Algunas de vosotras conocísteis a Manuel Álvarez Fijo, porque amablemente nos arrastró por los pasillos de la Facultad de Bellas Artes y nos enseñó la tumba de Bécquer y la de otros sevillanos ilustres. Otras trepásteis a su lado por los tejados de la Catedral hace apenas unos meses. Puede que alguna lo reconozca como ese señor con coleta que salía en las fotos que nos hicimos entonces. Para mis niños es "el abuelo con coleta".
Otras nos quedamos con más recuerdos y más historias que vivimos de su mano. Yo a Manolo lo heredé como amigo de mi padre (o Manolo me heredó a mí, quién sabe)...
Una noche de cuscús y risas, Manolo me regaló un bello cuento, que se "le resbaló de su mano", adornando desde entonces mi cuaderno de dibujos firmados (otra valiosa herencia). A Pilar le traerá tantas nostalgias como a mí recordar aquella noche. Hoy, al releerlo en su recuerdo, el cuento a cobrado nueva vida. Porque Manolo también era un gran narrador y en este cuento unió su pasión por la vida, por las palabras, y por los colores.
Quisiera que se quedaran grabadas sus palabras y sus colores en este Bosque No Encantado que es el blog, igual que su persona estará siempre grabada en mi corazón.
EL CUENTO DEL BOSQUE NO ENCANTADO
por Manuel Álvarez Fijo

eternidad, siempre,

Siempre me gustó el cuento de Blancanieves y también la tragedia de Romeo y Julieta: la una redimida por el amor y los otros que mueren por él; así que me llego a preguntar por qué será que el amor es cómplice de la tragedia.
Si me apuran me quedo con Blancanieves que despierta de su letargo por un beso de amor; que nos cuenta la historia de Romeo y Julieta al revés. Así que siempre me quedo en la duda de si realmente era un cuento o un sueño. (?)
Romeo y Julieta, por el contrario, me entristecen cuando al final del acto quinto...

-¿Qué? ¿Rumor? ¡seamos breves entonces!
(cogiendo la daga de Romeo)
¡Oh, daga bienhechora! ¡Esta es tu vaina! (hiriéndose) ¡Enmohece aquí y dame muerte! (cae sobre el cadáver de Romeo y muere)
Tanto me entristece

Pero no, no hay Bosques Encantados (no por que a lo mejor no sean posibles); de todos modos, a mi me contaron que una vez hubo un Bosque No Encantado donde estaban esparcidos jirones de soñadores.
…Yo estaba sentado aquella noche bajo la inmensa cúpula del Universo, frente al latir de una mar serena y silenciosa, preguntándome por qué si ellos llevan tantos millones de años siendo, lo demás es tan pequeño y tan corto (tanto como para haber tenido que inventar los cuentos y darle forma a los sueños)

…pensaba tantas cosas. Pensaba que en la noche morían todos los colores y los sueños. También pensaba que morían las palabras, los sonidos, los gestos. En él sólo había un estrepitoso silencio que por contradictorio llenaba a la oscuridad de sensaciones y recuerdos, también de ausencias, y donde las rocas eran las no palabras ya que no podían definir a nada.
Era como un bosque

Todo cuanto sucedía era especialmente inquietante:

había noches sin ocaso y amaneceres sin soles, había palabras sin nombres, miradas sin imágenes que tergiversaban cualquier realidad serenamente convencional; hasta las estrellas estaban colgadas boca abajo y una luna llena aparecía al revés…

Me contaron también que en aquel bosque hasta se habían perdido las letras para hacer palabras. Aquel bosque que a lo mejor un día estuvo encantado pero con el paso del tiempo solo había conservado en su desencanto dos letras: la Q y la U.
Aquellas letras suscitaban (y continúan hoy incluso suscitando) interrogantes:
Se llegó a pensar que la U podría haber sido –en el caso de haber tenido acento- la U de ÚNICA; o quizás si hubiese aparecido de entre la maleza una T, podría haber sido la U de TU.
Pero aquel bosque que no era encantado realmente sólo tenía árboles sin sombra, sin sonidos del viento, sin otoños ni primaveras, eran árboles unidimensionales (apenas una línea)…
En toda su inmensidad, y sin saberse cómo, había crecido un rosal que sólo tenía dos rosas negras y que al no tener mañanas con rocío nunca pudieron llorar…

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Sentí su mano en mi mejilla, y sus dedos cogiendo, antes de que cayese, una

-¿Ves? Ya no es más que una estrella fugaz, diminuta partícula brillante… a lo mejor si pides un deseo… si le quieres preguntar a la mar…
Entonces le pregunté por Ella, y me dijo que de Ella tenía el color de sus ojos.
Y me dijo también que él no necesitó jamás ni encantamientos ni desencantamientos, que él ya existía antes que los bosques, y que él es la palabra SIEMPRE y que su nombre en realidad esconde en la bruma del amanecer una A pero que completo es A-MOR, por eso es tan, tan grande…
Romeo y Julieta.
“el sol no mostrara su rostro a causa
de su duelo… unos obtendrán
perdón, y otros castigo,
pues nunca hubo
historia más
dolorosa
que esta
de
Julieta y su Romeo"
(salen)
No quise saber más del Bosque No Encantado, de aquel bosque donde las rosas no tenían mañanas con rocío.
sus cantos y sus cuentos, no sin antes haberme
dejado empapado de un fresco


LA LECTURA DE "MI" CUENTO EN EL HOMENAJE DEL OTRO DÍA, GENTILEZA DE ANTONIO GARCÍA VILLARÁN (EL MAGNÍFICO LECTOR)