6 de abril de 2010
“Hoy es el cumpleaños de María Norte, desde el sur le deseamos que cumpla muchos más y le dedicamos un brindis”.Asisten: Begoña Valle (invitada), Marga, Cristina, María Sur, Ángela, Elena, Mª del Mar, Isabel y Rocío.

Después de la visita al Castillo de San Jorge (fuimos Cristina, Marga y Rocío) nos dimos un paseo por la calle Betis donde nos tomamos un gin-tonic, se incorporó María y, tras una breve visita a la Casa de las Columnas, nos fuimos al Victoria, 8. Para información de la pre-cena ver crónica de Cristina. En el restaurante se fueron incorporando Ángela, Begoña, Mª del Mar, Elena e Isabel. Antes de sentarnos a la mesa les dejé zanjado el asunto de la camiseta, creo que se han quedado convencidas.
Entremos en materia: Lectura de marzo, Un Tranvía llamado deseo de Tennessee Williams.
“Al cabo de sesenta años uno ya no puede fiarse mucho de su memoria, pero hay ciertos acontecimientos, rostros, encuentros, adioses, que se aferran al pensamiento inalterados. Uno de ellos es la primera vez que vi Un tranvía llamado deseo ……. Puedo recordar dónde me senté para ver mi primer Tranvía: en la séptima u octava fila y hacia la derecha. Tardé sólo unos minutos en darme cuenta de que, en el seno del teatro, aquel texto y aquella puesta en escena abrían las puertas a otro mundo. Esto no se debía a ninguna innovación de la estructura, que tenía un hilo argumental tangible y realista. Se trataba más bien de la propia obra, que a un tiempo te agitaba y te elevaba.”
Así comienza el prólogo que precede a la obra y que firma Arthur Miller, interesantísimo desde la primera palabra a la última.

A propósito de este texto teatral, que no deja indiferente a nadie, tuvimos la suerte de contar con una invitada experta en teatro:
Begoña Valle.En esta ocasión los turnos no se sucedieron en orden para que cada una diera su opinión sobre el libro (como otras veces), sino que las intervenciones se sucedían espontáneamente, pero por sorpresa todo fue bien y por suerte teníamos a Begoña, a la que principalmente queríamos escuchar. A Begoña le encantó la libreta que le regalé y hablamos de las palabras que contenía y a través de las palabras empezamos a hablar de Un tranvía llamado deseo. Es nuestra segunda obra de teatro y empezamos hablando de las ACOTACIONES. El anterior dramaturgo que hemos leído no las hace y en cambio Tennessee Williams además de hacerlas las marca. Begoña nos cuenta que los autores no llevan la obra al escenario (no es el caso de nuestro anterior dramaturgo) pero sí tienen una idea de lo que querrían que fuese cree que son innecesarias si el texto es bueno.

Ante el comentario de la
INTENSIDAD de
Un tranvía… Begoña nos cuenta que el personaje de Blanche representa la vida de Tennessee Williams. Nos habla de la época en que se publicó, de Strasberg y Elia Kazan y el cambio que introdujeron en la interpretación: el actor empezó a trabajar de dentro hacia fuera, introdujeron
EL MÉTODO. Ante las peticiones de aclaración de en qué consiste el método, Begoña nos explica que fundamentalmente el actor tiene que encontrar en su interior las emociones del personaje. Cuenta que Brando se quedó a vivir en el teatro cuando estrenaron Un tranvía…
Begoña considera a BRANDO un actor muy honesto y preciso y nos cuenta que al parecer no era el actor elegido al principio. Tras hacer la prueba a Tennessee Williams le encantó, también a Kazan.
LOS PERSONAJESSTELLA
Stella se encuentra en una difícil situación por el conflicto que se presenta entre su hermana y su marido. Begoña nos habla del personaje de Stella, muy sexual, muy pasional, con una relación intensa y con mucha química con Kowalski, pero también es un personaje fuerte. Begoña nos habla de su maestro, el Sr. Layton, y de las muchas veces que trabajaron escenas de Un tranvía, ella hacía de Stella.
BLANCHEEl personaje de Blanche es la vida del propio Tennessee Williams, en la decadencia de Blanche Williams refleja todas sus frustraciones y las de su familia, sureños añorantes de otros tiempos.
Nos pregunta Begoña si creemos que Blanche provoca que Stanley la viole… Consideramos a Blanche autodestructiva, que además ha elegido situaciones límite. Aunque también ha recibido golpes bajos, se hace referencia al joven marido de Blanche y cómo ella descubrió su homosexualidad de una manera tan brusca al sorprenderlo en brazos de otro hombre.
Para Begoña el mejor personaje es Blanche, es muy complejo. Blanche corrompe el ambiente: el matrimonio de Stella, la amistad entre Mitch y Stanley. Es un personaje que va corrompiéndolo todo aunque con un leguaje poético y hermoso. Blanche entra en un ambiente contrapuesto a lo que desea. Sabe que está hundida pero no soporta la fealdad, necesita transformar lo terrible en hermosura (su propia vida es terrible pero necesita disfrazarla de glamour). Fantasea por necesidad con una vida que no tiene: viajes, cartas a su amigo petrolero... El conflicto aparece porque Blanche ama la belleza, se casa con la belleza pero se topa con la brutalidad de Kowalski.
El mundo de Blanche es atormentado, contradictorio e incluso justificable. Ha perdido dos pilares que la podrían haber sustentado en su mundo, su joven y hermoso marido y Belle Reve.
KOWALSKIApasionado en la relación con su esposa e implacable con Blanche que ha aparecido para tambalear su mundo. Stanley no para hasta deshacerse de Blanche, es un bruto para ella, la humilla y la hunde para recuperar su vida antes de Blanche. La interpretación de Brando es tan intensa que hablar de Kowalski es lo mismo que hablar de Brando. Se comentó que con el peso de Brando y la impronta que dejó en el personaje será muy difícil para otro actor representar a Stanley Kowalski.
MITCHEs un personaje simple y complejo a la vez, no tiene capacidad de reaccionar, podría haber sido la tabla de salvación (imposible) de Blanche.
EL MÉDICO Y LA ENFERMERAEn el médico vemos un rasgo de amabilidad, es elegante y comprensivo. La enfermera cumple su función como funcionaria y tiene un comportamiento muy determinado, T. Williams no demoniza a sus personajes. El médico hace un papel mediador, pero la enfermera hace un papel finísimo y equilibrado (es muy difícil que este personaje se vaya de las manos y muy importante que encuentre su medida). Con estos dos personajes Blanche sale de la casa redimida, es una salida digna.
OTRAS COSAS QUE SE COMENTARONA algunas les ha gustado leer teatro y además les encanta que con tan poco imaginar tanto, otras confiesan que les cuesta leer teatro. Pero a todas nos ha gustado.
Los personajes de Un tranvía… son personajes con pura pasión, humanos con toda su complejidad. Nada es blanco o negro y todo es justificable.
Begoña nos cuenta que en La gata sobre el tejado de cinc, El zoo de cristal Tennessee Williams siempre presenta un personaje que “machaca” a otro más débil.
De los personajes masculinos no se salva ninguno, y el médico que aparentemente representa lo que Blanche adora en un hombre (elegancia, educación) es el que la lleva engañada a su “final”.

Nos gustaron los nombres de las calles por lo hermosos que eran y nos sorprendió la curiosa historia del limpiador de la oficina de la blogmaster, hombre cultivado, instruido y feliz.
Por el contrario hablamos también de la turbulenta vida de Brando a pesar del éxito. También para Tennessee Williams fue difícil encontrar el equilibrio tras su vertiginoso éxito.
Begoña nos propone la lectura del monólogo de la sargento del Palacio del final de Judith Thompson para justificar las acciones humanas. La dramaturga intenta poner al ser humano en su sitio: nada es blanco o negro.
También nos propone un libro con un título de lo más sugerente La calle de las tiendas oscuras de Patrick Modiano.
EPÍLOGO
Hemos recibido un 10 en urbanidad por haber sido buenas y no haber hecho corrillos ni otras molestas travesuras.
Nos vemos en la cena de abril.