba allí
- La agonía de Francia
- La ciudad
- Narraciones Maravillosas y biografías ejemplares de algunos grandes hombres humildes y desconocidos
- La vuelta a Europa en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja
- La bolchevique enamorada (El amor en la Rusia roja)
- Lo que ha quedado del Imperio de los Zares
Entrevista con su hija
El reportaje que unió a Chaves Nogales y Robert Capa
Un blog tocayo
14 comentarios:
Cristi: gracias, gracias, gracias. ¡Qué buenísima elección! No sé si recuerdas que compramos la biografía de Juan Belmonte juntas en alguna feria del libro hace siglos cuando ningún niño entorpecía nuestras conversaciones y nos veíamos muuuuuuchísimo más que ahora por una zona llamada el Arenal, cuyo nombre creo te suena, JE JE. Es más, si tu memoria es mejor que la mía, quizás me corrijas diciéndome que me lo regalaste; una edición antigua que leí, disfruté y que me llevó a Chaves Nogales for ever.
Me he leído toda tu entrada, incluidos los enlaces. Me pongo a releerla de nuevo ya mismo. Un besito.
claro que me acuerdo, mi amor, de ahí viene también mi amor por estos dos, Belmonte y Chaves, que tanto monta, monta tanto, y por los helados de hagendatz, y por el Arenal ¡y por tí! yo creo que tengo tres ediciones de este libro, la que te regalé (que por si no lo sabes, es copia del original, una recopilación de los que fue publicando, semanalmente, cada capítulo en la revista Estampa), la de Asteroide, que le regalé a Eli, y una de bolsillo churripintosa. Me falta la que le regaló Marga a su Agustín, de Renacimiento ¡de lujo con pastas duras y fotos!
además, Pililebe, el mes que viene, además de este libro, tenemos más alicientes, saltará al ruedo un valiente invitado que tendrá que lidiar con nostras en arenas movedizas, ¿tendremos que ser vacas mansas en vez de miuras? ¡ayyyy que dios nos pille confesás!
¿Ni una pista de quién se trata? Anda,por favor. A una cotilla sana como yo, no se la puede tener en ascuas tanto tiempo.
Joer, pos sí que Chaves Nogales te estaría agradecida. ¡¡Y Belmonte, of course!
Para mi, tu regalo fue todo un descubrimiento. Cuando hace un par de años o tres, la Diputación publicó en dos tomos la obra completa, la compré. En ella estoy de tanto en tanto. ¡Este país es tan cainita para tantas cosas! Debería estudiarse en las facultades de Periodismo.
(No olvides darme alguna pista interesante sobre el invitado, que te conozco)
Ya te he dado una pista, tienes que ser más sagaz... pero siquieres te doy una más: llevate el kimono
Después de deambular por mis pensamientos como alma en pena... se me ocurre que... el invitado es... ¿un torero japonés? Las neuronas me arden, tú
pues no, pero me has dado una idea... tenemos uno en el barrio, jeje
Pilar, sin menospreciar al niño del sol naciente, creo que nuestro invitado es muchíiiiisimo más valiente que él.
A mi este compincheo-comadreo-vecindad que tenéis me hace sentir en clara desventaja. además, ¡¡hay tantos valientes en el mundo!! ¿O no? ¿O lo parecen pero no?
Me hacéis dudar permanentemente. Sois malas, egoístas, mezquinas
uyuyuyuyuyyy eso ha sonado fatal! estaba yo esperando el acta para que te enteraras y que lo dijera la "invitadora", porque se dijo en la cena, pero mientras le estaba dando un poco de suspense... en fin, que es el amigo de Rocío que nos recomendó arenas movedizas
Cristi, ¡¡qué pronto has caído a mis encantos!! O sea, que el invitado va a ser ese muchacho al que vamos a dilapidar antes de ser presentados. Al final, me leí el libro y fue un auténtico ladrillo. Y sí, me llevaré el kimono a la cena, y ¡¡una banderilla!!
¡olé! ¡lo tuyo es toreo de salón y lo demás es tontería! ¡anda que no va a quedar mona mi cabeza colgá en tu nuevo salón como si fuera un toro disecao!
No me digas que no hay que tener valor pa torearnos a nosotras, después de la opinión que tenemos de Tanizaki ¿es valiente el muchacho o no es valiente?
Osado, me parece más bien. Pobrecillo. ¿Sabe realmente quiénes somos? Lobas disfrazadas de suaves corderillos
¡EHEEEEE, TOROOOOOO! ¡YA ESTOY AQUÍ!
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