viernes, 11 de noviembre de 2011
LECTORAS CON ARTE NOVIEMBRE
Francisco de Goya, a quien se considera “El Padre del Arte Moderno”, empezó su carrera como artista inmediatamente después del periodo “Baroque”. Al expresar francamente sus pensamientos y creencias, como fue su costumbre, llegó a ser el pionero de las tendencias nuevas que llegaron a su culminación en el siglo 19. Dos factores importantes, que dieron la impresion de ser contradictorias pero que no fueron, dominaron su arte. Juntos, representaron la reacción contra concepciones previas del arte y el deseo de encontrar una forma nueva de expresión. Para entender el alcance del arte de Goya, y para apreciar los princípios que governaron su desarollo y su tremenda versatilidad, es imprescindible entender que su labor cubrió un periódo de mas de 60 anos, porque continuó dibujando y pintando hasta la edad de 82 años.
La importancia de este factor es evidente cuando se compara su actitud hacia la vida en su juventud, cuando aceptó felizmente el mundo tal como era, durante sus años como adulto, cuando empezó a criticarlo, y en su vejez, cuando llegó a ser amargo y a estar desilusionado con la gente y la sociedad. Además, el mundo cambió totalmente durante su vida. La sociedad en la cual había alcanzado un éxito enorme desapareció durante la guerra Napoleónica. Mucho antes del fin del siglo XVIII, Goya ya había vuelto hacia sus ideas nuevas y las había expresado en su arte gráfica y sus nuevas pinturas.
Como artista, Goya estuvo por temperamento lejos de las obras clásicas. Solo en algunas de sus obras llegó cerca de un estilo clásico pero, en la gran mayoría de su trabajo, el estilo “Romántico” triunfó.
Nacido en Zaragoza, España, obtuvo empleo cuando era joven con el artista mediocre José Luzan, del cual aprendió dibujar y, como era costumbre, hizo copias de las pinturas de varios maestros.
A la edad de 17 años se fué a Madrid. Su estilo se vio influenciado por dos artistas que trabajaron alli: el último de los grandes artistas venecianos, Tiépolo, y el artista neo-clásico, algo frio y eficiente, Antonio Rafael Mengs. En el año 1763, compitió en la Academia Real de San Fernando pero, en ese año y tambien en el año 1766, fracasó. En 1770, se fue a Roma y sobrevivió de sus obras de arte.
GOYA Y LA DUQUESA DE ALBA
Escrito por: P.Argenter
"María del Pilar Cayetana de Silva-Álvarez de Toledo (1762-1802) Pintada por Goya en 1795. Este óleo sobre lienzo hace 194 x 130 cm. Pertenece a la colección particular de la actual duquesa de Alba, Cayetana Fritz James-Stuart. Éste fue el primer retrato de la duquesa realizado por Goya, de los muchos que le realizó en vida.
La duquesa nace en Madrid el día 10 de junio de 1762 en el seno de una familia de rancio abolengo español, entre una de las pocas familias de Grandes de España y de las pocas elegidas por los reyes españoles para su círculo personal. Adinerados y con un gran patrimonio, los Alba lo tenían todo, sobre todo una gran posición social en la corte de los Borbones. Cayetana (como se la conocía) era hija del décimo duque de Huéscar y nieta y heredera por parte de su madre, del duodécimo duque de Alba.
Cayetana lo tuvo todo en esta vida y sobre todo prestigio como cortesana y muy conocida por sus grandes fiestas. De muy joven se casó con José Álvarez de Toledo y Gonzaga -un primo suyo- noveno marqués de Villafranca y duque de Medina Sidonia, una de las familias más antiguas del reino de Castilla; también con una gran fortuna. Heredó de muy joven el título de duquesa de Alba, convirtiéndose en la decimotercera duquesa de su linaje.
Pero a Cayetana la vida de esposa fiel y casera no era para ella. Necesitaba disfrutar de la vida y de su posición. Llegó a entrar en las intrigas reales, prestando ayuda a la reina María Luisa y la amante de ésta, el primer ministro, Godoy. Conocidísima como protectora de artistas y actores, también disfrutó de los placeres de la vida, como ser amante de personajes muy importantes de la política y la sociedad de la Ilustración.
La relación entre el pintor y la duquesa comenzó certeramente gracias a dos posibilidades, una a la duquesa de Osuna, que por entonces le acababan de retratar junto a su familia y la segunda a la intervención de la madre de Cayetana, en 1786, la cual se había casado con el conde de Fuentes, uno de los protectores de Goya. Tras conocerse, se interesó la duquesa por ser retratada por Goya. A partir de entonces, la relación entre ambos se hizo patente.
Hubo muchas especulaciones sobre su relación sentimental, que llegó a ser tumultuosa y criticada entre los cortesanos de entonces; lo único que podemos decir es que si la relación existió, no duraría tanto como se llegó a contar, aunque los estudiosos de Goya coinciden en decir que no pudiera llegar a realizarse ni tan si quiera . Al principio, Goya obtuvo la gracia de los duques de Alba y especialmente de Cayetana que ordenó instalar al pintor en una de las mejores habitaciones de su palacio madrileño .
También pasará largas temporadas y veranos en el palacio de los duques de Alba en Piedrahita (Ávila). Incluso se llegó a decir que fue la misma Cayetana quien solicitó a su esposo, chambelán de Carlos IV, que se hiciera el principal mecenas del artista. Al morir el esposo de Cayetana de Alba en 1796, el pintor acompañará a la duquesa a Sanlúcar de Barrameda, un hecho que escandalizó a la corte de Carlos IV. Se escribió mucho sobre este acto y mucho se criticó en su tiempo. ¿Pero realmente llegaron a ser amantes o solamente fueron buenos amigos? . En Sanlúcar, Goya comenzará los dibujos que acabarían de ser plasmados en su “Álbum de Sanlúcar”.
En sus dibujos aparece la duquesa junto a su hija adoptiva, María de la Luz; una niña de ascendencia africana. La duquesa no pudo tener hijos legítimos con el duque de Alba por lo que ambos adoptaron a esta niña que tanto sale dibujada junto a ella en el álbum de Sanlúcar. Ya viuda y de regreso en Madrid, la relación de ambos continuó. La obsesión de ambos por estar juntos siguió patente, sobre todo en las siguientes pinturas del artista. Los lienzos de “La maja desnuda” y “La maja vestida” fueron muy significativos.
Poco o muy poco se sabe sobre si realmente la joven que posó para ambos lienzos fue la duquesa de Alba, aunque sea la cara de la modelo la misma de la duquesa. Durante el inventario realizado sobre los bienes incautados por el primer ministro de Carlos IV, Godoy, parece ser que debieron ser de Cayetana de Alba, visto que el político estaba tan obsesionado por ella que logró reunir todos los retratos de Goya en la que ella salió. Godoy, que aunque fue el amante de la reina María Luisa de Parma, fue un incondicional de la duquesa de Alba.
El 23 de julio de 1802 murió la duquesa Cayetana. Tan sólo tenía 40 años de edad. También mucho se ha especulado sobre su muerte, llegando a pensar que fuera asesinada. Pero también es cierto que en los últimos años de vida la duquesa no gozaba de buena salud.
Goya y la Duquesa de Alba ¿Devota esposa o apasionada amante?
Estamos acostumbrados a que nos digan que Goya tuvo un romance con la Duquesa de Alba (a la que retrató varias veces). Hay opiniones para todos los gustos: Carmen Güel publicó en 2002 "La Duquesa de Alba". En esta obra defendía la relación entre el pintor y María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, decimotercera duquesa de Alba. Pues bien, leyendo el periódico me he encontrado con este titular "Los amoríos de Goya y la Duquesa de Alba, solo una leyenda urbana". Manuela Mena (jefe del área de conservación de pintura del s. XVIII y Goya del Museo del Prado) con la ayuda de la historiadora Mühle-Maurer han realizado el estudio de investigación "La Duquesa de Alba, "musa" de Goya", en el que dicen que Goya y la de Alba no tuvieron ninguna relación amorosa, solo admiración.
La defensa del romance, tradicionalmente, ha tenido diferentes pruebas:
1. En un retrato que hizo Goya a la Duquesa, esta señala con su dedo "Solo Goya" y lleva unos anillos con los apellidos "Goya y Alba".
2. Algunos piensan que la "Maja desnuda" es la Duquesa.
3. Se ha interpretado "Volaverunt" (han volado) como la reacción de Goya ante el rechazo de la duquesa. Según Manuela Mena, éstas no son pruebas concluyentes, aunque las suyas tampoco lo son realmente.
Las pruebas que ella aporta son las siguientes:
La desigualdad de clases y educación.
La diferencia de edad (Goya era 18 años mayor).
Goya ya era sordo.
No se conservan cartas cruzadas entre ellos.
La inclusión del hijo de Goya en el testamento de la Duquesa, no le parece concluyente, ya que la Duquesa incluye también a criados y asistentes.
Y por último, una carta que escribe Carlos Pignatelli (hermanastro de la Duquesa) al Duque de Granada, en la que la Duquesa escribe la postdata:
"Q.do Primo y amigo el dolor que despedaza mi corazón no me permite el escribir pero si espero que en mi reuniras la confiansa y amista que tenias con mi nunca bien ponderado Pepe. compadeceme y manda cuanto quieras a la mas desgraciada de cuantas an nacido."
Concluye Mena, por tanto, que "las especulaciones que la tildaban de viuda alegre carecen de credibilidad", por tanto ella interpreta los cuadros de la siguiente manera:
1.Cuando la duquesa señala en el cuadro, lo hace a sus tierras.
2. La dedicatoria "A la Duquesa de Alba", es solo el significado de la admiración del pintor.
3. La inscripción "Solo Goya" lo entiende como "solo me pinta Goya, el artista más grande". La polémica esta servida.
Como he dicho hay opiniones para todos los gustos.
Datos extraidos del periódico ABC, Jueves 25 de Febrero de 2007.Goya y la Duquesa de Alba
Y UN POQUITO MAS
En 1796 falleció su marido José, dando al traste con la esperanza de juntar los títulos familiares en la misma persona. Los títulos que poseía el Duque de Medina Sidonia pasaron pues a su hermano, Francisco de Borja Álvarez de Toledo, que por matrimonio entroncó con los Condes de Montijo. Mientras tanto, Cayetana siguió disfrutando de la vida que su fortuna y posición le permitían; posó en numerosas ocasiones para Goya, escandalizando a la corte con sus desnudos (aunque hay historiadores que sugieren que la verdadera modelo de La maja desnuda es Pepita Tudó, segunda esposa de Manuel Godoy, que a fin de cuentas es quien encargó el retrato), y llegó a personalizar tanto la moda goyesca que se convirtió en un icono de su época. Su rivalidad con la reina María Luisa también era conocida, y en una ocasión la Duquesa llegó a vestir a sus criadas con el mismo traje que llevaba puesto la reina.
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8 comentarios:
¡Cuqui! ¡al rincón! ¡Cuquiiii! ¡te he dicho que al rincón! ¿no ves que este señor me está pintando a mi y solo a mi? ¡ayy! ¡voy a tener que llamar al adiestrador de perros!
Le tengo que preguntar a don Gerardo, cómo se pueden hacer tanta variedad de grises... ya me habló doña Aselina de este gran maestro, pero hasta que no lo he visto con mis propios ojos... su paleta es un mar de grises. Desde el más claro, de la pechera, hasta el negro de su pelo hay una variedad inmensa. Los hay más claros, otros son casi verdes, y el del vestido tiene un tono azul. Los lacitos son el único toque de color, y es lo único que me sale exacto. ¿Será verdad que soy de la escuela gallinácea, como dice don Gerardo?
María Norte: me he puesto a ordenar el zaquizamí, y he colocado aquí el texto de la Duquesa. Creo que nos inspirará más verlo detrás del cuadro.
Así está mucho mejor, querida hada
aturullá.
¡Más de 30.000 volúmenes en mi biblioteca y este artista caprichoso se niega a pintarme con un libro en la mano!
Vamos a por el lazo verde, Cuqui, que olvidé que hoy es el día contra el calentamiento global.
Querida amiga, tú siempre con el mundo por montera...¡diferencia de edades a tí! ¡de clases!, sí, sí...
La modelo: ¿y por qué me quieres pintar con el dedo así? ¡mira que eres caprichoso! ¿no estaría mejor con un libro entre las manos?
El pintor: En ese dedo se encierra el mundo, que está a tus pies, mi duquesa.
La modelo: ¿a mis pies? ¿a mis pies, dice vuesa merced? pues yo a mis pies sólo veo la mancha de pis que me ha dejado esta maleducada de Cuqui...
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